Por su parte, los representantes del CSIC han declarado que a principios del mes de octubre habrán terminado de analizar todos los datos recopilados. El objetivo es la creación de un modelo que permita predecir y diagnosticar la evolución de los sólidos en suspensión, la salinidad y otros componentes del estuario para tener una herramienta eficaz a la hora de tomar decisiones en diciembre.
Durante la última reunión del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, celebrada el 15 de julio, el Servicio de Calidad Hídrica de la Consejería de Medio Ambiente informó acerca de la turbidez y la salinidad del río Guadalquivir, ante la preocupación de municipios y asociaciones implicadas. En este encuentro se acordó que el director de este espacio protegido, Juan Carlos Rubio, formara parte de la comisión de seguimiento como representante de este Consejo de Participación, independientemente del compromiso de la Administración autonómica de informar a todos los miembros de los avances de la investigación.
La mesa de seguimiento tiene un alto nivel de participación. Así, están presentes la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la Demarcación de Costas del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, las consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura y Pesca, la Autoridad Portuaria de Sevilla, los municipios de Sanlúcar de Barrameda, Isla Mayor y Trebujena; así como Asaja (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) y la Federación de Regantes del Guadalquivir (Feragua). Como en anteriores ocasiones, han prestado su apoyo técnico y científico los miembros del CEDEX, del Comité de Doñana 2005 y del CSIC y Ayesa, responsables de los distintos estudios sobre el estuario.
Los expertos han destacado, tras mostrar un primer avance de sus estudios, que no existe aún ninguna conclusión definitiva, al tiempo que se prosigue el análisis de los distintos parámetros que podrían afectar a esta elevación de los niveles de turbidez y salinidad. Los técnicos insisten en que este complicado fenómeno está decreciendo y que, aunque no ha llegado a los niveles óptimos, disminuye de forma continuada.