Concretamente, el programa piloto de creación de empleo que se va a desarrollar en este territorio, Construsierra, dispondrá de una inversión de 1,196 millones de euros y tendrá una duración de nueve meses. Con él se pretende beneficiar sobre todo a menores de 25 años y mayores de 40 que hayan perdido su empleo en el sector de la construcción y que actualmente no reciban ninguna ayuda económica, sin descartar parados de otros sectores.
Durante una primera fase de capacitación inicial, los beneficiarios recibirán becas de 500 euros mientras se forman para desarrollar, en los ocho meses siguientes, el proyecto posterior, para el que se ha previsto un salario bruto de 1.134 euros.
Los desempleados participarán en obras menores de rehabilitación o reforma de zonas y edificios públicos, así como otras tareas de mejora del entorno urbano, como limpieza de zonas ajardinadas, protección de entornos turísticos, limpieza de márgenes del río, integración medioambiental de zonas de ocio, etc.
La novedad que introduce Construsierra es la integración de los desempleados en unidades especializadas de trabajo que se responsabilizan de la tarea y planifican su desarrollo, bajo la tutela de tres técnicos contratados específicamente para el proyecto. Estas unidades actuarán como si fueran empresas autónomas y se creará una red de cooperación para que puedan intercambiar sus experiencias y dificultades a la hora de ejecutar las obras de mejora.
Los municipios de la mancomunidad que quieran adherirse a Construsierra deberán presentar un proyecto con las mejoras que quieren realizar y tendrán que sufragar los costes de los materiales necesarios. Construsierra está abierto a los diecinueve municipios de la mancomunidad: Alcalá del Valle, Algar, Algodonales, Arcos de la Frontera, Benaocaz, Bornos, El Bosque, El Gastor, Espera, Grazalema, Olvera, Prado del Rey, Puerto Serrano, Setenil de las Bodegas, Torre-Alháquime, Ubrique, Villaluenga del Rosario, Villamartín y Zahara.