Ecobarómetro de Andalucía 2018

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Documento correspondiente a la XIII edición del Ecobarómetro de Andalucía (año 2018), instrumento de periodicidad variable que, desde 2001, realiza la administración ambiental de la Junta de Andalucía para conocer qué se requiere cambiar en el conocimiento, las actitudes y el comportamiento social para aumentar la motivación, el compromiso y la conciencia ambiental en la región.

Portada Informe completo Ecobarómetro 2018

Portada Informe completo Ecobarómetro 2018

El Ecobarómetro 2018, que se integra en la Red de Información Ambiental de Andalucía (REDIAM), corresponde al análisis de los principales resultados obtenidos en la encuesta realizada, entre los meses de julio a octubre de 2018, a una muestra representativa de la población andaluza mayor de 18 años.

En esta edición del Ecobarómetro se recoge, además de las cuestiones tradicionalmente tratadas, una serie de recomendaciones para fortalecer la gobernanza ambiental teniendo en cuenta la singularidad de la conciencia ambiental en los distintos tipos de territorios y contextos sociodemográficos de la región andaluza.

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Ecobarómetro de Andalucía 2018

Portada Informe de síntesis Ecobarómetro 2018

Este Informe corresponde a la síntesis de los principales resultados obtenidos a partir de la encuesta realizada entre los meses de julio y octubre de 2018.

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Ecobarómetro de Andalucía 2018

Este documento recopila los resultados de la encuesta correspondiente al Ecobarómetro de Andalucía 2018, segregados en función de los rasgos sociodemográficos de los encuestados (sexo, edad, nivel de estudios), el contexto socioecológico de residencia (ecorregión), la provincia y la preocupación-interés por el medio ambiente.

El Ecobarómetro de Andalucía tiene como principal identificar posibles cambios en la conciencia ambiental de los andaluces con el objeto de adecuar los instrumentos de gestión relacionados con la gobernanza ambiental en la región, así como medir el impacto y la valoración social de las políticas ambientales en la Comunidad Autónoma.

En su decimotercera edición, se analizan los principales resultados obtenidos a través de una encuesta presencial realizada, entre los meses de julio a octubre de 2018, a una muestra representativa de la población andaluza de 5001 ciudadanos de ambos sexos, de 18 años y más, abarcando distintos perfiles sociodemográficos y escalas territoriales.

Comparando los resultados de las encuestas del Ecobarómetro 2018 con los obtenidos en ediciones anteriores, se pueden extraer las siguientes conclusiones generales:

Aumenta la preocupación y la conciencia ambiental de los ciudadanos andaluces, aunque con ciertas contradicciones que exigen fortalecer la comunicación, información y educación ambiental sobre el riesgo social, cultural y económico que implica la falta de sostenibilidad ambiental.

Los temas ambientales ganan presencia en la conciencia ciudadana, registrándose en esta edición los resultados más elevados desde el origen del Ecobarómetro de Andalucía. No obstante, y a pesar de que la mayoría de los andaluces reconoce la influencia negativa que el modo de vida de la sociedad contemporánea tiene en el adecuado funcionamiento de los sistemas naturales y de la importancia que el buen estado de aquellos tiene en las distintas dimensiones del bienestar humano, la postura mayoritaria entre los ciudadanos sigue siendo la que defiende subordinar la protección ambiental a la bonanza económica.

En general, la situación del medio ambiente se percibe negativa en los ámbitos local, regional y global. Al igual que en ediciones anteriores del EBA, el cambio climático se percibe como el principal problema ambiental a nivel global. A escala regional, si bien se mantiene la mayor preocupación por los incendios forestales, ha aumentado significativamente desde 2013 la inquietud ciudadana por el deterioro de playas y mares y el de ríos, humedales y aguas subterráneas. En el ámbito local la principal preocupación de los ciudadanos se relaciona con la suciedad, la falta de limpieza en las calles y la gestión de los residuos sólidos urbanos.

A escala regional, los ciudadanos consideran que el origen principal de los problemas ambientales se encuentra, a grandes rasgos, en el abandono del campo y de las actividades tradicionales. Les siguen, en orden de importancia, el actual modelo económico, los cambios en los estilos de vida y en el consumo y las decisiones políticas. Sin embargo, no se perciben como negativos en la región otros impulsores indirectos del cambio global tales como los cambios demográficos, la globalización o los avances en ciencia y tecnología.

En relación al agua, uno de los ámbitos más relevantes de la gestión ambiental en Andalucía, la población muestra una creciente sensibilidad, tanto respecto a su disponibilidad para el uso humano como sobre su papel en los ecosistemas. De hecho, un 50% de los ciudadanos reconoce el valor del agua como capital natural, lo que contrasta con los bajos niveles de apoyo que muestra en general la población con medidas de gestión que mejoran la sostenibilidad, como controlar la contaminación de ríos y aguas subterráneas o disminuir el agua para regadíos. Por otro lado, y a pesar de que los resultados reflejan que sólo un pequeño porcentaje de encuestados conoce la contribución relativa de los distintos usos humanos en el consumo de agua en la región, en general, los andaluces apoyan más el enfoque basado en un uso más responsable del agua que el aumento en la oferta de recursos.

