Plan de recuperación y conservación de helechos

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Planta con brotes

Cola de caballo (Equisetum palustre L)

El grupo de los pteridófitos engloba al conjunto de taxones conocidos también como “criptógamas vasculares”, es decir, a los helechos propiamente dichos y otras plantas evolutivamente próximas como los licopodios y las colas de caballo.

La importancia de este grupo de vegetales desde un punto de vista biológico es elevada, pues suponen el eslabón evolutivo entre las algas acuáticas y las plantas superiores (gimnospermas y angiospermas). Se calcula que en la actualidad existen unas 12.000 especies, la mayoría ubicadas en las zonas tropicales. Aunque algunas de ellas pueden aparecer puntualmente en zonas más áridas, la mayor parte de las especies de pteridófitos son propias de ambientes húmedos, cálidos y umbrosos, muy frecuentes en los entornos tropicales. Su diversidad disminuye a medida que nos desplazamos latitudinalmente hacia regiones más templadas. La pteridoflora andaluza es el resultado de los cambios que el clima ha experimentado en los últimos 70 millones de años y constituyen, por tanto, el testimonio vivo de los hábitats y ecosistemas que dieron forma al paisaje andaluz en el pasado.

En Andalucía podemos encontrar 71 especies de pteridófitos que representan el 64% de la pteridoflora de la Península Ibérica. Muchas de estas especies se desarrollan bajo el refugio del dosel arbóreo en zonas de vegetación natural bien conservada o en las cercanías de cauces, donde las condiciones de humedad y sombra son propicias para su desarrollo; otras encuentran su nicho ecológico en las altas cumbres andaluzas e, incluso, en sectores encharcados de forma temporal o permanente.

Las especies incluidas en el Plan tienen características ecológicas y amenazas muy parecidas como resultado de compartir, en gran medida, hábitats comunes. Las actuaciones para la conservación de sus poblaciones son, consecuentemente, muy similares.

El Plan de recuperación y conservación de helechos es aprobado por Acuerdo de 13 de marzo de 2012, del Consejo de Gobierno. Establece medidas de protección para una especie extinta, tres vulnerables y diez en peligro de extinción, entre las que destacan: Christella dentata, Diplazium caudatum, Asplenium marinum y Psilotum nudum.

La Comunidad Autónoma de Andalucía, a través del Decreto 23/2012, de 14 de febrero, por el que se regula la conservación y uso sostenible de la flora y fauna silvestre y sus hábitats, actualiza el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas aprobado por la Ley 8/2003, de 28 de octubre, y cataloga a las especies amenazadas incluidas en el presente Plan de la siguiente forma.

Inventario de árboles singulares por provincias
Nombre científico Nombre común Categoría de Amenaza
Dryopteris guanchica - Extinta
Asplenium marinum - En peligro de Extinción
Christella dentata - En peligro de Extinción
Culcita macrocarpa Helecho de los colchoneros En peligro de Extinción
Diplazium caudatum Helecho de sombra En peligro de Extinción
Dryopteris tyrrhena - En peligro de Extinción
Marsilea batardae Trébol de cuatro hojas En peligro de Extinción
Pteris incompleta - En peligro de Extinción
Phyllitis sagittata - En peligro de Extinción
Psilotum nudum Helecho tenedor En peligro de Extinción
Vandenboschia speciosa Helecho transparente En peligro de Extinción
Equisetum palustre Cola de caballo Vulnerable
Isoetes durieui - Vulnerable
Marsilea strigosa Trébol de cuatro hojas Vulnerable

Christella dentata

Dentro del Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, el único taxón que se incluye en la categoría “extinta” es Dryopteris guanchica, especie relicta paleomediterránea presente en algunas islas macaronésicas y en el noroeste y oeste de la Península Ibérica (Galicia y Portugal). Su presencia en las Sierras de Algeciras (Cádiz), basada en un pliego recolectado en 1851, no ha podido ser confirmada con posterioridad por ninguna cita, por lo que se considera extinta en Andalucía.

