
Acude a nuestros centros de visitantes, puntos de información y ecomuseos para sacarle el máximo partido a tu visita.
Localizado al Norte de la ciudad de Almería entre las Sierras de los Filabres y Alhamilla, este paraje se caracteriza por un conjunto de cárcavas recorridas por auténticos wadis (ríos torrenciales en los desiertos) que sólo llevan agua, barro, y piedras durante las avenidas. Es considerada la única zona desértica propiamente dicha de todo el continente europeo y ofrece un paisaje tremendamente sugestivo y sobrecogedor. Precipitaciones que no alcanzan 250 mm anuales y temperaturas medias superiores de los 17ºC, han contribuido a la formación de un tipo de terreno conocido como "bad-lands" (tierras malas), enclavadas entre los altos relieves de Filabres, Alhamilla, Gádor y Sierra Nevada.
Al interés paisajístico y geológico, se une un alto valor botánico y faunístico, por hallarse especies que se distinguen por su rareza, muchas únicas en el continente europeo e incluso en el mundo. La desolación del Desierto de Tabernas es tan espectacular como las características geólogicas que lo enmarcan, mientras la escasa y rara vegetación, constituye una comunidad semejante al de los desiertos norteafricanos. La singularidad de la flora del desierto almeriense la define la presencia de la crucífera Euzomodendron bourgaeanum (endemismo de Tabernas).
Por la riqueza de su avifauna este paraje se declaró Zona de Especial Protección para las Aves. Las aves se pueden observar, sobre todo, en los cursos de las ramblas o en las paredes donde encuentran lugares para refugiarse y nidificar. Es el caso del vencejo real, el avión roquero, el roquero solitario, o la grajilla. Además en este singular paraje habitan reptiles como la lagartija colirroja, culebra de escalera o el lagarto ocelado y mamíferos como el zorro, conejo, lirón careto y las dos especies de erizos españoles, el moruno y el común.
Acude a nuestros centros de visitantes, puntos de información y ecomuseos para sacarle el máximo partido a tu visita.
Sigue las recomendaciones y cumple la normativa en todo momento
Respeta las instalaciones puestas a tu disposición. Su mantenimiento lo pagamos todos.
Colabora para evitar incendios. No arrojes cigarrillos o cualquier otro objeto que produzca combustión.
La basura no vuelve sola. Llévala contigo hasta el contenedor más próximo. Reduce, reutiliza, recicla.
El ruido es otra forma de contaminación. En silencio disfrutarás más de tu experiencia.
Convive respetuosamente con la gente del lugar y demás usuarios. Respeta los bienes y propiedades privadas.
Facilita el uso a personas con necesidades especiales.
Consumiendo productos locales y contando con empresas de la zona contribuirás al desarrollo rural.
Practica un turismo responsable y comprometido con el entorno. ¡Sé un verdadero ecoturista!
Nunca abandones a tu mascota en la naturaleza. Pondría en peligro la flora y la fauna del lugar.
Desplázate de una manera sostenible: transporte público, bicicleta, a pie, vehículo eléctrico o compartido… Aparca en los lugares habilitados
No dejes huella de tu paso por la naturaleza. El mejor recuerdo que puedes llevarte es tu propia fotografía.
Tu seguridad es nuestra preocupación, pero es tu responsabilidad.
La conservación de los espacios naturales también está en tus manos. ¡Gracias por tu colaboración!