CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD:
protección de la flora, la fauna y sus hábitats
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Investigadores almerienses determinan el ciclo de reproducción del lince ibérico por las heces
Sevilla (mayo de 2009). La investigadora de la Estación Experimental de Zonas Áridas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Teresa Abáigar ha desarrollado un estudio destinado a definir científicamente el ciclo de reproducción del lince ibérico a través de un método de análisis indirecto, basado en la determinación de la concentración de hormonas sexuales (estrógenos, progesterona y testosterona) existente en las heces de estos individuos.

Hasta la fecha se conocía, en líneas generales y por observación del comportamiento de estos felinos en libertad, que su periodo reproductor incluye los meses de enero y febrero. No obstante, este conocimiento no se basaba en ningún estudio científico, por lo que los investigadores del CSIC han determinado, de forma totalmente pionera, que los niveles de concentración de estrógenos en las heces de las hembras presentan niveles mínimos mientras se encuentran inactivas sexualmente.

El estudio también revela que, habitualmente, en el mes de enero se observa un notable incremento en la concentración de estos metabolitos, que coincide con la fase de ovulación, que marca el inicio del periodo reproductor en las hembras.

La variación de la concentración de estrógenos en heces es tan drástica (aumenta su magnitud hasta cinco veces) que permite determinar con precisión el momento exacto de la ovulación y el inicio y final de la actividad sexual de las hembras adultas.

Este método se basa, en concreto, en la medición de los metabolitos secundarios de las hormonas progesterona, testosterona y estrógeno que se encuentran en los excrementos de los animales. El periodo receptivo depende de múltiples factores fisiológicos, de comportamiento y ambientales. En este sentido, si la hembra no encuentra un macho o no se queda embarazada, los altos niveles de estrógenos llegan a mantenerse hasta los meses de marzo o abril para asegurar su reproducción. Una vez concluida la gestación o, en su defecto, a partir del mes de mayo, la producción de estrógenos retoma sus bajos niveles hasta el próximo ciclo, que llegará con siguiente el mes de diciembre.

Determinar el final de la pubertad en el lince ibérico, época en la que deja de ser un cachorro y se convierte en un individuo activo sexualmente, ha sido otro logro del desarrollo de este proyecto. Sobre una muestra poblacional, constituida por crías con edades comprendidas entre los ocho y treinta y seis meses, se comprobó mediante el análisis hormonal de testosterona y estrógenos en heces que los niveles de concentración era mínimos hasta los 22 meses.

A partir de este periodo, su presencia aumenta exponencialmente, dando paso al ciclo hormonal de un individuo adulto. Los resultados arrojados hasta la fecha suponen una útil herramienta de trabajo para los gestores del Programa de Cría en Cautividad del Lince Ibérico.

Actualmente, los esfuerzos realizados para asegurar la reproducción de esta especie están teniendo excelentes resultados, a lo que se suma que la intervención humana necesaria está siendo mínima. Sin embargo, conocer su ciclo reproductor con la exactitud lograda es imprescindible para poner a punto técnicas de reproducción asistida o artificial que pudieran ser necesarias en un futuro para su perpetuación.