De entre los diez taxones de pteridófitos catalogados “en peligro de extinción”, destaca por su crítica situación a nivel andaluz, Christella dentata. Actualmente se conocen dos núcleos poblacionales en Andalucía, ambos localizados en las Sierras de Algeciras (Cádiz). El primero de ellos presenta un solo ejemplar, fruto de los esfuerzos por recuperar la población natural desaparecida antes del año 2000; el otro fue introducido para asegurar la conservación de la especie, con tres ejemplares censados en el año 2008.

En esta misma categoría, dos especies, el helecho de sombra Diplazium caudatum y Asplenium marinum, presentan un estado de conservación alarmante. La distribución de la primera de ellas en Andalucía se restringe a dos núcleos cercanos, ambos localizados en las Sierras de Algeciras (Cádiz), con 51 individuos censados en 2008. Su distribución también abarca las islas Canarias, Azores, Madeira y Cabo Verde. Asplenium marinum presenta una sola población en Andalucía, con 32 ejemplares censados en 2008. Su ámbito de localización se restringe a los acantilados marinos protegidos del oleaje pero con influencia del hálito marino de las costas de Tarifa (Cádiz).

Mosaico de imágenes: Asplenium marinum, Diplazium caudatum, Culcita macrocarpa

El helecho de los colchoneros Culcita macrocarpa, el helecho tenedor Psilotum nudumPteris incompleta, Phyllitis sagittata y el helecho transparente (Vandenboschia speciosa) son especies que presentan un estado de conservación preocupante en Andalucía. La primera se distribuye por tres zonas, todas ellas localizadas en las Sierras de Algeciras (Cádiz), donde se pueden encontrar en diferentes núcleos. Si bien el número de ejemplares no ha variado significativamente en los últimos cuatro años su estado de conservación continúa valorándose como preocupante debido a que en la mayor parte de los núcleos no presenta plántulas o ejemplares jóvenes.

Mosaico de imágenes: Psilotum nudum, Phyllitis sagittata y Equisetum palustre

El helecho tenedor (Psilotum nudum) aparece distribuido en Andalucía en cuatro poblaciones, todas ellas situadas en el entorno de las Sierras de Algeciras (Cádiz). Las poblaciones conocidas de este pteridófito están constituidas por pocos ejemplares y no se han constatado variaciones significativas en las mismas en los últimos años. El reducido número de poblaciones y ejemplares hace que cualquier alteración de su entorno pueda acarrear la desaparición de la especie en Europa.

Pteris incompleta se restringe en su distribución en Andalucía a tres núcleos conocidos, dos de ellos relativamente cercanos y un tercero más alejado, todos ellos en el entorno de las Sierras de Algeciras (Cádiz). Con un total de 122 ejemplares censados en 2008, su situación se valora como preocupante, dado el escaso número de poblaciones y ejemplares.

De Phyllitis sagittata sólo se conoce una población en Andalucía, situada en el Parque Natural Sierra de Grazalema. En el año 2006 fueron censados 62 efectivos de la especie.

Las poblaciones de helecho transparente (Vandenboschia speciosa) se pueden agrupar en Andalucía en seis grandes núcleos conocidos que posiblemente forman metapoblaciones, todas en el entorno de las Sierras de Algeciras. Su estado se considera preocupante, tanto por la escasez de poblaciones como por el bajo número de ejemplares que presentan muchas de ellas. Además, tan sólo una parte de la población produce esporas y gametófitos. Es una especie que se ve muy afectada por los periodos de sequía y precisa de condiciones de alta humedad ambiental para su desarrollo.

Dryopteris tyrrhena y el trébol de cuatro hojas (Marsilea batardae) son las únicas especies catalogadas “en peligro de extinción” que presentan un estado de conservación aceptable. De Dryopteris tyrrhena se conocen varios núcleos en Andalucía, muy distanciados unos de otros, localizados en Sierra Nevada, tanto en las provincias de Granada como de Almería. Todos ellos presentan en general un bajo número de ejemplares y se carece de datos sobre las tasas de renovación de las poblaciones. No obstante, existen zonas potenciales a prospectar donde probablemente aparezcan nuevos núcleos. A pesar de su aceptable estado de conservación se considera “en peligro de extinción” porque sus poblaciones pueden verse afectadas gravemente por el efecto del calentamiento global y la consecuente pérdida de hábitats potenciales.

