Se localiza en la vertiente meridional de Sierra Morena en su parte central en la provincia de Córdoba. Se extiende sobre 40047, 67 ha de los términos municipales de Adamuz, El Carpio, Córdoba, Espiel, Montoro, Obejo, Pozoblanco, Villafranca de Córdoba, Villaharta y Villanueva de Córdoba La vegetación es muy similar a la del Guadiato Bembézar y de la Sierra Suroeste de Cardeña y Montoro. La formación más representativa es el bosque esclerófilo mediterráneo dominado por la encina como especie arbórea más abundante, seguida del alcornoque en las zonas silíceas más húmedas en el este del área y, en menor medida, el acebuche y el quejigo. La inmensa mayoría de encinares se encuentran muy transformados por la acción del hombre, en forma de dehesa principalmente, o como simples formaciones de matorral serial, en otros. En este sentido, el paisaje característico lo conforma un mosaico con predominio de encinares adehesados y terrenos de cultivo más o menos marginales, principalmente olivares de sierra y viñedos, que alternan con grandes superficies de matorral. Las dehesas presentan una gran heterogeneidad vertical y horizontal, con una estructura en estratos o pisos (arbóreo, arbustivo y herbáceo) que pueden variar de unas zonas a otras. Así se conjugan zonas de diferente densidad de arbolado, manchas de matorral más o menos densas, pequeñas vaguadas y terrenos de cultivo, dando lugar a una gran variedad de microhábitats. Los encinares basófilos subhúmedos están restringidos a dos pequeños núcleos de Guadalmellato: el de mayor extensión, en la zona noroeste, y el menor, en el límite suroeste del espacio. La comunidad cabeza de serie son los encinares que están muy alterados por la acción antrópica y en los que se presenta raramente algún elemento basófilo como coronillas o espantalobos. En las serretas calizas y sobre suelos pedregosos se desarrolla un coscojal.
También destacan las manchas de pinar, procedentes en su mayoría de repoblación, donde las especies mayoritarias son pino piñonero y pino negral. Asimismo, es relevante la presencia de pequeñas manchas de Pino canario, introducidos de forma experimental y que se encuentran en muy buen estado vegetativo.
Asociado con el estrato arbóreo, existe una buena representación de matorral noble caracterizado por lentiscos, acebuches, madroños y enebros, entre otros, que forman ecosistemas maduros propios del sotobosque mediterráneo. En relación con el matorral serial degradativo, aparecen coscojas, retamas, brezales y jarales que crecen sobre suelos menos fértiles y degradados.
En las zonas más meridionales de Sierra Morena, muy cerca o en contacto con la Depresión del Guadalquivir han sido reemplazados por olivares, algunos productivos y otros muchos de claro carácter marginal
En cuanto a la fauna es muy similar al resto de Sierra Morena y uno de los grupos más representativos lo constituyen las aves, y dentro de estas, las rapaces son especialmente importantes, destacando águila imperial y águila real y recientemente el buitre negro. Otras especies de aves importantes son la cigüeña negra, águila perdicera, águila calzada, águila culebrera, milano real en invernada y búho real. Entre los mamíferos destaca la presencia de lince ibérico, que en esta área presenta una de las poblaciones más interesantes, fruto de un proyecto de reintroducción. Otro mamífero importante es el lobo (Canis lupus), cuyas dos únicas poblaciones en Andalucía se localizaban hasta hace poco en Sierra Morena, y en esta zona, al norte se han dado algunas de las últimas citas, y que junto al lince, son las especies objetivo de esta zona. La nutria también está presente, al igual que numerosas especies de quirópteros cavernícolas, entre los que cabe mencionar el murciélago de cueva, murciélago ratonero mediano, murciélago ratonero grande, murciélago de herradura, murciélago grande de herradura, murciélago mediano de herradura y murciélago pequeño de herradura.
Asociados a los numerosos cursos de agua existentes, habitan distintas especies de anfibios como sapillo pintojo ibérico, sapo de espuelas, sapo partero ibérico, sapo corredor, ranita meridional; y reptiles como galápago leproso y galápago europeo. Otros reptiles de interés comunitario son el eslizón ibérico y la culebra de herradura.
Respecto a la fauna piscícola, destacan la boga de río, pardilla, calandino y colmilleja. Estas especies son indicadoras del estado favorable de la calidad del agua, aunque debido a la existencia de infraestructuras hidráulicas, se ha perdido conectividad en las cuencas.