La Estrategia Andaluza de Calidad del Aire: el papel fundamental de la Administración Local

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La Junta de Andalucía aprueba por Acuerdo del Consejo de Gobierno la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire (EACA), la cual concibe como una herramienta voluntaria que redunda en la calidad de vida de la población, en tanto persigue una mejora sustancial de la calidad del aire que respira. Para su elaboración:

  • Se realiza una evaluación exhaustiva de los niveles de calidad del aire de todas las zonas en las que está dividida Andalucía. Este análisis abarca un periodo temporal comprendido entre 2007 y 2019 (ambos inclusive).
  • Se incluyen todos los contaminantes cuya evaluación es obligatoria según la normativa vigente, independientemente de la superación o no de los objetivos legales.
  • Se comparan dichos valores, no solo con los que establece la legislación, sino también con los valores objetivo planteados por las directivas europeas y con los que contiene la Guía de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más exigentes.

Al mismo tiempo, el nuevo documento refuerza la colaboración interadministrativa y fomenta la participación activa de la ciudadanía en la elaboración de las políticas que le afectan directamente.

La Estrategia ahora aprobada, servirá de marco para la elaboración de planes de mejora en esta materia por parte de las diferentes administraciones andaluzas. Los que correspondan a la administración autonómica andaluza, sustituirán a los actualmente vigentes.

Los objetivos de los futuros planes de mejora de la calidad del aire son:

  • No superar los valores límite de obligado cumplimiento según la normativa.
  • No superar el valor objetivo para la protección de la salud en el caso del ozono y acercar los niveles de calidad del aire a los valores guía que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este último propósito constituye la principal novedad, que recoge el espíritu que está impulsando las modificaciones legislativas en materia de calidad del aire ambiente que se proponen desde la Unión Europea.

Según la OMS, la contaminación del aire representa un importante riesgo ambiental para la salud. En Andalucía, los principales problemas de contaminación están asociados a elevados niveles de partículas, óxidos de nitrógeno y ozono. Esta situación es similar a la de otros países europeos, si bien nuestra región se ve muy afectada por sus circunstancias climatológicas y geográficas (alta insolación, estabilidad atmosférica, bajas precipitaciones y proximidad al continente africano).

Por la gran importancia que tiene para la salud humana, tanto la Comisión Europea, como las autoridades nacionales y autonómicas, han dado numerosos e importantes pasos con objeto de reducir sustancialmente la contaminación atmosférica en toda la Unión Europea. Prueba de ello es el Paquete «Aire Puro» para Europa o el Plan AIRE II 2017-2019, desarrollado en el marco de la Ley 34/2007, de 15 de noviembre y el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire.

En el contexto andaluz, se han aprobado varios planes de mejora de la calidad del aire, aunque cabe citar los planes de mejora de la calidad del aire en determinadas zonas de Andalucía aprobados mediante el Decreto 231/2013, de 3 de diciembre. Estos planes se enmarcan dentro de la Ley 7/2007, de 9 de julio, de gestión integrada de la calidad ambiental, así como del Decreto 239/2011, de 12 de julio, por el que se regula la calidad del medio ambiente atmosférico y se crea el Registro de Sistemas de Evaluación de la Calidad del Aire en Andalucía.

Para continuar con esta senda, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, a propuesta del Consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, aprobó por Acuerdo de 19 de Abril de 2016, la formulación de la Estrategia Andaluza de la Calidad del Aire.

La Consejería con competancias en Medio Ambiente aprueba por Acuerdo del Consejo de Gobierno la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire (EACA), con el objeto de mejorar la calidad del aire y, por consiguiente, la calidad de vida de la población. La EACA se desarrolla como una herramienta voluntaria y para su elaboración, se realiza una evaluación exhaustiva de los niveles de calidad del aire de todas las zonas en las que está dividida Andalucía a los efectos de evaluación de la calidad del aire.

