ESPACIOS NATURALES:
gestión unificada de los parques nacional y natural de Doñana y Sierra Nevada
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Concedidos cerca de cuatro millones de euros de ayudas al desarrollo sostenible
Sevilla (enero de 2009). La Consejería de Medio Ambiente ha convocado las ayudas correspondientes a 2008 destinadas a fomentar el desarrollo sostenible en las áreas de influencia socioeconómica de los espacios naturales de Doñana y Sierra Nevada. Estas subvenciones, que cuentan con un presupuesto cercano a los cuatro millones de euros, van dirigidas tanto a iniciativas públicas como privadas que promuevan el desarrollo socioeconómico y la conservación de este patrimonio natural.

Para la convocatoria de estas ayudas, la Consejería aprobó una orden -publicada en  BOJA el 31 de diciembre-  en la que se recogían los requisitos que han de seguir los aspirantes a estas ayudas, que tendrán hasta finales de enero para presentar sus solicitudes. Junto a estas subvenciones, la Consejería de Medio Ambiente tiene previsto convocar próximamente otra batería de ayudas para el resto de los parques naturales de Andalucía, con el objetivo de impulsar también el desarrollo sostenible en estos espacios protegidos.

Sus beneficiarios serán entidades, particulares, ayuntamientos, mancomunidades y empresas que emprendan proyectos orientados a la conservación y restauración del medio natural y al fomento de actividades económicas relacionadas con la prestación de servicios, atención a los visitantes y turismo o comercialización de productos naturales y artesanales.

En la última convocatoria de estas ayudas se concedieron 3,9 millones de euros a más medio centenar de ayuntamientos, mancomunidades, empresas y particulares de Doñana y Sierra Nevada. 

Las actuaciones que se han venido subvencionando han estado relacionadas con la modernización de las infraestructuras urbanas y rurales; proyectos de divulgación de los valores e importancia de los parques entre la población local y del entorno; actividades de formación y sensibilización en materia medioambiental; eliminación de impactos, tanto ambientales como culturales; preservación de prácticas y usos tradicionales que sean compatibles con los fines de los parques; y mantenimiento de las construcciones y arquitectura propias de la zona, especialmente aquellas que tienen un valor histórico-artístico.