Esta iniciativa acredita los valores de calidad vinculados a las características del producto o del servicio, a la vez que fomenta el desarrollo económico sostenible de los espacios protegidos.
Los tres sectores que reciben este sello de calidad -productos artesanales, productos naturales y turismo de naturaleza- deben reunir una serie de requisitos. Así, los productos naturales deben cumplir, entre otras consideraciones, que la materia prima se obtenga -al menos en un 75 por ciento- en el ámbito del parque natural. En el caso de los alimentarios, deben provenir de explotaciones cuyos sistemas de producción sean integrados o ecológicos.
En relación con los productos artesanales, éstos deben garantizar que el proceso de fabricación sea total o parcialmente manual y que las características del producto estén determinadas por la habilidad y experiencia del artesano.
Por su parte, los servicios de alojamiento y restauración han de prestarse en el ámbito territorial del parque natural y las actividades de turismo activo han de estar ligadas conocimiento y disfrute de la naturaleza, así como realizarse -en un 75 por ciento- en el interior del espacio natural protegido.
Las empresas que deseen obtener este distintivo de calidad para sus productos y servicios han de lograr primero una certificación de calidad emitida por una entidad acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), y luego, solicitarlo a la Junta de Andalucía.