Los planteamientos de la EACA son los pilares en los que se fundamentarán los futuros planes de mejora de la calidad del aire, que comprenderán las 13 zonas de evaluación definidas en el territorio regional, los cuales acometerán las distintas administraciones andaluzas que resulten competentes para aprobar y ejecutar sus respectivos planes o, en su caso, proponer las medidas a incluir en los mismos.

Este marco de actuación permite:

  • Adelantarse a los cambios legislativos que se están valorando en la Unión Europea, en materia de calidad del aire ambiente.
  • Abordar de manera conjunta la calidad del aire y sus efectos sobre el clima, dada la necesidad apremiante de definir de manera interrelacionada los objetivos en materia de calidad del aire con los de mitigación del cambio climático (emisiones de gases de efecto invernadero), sobre todo para el caso de algunos contaminantes climáticos de vida corta, que son aquellos que tienen un tiempo reducido de permanencia en la atmósfera, como el ozono (O3) y el carbono negro u hollín, presente en las partículas  y aquellos denominados otros gases de efecto invernadero indirecto: NOx, CO, SOx y COVNM. Todos ellos, con importantes repercusiones en el clima y en la contaminación atmosférica.

En Andalucía, los principales problemas de contaminación están asociados a elevados niveles de partículas, óxidos de nitrógeno y ozono. Esta situación es similar a la de otros países europeos, si bien nuestra región se ve muy afectada por sus circunstancias climatológicas y geográficas (alta insolación, estabilidad atmosférica, bajas precipitaciones y proximidad al continente africano).

El tráfico rodado, el sector doméstico, comercial e institucional y la producción de energía eléctrica son los principales sectores responsables de las emisiones de contaminantes. En función de la zona, aparecen otros sectores, como el tráfico marítimo, la actividad industrial específica del entorno o actividades agrícolas y ganaderas.

La Estrategia parte de un diagnóstico detallado de la calidad del aire en todo el territorio andaluz. Este diagnóstico utiliza tres instrumentos esenciales:

  1. Evaluación de la calidad del aire a través de los datos de la Red de Vigilancia y Control.
  2. Inventario de emisiones a la atmósfera en Andalucía, en el que se detallan, en un ámbito anual, la distribución y cuantía de las emisiones para los distintos contaminantes con desagregación a escala municipal.
  3. Estudio de contribución de fuentes, en el que se determina la procedencia de la contaminación del aire ambiente mediante una combinación de instrumentos basados en el análisis químico y en la modelización.

Con este diagnóstico, se proponen medidas a aplicar en cada ámbito, las cuales se han complementado con un análisis detallado coste beneficio, el cual facilitará la selección de medidas reales a ejecutar en los distintos planes de mejora.

Partiendo de toda la información anterior, la Estrategia propone qué planes de mejora de la calidad del aire deberían elaborarse en cada zona. Estos planes son el resultado fundamental de la Estrategia y, tal y como se incluyen en la misma, serán de los siguientes tipos:

  1. Planes de mejora de la calidad del aire en las zonas en las que se superan los valores límite establecidos en el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, donde se deben hacer obligatoriamente dichos planes.
  2. En las zonas en las que superan los niveles propuestos por la OMS, se considera necesaria la realización de planes de mejora de la calidad del aire, con el objetivo de poder cumplir con los mismos a medio o largo plazo. Dentro de este epígrafe también se incluyen las situaciones de NO2 que han registrado valores cercanos al valor límite ya que, aunque para este contaminante el valor propuesto por la OMS es igual al valor límite legal, se considera importante tomar medidas para evitar que las mínimas variaciones puedan dar lugar a la superación de dicho valor.
  3. Planes de mejora de la calidad del aire cuyo objetivo es reducir las emisiones de precursores de ozono, principalmente NOx y compuestos orgánicos volátiles, para cumplir el valor objetivo para la protección de la salud humana establecido en el Real Decreto 102/2011.

Por último, se selecciona un ampio abanico de indicadores que permita la realización de un detallado seguimiento de los resultados de la Estrategia, los cuales se irán obteniendo a medida que se vayan ejecutando los diferentes planes de mejora propuestos.

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