Dada su importancia como indicador biológico dentro de los hábitats en los que vive, el citado programa de gestión se desarrolla en torno a la puesta en valor de esta especie que dentro Andalucía cuenta con un morfotipo único: la cabra de Ronda. Otro objetivo prioritario que persigue el programa puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente es el control sanitario de la especie. También se ha priorizado el establecimiento de un mapa biológico de la misma y la puesta en práctica de pioneros sistemas de seguimiento basados en las nuevas tecnologías (GPS-GSM).
La Junta de Andalucía ha aprobado para 2008 un presupuesto de 450.000 euros destinado íntegramente al desarrollo de una nueva fase Programa de Gestión de la Cabra Montés en Andalucía, con especial atención al Espacio Natural de Sierra Nevada, cifra que supone un incremento cercano al cuarenta por ciento, respecto de las fases previas (2006-2007).
Como resultado, Andalucía cuenta en la actualidad con la mayor población mundial de esta especie, con más de 36.000 ejemplares repartidos en 30 núcleos poblacionales. En total, el once por ciento de los hábitats andaluces de montaña están poblados en mayor o menor medida por ejemplares de cabra montés. A estas cifras se une el hecho de que el incremento y la dispersión marcan la tendencia de dichas poblaciones de ungulados autóctonos.
Reparto por provincias
De entre las provincias andaluzas, es Granada la que cuenta con un mayor número al haberse registrado la existencia de más de 16.000 ejemplares, fundamentalmente en el entorno del Espacio Natural Sierra Nevada. Jaén, con unos 5.700 ejemplares, y Almería, con 5.200, son las siguientes provincias en cuanto al número de cabras. Málaga supera las 4.000, mientras que en Cádiz se encuentran alrededor de un millar de ejemplares. Por su parte, Sevilla y Córdoba completan la presencia de este ungulado con pequeñas poblaciones estables de reciente colonización.
El control del arruí
La Consejería de Medio Ambiente pretende impulsar en Andalucía el control y, en su caso, la eliminación de especies de de ungulados exóticos como el arruí, dado su carácter invasor, devolviendo a las localidades del extremo nororiental andaluz la presencia de la especie autóctona y endémica del territorio, que no es otra que la cabra montés. Todo ello mediante los oportunos controles de población del arruí en colaboración con el sector cinegético local y el desarrollo de medidas activas de recuperación de la cabra montés que permita el incremento de los pequeños grupos ya presentes.