
Acude a nuestros centros de visitantes, puntos de información y ecomuseos para sacarle el máximo partido a tu visita.
El paisaje, la historia, el fácil recorrido y la cercanía a la ciudad son algunos de los alicientes elementales que deben conducirnos hasta este sendero. Se inicia en el llano de la Perdiz, para descender en zigzag por la umbría, bien poblada de vegetación de encinas, coscojas, pinos y quejigos principalmente hasta el nivel de la acequia Real.
Desde la creación de las primeras estructuras defensivas situadas en la actual Alhambra, hace más de mil años, el abastecimiento de agua ha sido siempre una continua preocupación, incrementada por las necesidades de jardinería y del abastecimiento a los palacios. Sucesivas y costosas infraestructuras se han construido a lo largo de más de un milenio, desde profundos pozos, aljibes, acequias y otras. Actualmente la Acequia Real de la Alhambra toma las aguas del río Darro y discurre con la pendiente necesaria, por la umbría de la Dehesa del Generalife mediante túneles. El único testigo evidente son las galerías construidas para extraer los materiales y para mantener el túnel y sólo en un punto es observable la acequia como tal.
El aliciente fundamental de este sendero es el paisaje y la historia. El valle del río Darro deja ver las huertas primorosas y al norte el camino de Beas, el cerro de San Miguel, el Sacromonte y el Albaicín nos regalan imágenes espectaculares. Destaca sobre todo la Abadía del Sacromonte y los restos de las murallas islámicas del siglo XI.
El acceso se puede realizarse además desde la Silla del Moro, y es recomendable si las condiciones físicas lo permiten, subir por la Cuesta de Los Chinos, auténtica maravilla para la vista y para mejorar físicamente el estado de forma.
Acude a nuestros centros de visitantes, puntos de información y ecomuseos para sacarle el máximo partido a tu visita.
No molestes ni des comida a los animales. Alterarías negativamente su conducta.
Consulta la previsión meteorológica antes de iniciar tu actividad.
Lleva agua, protección solar, ropa y calzado adecuados.
Lleva un móvil con suficiente batería en caso de emergencia (112), pero recuerda que no siempre hay cobertura.
Por tu seguridad y la del entorno, no te salgas del camino señalizado ni tomes atajos.
Extrema la precaución en condiciones adversas y ante la presencia ocasional de animales o vehículos a motor.
Sigue las recomendaciones y cumple la normativa en todo momento
Respeta las instalaciones puestas a tu disposición. Su mantenimiento lo pagamos todos.
Colabora para evitar incendios. No arrojes cigarrillos o cualquier otro objeto que produzca combustión.
La basura no vuelve sola. Llévala contigo hasta el contenedor más próximo. Reduce, reutiliza, recicla.
Evita salir solo. Si lo haces, comunica recorrido y hora de regreso a otras personas.
El ruido es otra forma de contaminación. En silencio disfrutarás más de tu experiencia.
Convive respetuosamente con la gente del lugar y demás usuarios. Respeta los bienes y propiedades privadas.
Facilita el uso a personas con necesidades especiales.
Consumiendo productos locales y contando con empresas de la zona contribuirás al desarrollo rural.
Practica un turismo responsable y comprometido con el entorno. ¡Sé un verdadero ecoturista!
Nunca abandones a tu mascota en la naturaleza. Pondría en peligro la flora y la fauna del lugar.
Desplázate de una manera sostenible: transporte público, bicicleta, a pie, vehículo eléctrico o compartido… Aparca en los lugares habilitados
No dejes huella de tu paso por la naturaleza. El mejor recuerdo que puedes llevarte es tu propia fotografía.
Tu seguridad es nuestra preocupación, pero es tu responsabilidad.
La conservación de los espacios naturales también está en tus manos. ¡Gracias por tu colaboración!