Marsilea batardae Launert

Los núcleos de población del trébol de cuatro hojas (Marsilea batardae) se concentran principalmente en dos zonas de Andalucía: en la comarca de Los Pedroches (Córdoba), donde se considera que las poblaciones presentan un estado de conservación aceptable, y en la zona del Andévalo y adyacentes, en la provincia de Huelva, donde su estatus es preocupante dadas las agresiones a las que se ven sometidas sus núcleos. Las poblaciones del trébol de cuatro hojas (Marsilea strigosa) se distribuyen principalmente por las campiñas de Sevilla y Huelva. Sus poblaciones sufren fuertes oscilaciones en el número de ejemplares, condicionadas por las variaciones climáticas interanuales. Ocupa preferentemente zonas de encharcamiento temporal y bordes de lagunas. Es endémica de la península Ibérica.

Dentro de la categoría “vulnerable”, el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas incluye tres especies. La cola de caballo (Equisetum palustre) presenta un estado de conservación preocupante. Todos los ejemplares conocidos en Andalucía se concentran en una sola población; los diferentes núcleos se encuentran muy cerca unos de otros y a lo largo del mismo cauce fluvial, dentro del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén). Conocer el número exacto de ejemplares es complicado dado que es una especie rizomatosa que, además, se mezcla con otras del mismo género. Su estado de conservación en Andalucía se considera preocupante ya que tan solo se ha localizado una población de reducidas dimensiones. Isoetes durieui y el trébol de cuatro hojas (Marsilea strigosa), también catalogadas como “vulnerables”, presentan un estado de conservación aceptable. La primera de ellas es una especie relativamente abundante en el Sector Aljíbico, apareciendo además de forma dispersa por zonas de Huelva, Sevilla y Córdoba.

Las principales amenazas que sufren los helechos en Andalucía pueden agruparse en las siguientes categorías.

Degradación del hábitat: la degradación histórica del hábitat, fundamentalmente por deforestación, ha dado lugar a una alteración drástica del nicho ecológico que ocupan muchas especies de helechos amenazados, efecto éste que ha repercutido en las condiciones actuales de conservación de las poblaciones, que necesitan en la mayoría de los casos, de una cubierta vegetal que les proporcione sombra y mantenga una humedad ambiental relativamente alta, tanto para el mantenimiento de los ejemplares adultos como para que la viabilidad de los gametófitos y plántulas sea efectiva.Las cargas ganaderas excesivas sobre un territorio provocan un mayor número de riesgos para las poblaciones de pteridófitos amenazados. La principal amenaza a este respecto proviene de la presión por herbivoría y pisoteo, que afecta a prácticamente todas las especies recogidas en este Plan.

La nitrificación del suelo por acumulación o vertido de desechos del ganado también puede llegar a constituir un factor de degradación del medio edáfico. Sus efectos favorecen la colonización del hábitat por otras especies, autóctonas o exóticas, más competitivas en estas nuevas condiciones y que pueden acabar finalmente por desplazar del hábitat a los pteridófitos.Los procesos de roturación de terrenos y obtención de nuevas tierras para su puesta en cultivo es susceptible de afectar también a las poblaciones amenazadas de pteridófitos en los territorios que potencialmente son explotables desde el punto de vista agrícola.

Otras acciones que pueden conducir a la alteración significativa del hábitat y, en consecuencia, producir efectos negativos sobre las especies contempladas en el Plan son: la construcción de edificios o infraestructuras, la creación y/o modificación de caminos, pistas, cortafuegos y la instalación de otras infraestructuras forestales.

También hay que citar como factores de amenaza las alteraciones del caudal de muchos tramos fluviales, debido a captaciones de agua que, en ocasiones, pueden alterar de forma significativa los hábitats higrófilos que sustentan.

