El traslado del monopolio de Indias de Sevilla a Cádiz a principios del XVIII supuso para
el ámbito de la Bahía un periodo de prosperidad sin precedentes con un fuerte impulso de
la actividad económica y la población. Cádiz se convierte en una de las capitales más ricas
de España y en modelo de los logros y luces de la Ilustración. Este periodo de intensiva
construcción urbana concluye al acabar el siglo mostrando una ciudad prácticamente
terminada, con una configuración que, en lo esencial, sigue vigente hasta nuestros días.
Esta visión de Cádiz en el momento de la proclamación de la Constitución de 1812 representa
a una ciudad aún poderosa pero que ha empezado a deslizarse en la inevitable decadencia
causada por la pérdida del monopolio comercial americano, los conflictos con Inglaterra
–nueva potencia emergente–, la guerra con Francia, y, en definitiva, por la independencia
inminente de la mayoría de las colonias españolas de ultramar. No obstante,
quien tuvo,
retuvo
, y la “Tacita de Plata” tenía motivos para presumir de modernidad, con sus calles
bien pavimentadas, el saneamiento de las aguas residuales resuelto, y repleta de concurridos
paseos, teatros y cafés donde palpitaba una amena vida social entre gente abierta y tolerante.
Si la trama urbana se configura en esta época, también puede afirmarse que el espacio
natural de la Bahía, tal como lo percibimos y con el que nos identificamos hoy, alcanza
en este periodo su madurez y plenitud original, como soporte físico sobre el que
se desarrollarán en los siglos XIX y XX actuaciones de gran calado que modificarán
profundamente su fisonomía. Ya en los tiempos de esta imagen se aprecian algunas
transformaciones notables: se hacen cortas y rellenos, la marisma se llena de molinos
hidráulicos de marea, mientras que la superficie de salinas empieza a ser muy significativa.
Una modesta avanzadilla de lo que restaba por venir hasta la actualidad.
La lámina y las páginas siguientes recrean una artística y rigurosa panorámica de Cádiz y
su Bahía en esta etapa crucial de su historia, desplegada bajo la dimensión interpretativa del
agua, un elemento clave para la Humanidad y, cómo no, también para este territorio tan
singular de la comunidad andaluza, donde ha jugado un papel más que fundamental: a veces
contradictorio, siempre sorprendente.
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] A GU A , T E R R I T O R I O Y C I U D A D