A la derecha de la carretera en la entrada de la población de Molvízar y junto al barranco del Lugar se debe iniciar el recorrido. Cruzar en coche la población es complicado. Además es una localidad privilegiada para andar. El tramo junto al barranco del Lugar o del Pueblo ha sido adaptado para circular por el margen derecho del riachuelo con vistas a las huertas tradicionales en abancalados balates que se extienden por la ladera Este. Sobre nosotros se extiende la población también escalonada, dada la topografía accidentada de esta zona, donde la Bética cae al Mediterráneo de forma abrupta.

En seguida y camino del cementerio encontramos la señal de inicio del sendero. Ascendemos por el lecho del barranco, irregular pero nada complicado y salpicado de pinos y huertecillos, junto a nuevas residencias. Al dejar el barranco por la loma de los Pinillos, encontramos una pequeña fuente, que puede darnos idea del cultivo tradicional, con aprovechamiento de todos los recursos. Pequeñas albercas almacenan el hilillo de agua del manantial cercano. Luego por gravedad e inundación se descarga hacia las paratas pequeñas y estrechas pobladas de frutales.

Seguimos en ascenso, abandonando las antiguas zonas de cultivo, para entrar en los roquedales de la sierra, por la llamada Senda del Minchar encaminada hacia la zona alta de la sierra, donde se cultivaban algunas parcelas en otro tiempo. En seguida llegamos a una bifurcación, ya que el sendero tiene forma de Y. Ahora entramos en un tramo de senda, abierto principalmente para las repoblaciones forestales de principios del siglo XX. A la izquierda (Oeste), nos lleva hasta el mirador las Minas, tras cruzar de nuevo el barranco del Pueblo y una zona de descanso, entre grandes eucaliptos.

A destacar la sólida construcción del sendero, con apertura de trincheras en roca de hasta tres metros de altura y muros de contención realizados con piedra seca, que se mantiene sin embargo de forma perfecta. Una pequeña obra de arte. El tramo de la derecha (Este) nos lleva hasta el mirador de la Vega Tropical. Algunos tramos del sendero discurren por los nuevos carriles, pero en su mayoría lo hacen por la vieja senda, que se conserva en perfecto estado, aunque periódicamente se realizan labores de desbroce y mejora de algún tramo. Tras bordear la zona de la cuesta de la Caída, encontramos una fuente recientemente restaurada, donde podremos repostar y descansar. El paso sobre el barranco del Minchar es un ejemplo del correcto diseño de estos senderos tradicionales, que siguen las curvas de nivel por lugares favorables y que permiten observar el paisaje en todas sus dimensiones.

Además del entorno serrano, hay que destacar y observar con detalle, porque bien lo merece, todo el delta del río Guadalfeo, con Salobreña y su destacado castillo a la derecha. Mas a la izquierda queda Motril y su Puerto. El Mediterráneo se abre al fondo, y si el día es claro hasta es posible con la ayuda de prismáticos, divisar la costa africana.

La vuelta, aunque se pude realizar por alguno de los carriles que ascienden desde la población o desde la carretera local, es recomendable hacerla por el mismo trazado, mucho mas tranquilo y agradable y desde luego visitar el pueblo.