Degradación y contaminación acuática: la contaminación acuática, tanto de los acuíferos como de las aguas y cauces superficiales, está causada fundamentalmente por la infiltración en el suelo de productos fitosanitarios y abonos usados en agricultura o por la filtración de desechos ganaderos. También inciden en este factor de amenaza los vertidos a los cauces de residuos urbanos y/o industriales sin condiciones adecuadas de tratamiento y depuración.
La modificación o encauzamiento de los cursos de agua, así como la colmatación y desecación de zonas húmedas y la disminución del nivel de la capa freática afecta a numerosas especies ligadas a cauces o láminas de agua superficiales, entre ellas a los pteridófitos. Dichas especies pueden verse igualmente condicionadas por cualquier otra modificación de los sistemas hídricos, aunque no afecten directamente el régimen hídrico, como la limpieza de los cursos de agua, la extracción de áridos o la construcción de infraestructuras hidráulicas.

Aislamiento poblacional: las amenazas derivadas de la escasez de efectivos en una determinada región son consecuencia de la situación crítica de muchas poblaciones de pteridófitos, con pocos ejemplares y aisladas entre sí. El aislamiento, junto a la escasez de efectivos, conduce a la degradación genética de las especies amenazadas y determina que sus poblaciones resulten más vulnerables a otros factores de amenaza.

Usos recreativos: algunos usos recreativos de la naturaleza y, puntualmente, la afluencia y tránsito de vistas en zonas no habilitadas para ello o por encima de la capacidad de carga del territorio para dicha actividad, originan resultados variables que pueden oscilar entre la simple acumulación de restos y basuras hasta la destrucción o mutilación de ejemplares o incluso el expolio. La cercanía de las poblaciones de helechos amenazados a caminos, senderos y áreas recreativas, así como la mejora de la accesibilidad a los terrenos próximos son aspectos a valorar que incrementan el riesgo asociado a este tipo de amenazas.

La construcción o ampliación de infraestructuras asociadas a actividades de recreo puede constituir igualmente un peligro para algunas especies, sobre todo en las zonas que en mayor o menor medida atraen al turismo.

Especies invasoras: la introducción de especies exóticas supone, por lo general, una reducción del número de efectivos debido, fundamentalmente, a que las especies invasoras son de carácter pionero y, por tanto, son capaces de colonizar rápidamente el lugar donde se instalan. Esto se traduce en un aumento importante de la competencia por el hábitat con las especies autóctonas, incluyendo los taxones amenazados.

Enfermedades y plagas: es conveniente prestar atención a las posibles enfermedades y plagas que pudieran afectar a los pteridófitos amenazados, sobre todo en los taxones que evidencia mayores problemas relacionados con escasez de efectivos o poblaciones.

Otras amenazas: las previsiones sobre la variación en las condiciones climáticas de Andalucía, realizadas en base a la aplicación de diferentes modelos predictivos, ponen de manifiesto que puede producirse una significativa reducción en el volumen de precipitaciones registradas, especialmente en algunos sectores, y una disminución generalizada de la disponibilidad de recursos hídricos y la humedad ambiental. Igualmente evidencian una tendencia al incremento de las temperaturas, tanto medias como extremas, y a la intensificación de la magnitud y recurrencia de episodios extremos, tales como sequías y avenidas. Todos estos factores pueden suponer una amenaza de primer orden para los hábitats propios de las diferentes especies incluidas en Plan, las cuales precisan condiciones ambientales exigentes, sobre todo en términos de humedad, temperatura, disponibilidad y calidad de los recursos hídricos.

Los incendios suponen igualmente eventos catastróficos e imprevisibles que afectan a los ecosistemas y hábitats de las especies amenazadas. En el caso de los pteridófitos el factor de riesgo se incrementa por la vocación eminentemente forestal de una parte importante de los mismos, que requieren de la protección de cubiertas arboladas para mantener sus condiciones óptimas de humedad e insolación.

El ámbito del presente Plan se define como la totalidad del área de distribución actual de las especies objeto del mismo, así como aquellas áreas potenciales que sean consideradas necesarias para cumplir con los objetivos que se establecen por este Plan para la Comunidad Autónoma de Andalucía.