Poco más del 28% de los andaluces se considera bien informado en cuestiones ambientales. Una mayor presencia de noticias de carácter ambiental en los medios de comunicación más populares entre la ciudadanía podría contribuir a revertir el déficit de información ambiental percibido.

En la actualidad, la población andaluza se considera más interesada que informada sobre cuestiones ambientales. Desde 2013, el nivel de interés presenta una tendencia creciente, mientras que el nivel de información percibido se mantiene estable. El acceso a la información ambiental se sigue produciendo principalmente de forma casual, a través de los informativos televisados, aunque en los últimos años ha perdido algún peso frente al auge de otros medios como charlas informales o internet. Cuando la búsqueda de información ambiental se produce de forma explícita, el motivo de las consultas se centra en asuntos de interés personal, más que inquietudes de ocio y turismo o razones laborales o académicas.

La sociedad andaluza muestra una tendencia creciente en su compromiso ambiental. Consolidar y fortalecer esa conciencia ambiental creciente requiere que desde la Administración se de respuesta adecuada a las necesidades que surgen del estilo de vida cambiante de los ciudadanos, especialmente mejorando la información y la disponibilidad de infraestructura en el ámbito de la gestión de los residuos domésticos más contaminantes.

Prácticamente, la totalidad de los andaluces consideran que están contribuyendo a la protección ambiental a través de alguna actuación en el ámbito doméstico, sobre todo a través del reciclaje de residuos domésticos y del ahorro de agua y energía en el hogar. Además, ocho de cada diez encuestados desarrollan de manera frecuente prácticas de movilidad sostenible.

Así mismo, desde 2013 se ha incrementado de forma importante el porcentaje de andaluces que declara hábitos de consumo responsable. Cuatro de cada diez optan de forma frecuente por opciones de consumo que ayuden a conservar los recursos naturales o eviten el desperdicio (ecológicos, reciclados…) y la adquisición de productos de cercanía y de temporada, con una menor huella de carbono y una mayor contribución al desarrollo local, está prácticamente generalizada entre la población andaluza.

Los datos recopilados en esta edición del EBA corroboran que separar los residuos y depositarlos en los contenedores adecuados es una práctica que ya forma parte de la rutina doméstica de los andaluces, especialmente en el caso de los envases ligeros y plásticos, el vidrio y el papel. Otros elementos altamente contaminantes, que requieren su depósito en punto limpio o contenedor específico, como las pinturas y los productos tóxicos inflamables o el aceite doméstico, son los residuos que los andaluces contribuyen en menor medida a facilitar su gestión. Es reseñable que en ambos casos el porcentaje de ciudadanos que alegan ausencia o lejanía de contenedores o servicio de recogida en su zona es mayor que para el resto de tipología de residuos considerados. Además, junto con los enseres domésticos y los residuos medicamentos, son los que más dudas generan sobre sus opciones de retirada selectiva.

Si bien mejora la confianza ciudadana en las autoridades competentes en la gestión ambiental de Andalucía, en ninguna de las escalas territoriales de la Administración los niveles de confianza registrados alcanzan el aprobado. Revertir esta situación exige contrastar la realidad de la percepción ciudadana para acometer los cambios necesarios así como fortalecer la comunicación institucional en relación al alcance de los objetivos y de los retos de las políticas públicas para la gestión ambiental en Andalucía.

El grado de confianza que inspiran en los andaluces las actuaciones de carácter ambiental de la Administración es bastante bajo, ya que, en ninguna de las escalas territoriales las puntuaciones superan el “aprobado” o puntuación media. No obstante, y dentro de los bajos niveles de confianza registrados, los andaluces otorgan los mejores niveles de confianza a la Junta de Andalucía y a la Unión Europea, seguidas de los ayuntamientos y del Gobierno de España. En relación a otras instituciones y organizaciones de la sociedad civil con incidencia en el medioambiente la confianza ciudadana se deposita entre los andaluces principalmente en el sistema educativo, la comunidad científica y las organizaciones ecologistas.

De forma particular, la actuación ambiental desarrollada por la Junta de Andalucía es valorada de forma positiva por algo más de un tercio de los ciudadanos, registrándose un aumento de casi 10 puntos porcentuales respecto a 2013. Así mismo ha mejorado la valoración que estos hacen de las áreas de gestión principales competencia de la administración ambiental regional, especialmente las relacionadas con la conservación de la naturaleza, el control y prevención de los incendios forestales y la promoción de la educación ambiental

En relación a la información ambiental institucional suministrada a través de la web de la Junta de Andalucía, sólo un escaso porcentaje de los encuestados declara haber accedido alguna vez a la misma. No obstante, y a pesar de haberse reducido el porcentaje de visitantes con respecto a 2013, los que lo hacen, la evalúan de forma favorable. De los temas sugeridos, los ciudadanos demandan a la Administración Pública más información sobre las características y el estado del medio ambiente y sobre los valores naturales en Andalucía, seguido de los planes, programas y actuaciones de la Administración y la colaboración y participación ciudadana. En menor proporción se demanda información sobre actividades participativas que organiza la Administración; estudios e informes técnicos y la relativa a procedimientos administrativos.

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