(Para acceder a la Leyenda, pulsar en el icono "+" situado arriba a la derecha).

Este mapa se ha elaborado a través Web Maps Service. 

La Consejería  ha desarrollado diversas actuaciones encaminadas a proteger a los representantes más amenazados del grupo de los pteridófitos en la Comunidad Autónoma. Ante la importancia de estas comunidades, en 2004 se pone en marcha el Proyecto de Conservación de Pteridófitos en Andalucía, dirigido al seguimiento y la evaluación de las diferentes localidades inventariadas. En este marco se llevaron también a cabo trabajos de restauración de hábitat y de refuerzo de poblaciones, así como el desarrollo de los protocolos de propagación para diferentes especies.

Los trabajos de propagación de pteridófitos se iniciaron en el año 2004 con varias especies catalogadas como “vulnerables” o “en peligro de extinción” en Andalucía (Ley 8/2003, de 28 de octubre) o incluidas en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía (2005). Los protocolos están destinados a obtener planta adulta para la restitución, refuerzo o reintroducción de los ejemplares en el medio, en caso de debilitamiento o desaparición de las poblaciones.

El Proyecto de Conservación de Pteridófitos en Andalucía ofreció también cobertura para el desarrollo de actuaciones de protección y mejora del estado de conservación de algunas poblaciones de pteridófitos amenazados, la localización, cartografiado y seguimiento de las mismas, la restauración de hábitats, el refuerzo y la restitución de poblaciones, la implantación de cerramientos de protección o la eliminación de especies exóticas invasoras. 

Otra de las líneas de trabajo iniciadas en este contexto es el estudio genético de las diferentes especies, cuyo objetivo es conocer su relación intrapoblacional e interpoblacional, así como su variabilidad genética. A este respecto se han llevando a cabo estudios genéticos para Culcita macrocarpa, Pteris incompleta, Diplazium caudatum y Vandenboschia speciosa.

 

Mosaico de imágenes: Diferentes tipos de helechos

 

En el período 2004-07 el Proyecto realizó 38 actuaciones realizadas, ha incluido medidas específicas de conservación, investigación y divulgación de estas especies, entre las que destacan especialmente los reforzamientos de poblaciones existentes. Prueba de ello es la supervivencia del 80% del refuerzo con Thelypteris palustris o del 70% para Marsilea batardae, como se detalla en el gráfico anejo, o las regeneraciones del hábitat de poblaciones de Christella dentata, Dryopteris affinis o Vandenboschia speciosa. En Noviembre de 2007, se inició la segunda fase con el desarrollo de 50 actuaciones en las provincias de Cádiz, Málaga, Huelva, Sevilla, Córdoba,  Jaén y Granada, encaminadas a . mejorar el estado de conservación de las diferentes poblaciones de las especies de pteridófitos amenazados o trabajos de conservación “ex situ” en el Laboratorio de Propagación Vegetal.

El desarrollo de los trabajos ha contado con la colaboración de la Red de Jardines Boticos en Espacios Naturales y el Laboratorio de Propagación Vegetal donde se han llevado a cabo las investigaciones necesarias para la puesta a punto de protocolos de propagación que permitirán el desarrollo y cultivo de pteridofitos en este centro como garantía de futuro. Se han cultivado con éxito especies como Thelypteris palustris, Diplazium caudatum, Pteris incompleta, Christella dentata, Dryopteris tyrrhena y Marsilea strigosa entre otras. 

El Plan de recuperación de helechos se lleva a cabo mediante su Programa de Actuación de Helechos aprobado mediante la Orden de 20 de mayo de 2015concreta en el tiempo y en el territorio las actuaciones necesarias para desarrollar las medidas previstas en el Plan.

El Plan de recuperación de helechos se lleva a cabo mediante su Programa de Actuación de Helechos aprobado mediante la Orden de 20 de mayo de 2015concreta en el tiempo y en el territorio las actuaciones necesarias para desarrollar las medidas previstas en el Plan.