No parece ya posible en los momentos actuales analizar el clima de una región sin tomar en consideración la posibilidad de cambios esperables en el futuro. Las evidencias de cambio climático como consecuencia de la intervención antrópica sobre el sistema son ya tan rotundas y la unanimidad científica tan grande, que cada vez se disipan más las dudas iniciales en torno a este tema.
Sintetizando hasta el máximo el tema, parece hoy ya universalmente admitido que la emisión hacia la atmósfera por parte del hombre de gases de efecto invernadero (GEI) provocaría una modificación del balance de energía del sistema climático conducente a un calentamiento global. De él a su vez se derivarían cambios en otras variables climáticas e impactos considerables tanto en el sistema natural como en las actividades humanas. Dicho cambio estaría ya generando manifestaciones en forma de tendencias crecientes en las temperaturas planetarias como fenómeno más destacable. Las múltiples interrelaciones existentes en el sistema climático mundial y el carácter global atribuible al cambio climático determinan que ningún ámbito planetario se vea eximido de esta amenaza, y ello nos obliga a plantear, aunque sea someramente, el estado de la cuestión en Andalucía.
En este sentido, el primer hecho destacable es que el espacio andaluz manifiesta en los momentos actuales pautas de comportamiento muy similares a las registradas para todo el conjunto del planeta. El III Informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) evalúa en aproximadamente 0,6° C el incremento experimentado por las temperaturas en el planeta desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, registrándose también valores de este orden de magnitud en las series termométricas existentes en Andalucía (ver los gráficos alfinal del párrafo). Las series de Granada, Cérdoba y Jerez de la Frontera -representativas de todo el territorio andaluz- han sido sometidas al mismo tratamiento que las series medias mundiales utilizadas para las evaluaciones del calentamiento global por parte del IPCC. Consecuentemente, en ellas se han corregido las posibles inhomogeneidades derivadas de errores en la medición o la transcripción de los datos, y se ha eliminado el efecto urbano. En las nuevas series, resultantes de la aplicación de estos procesos, se han calculado las anomalías de las temperaturas medias anuales respecto a las respectivas medias del periodo 1961-90 y en ellas surgen tendencias muy similares a las que caracterizan el comportamiento mundial: un ascenso sostenido de las temperaturas durante la primera mitad del siglo, con culmen en los años cuarenta, un descenso desde entonces hasta mediados de los años setenta, y un nuevo ascenso desde entonces hasta la actualidad, de forma tal que las anomalías más recientes alcanzan un valor próximo a +0,6, como sucede a nivel planetario. De hecho, en nuestras estacione las anomalías térmicas para el año 2001 rebasan en ocasiones el valor de +0,6, alcanzando los valores de +0,546 para Córdoba, +0,85 para Jerez y +0,92 para Granada.
Además, para la toma en consideración de las variaciones térmicas experimentadas a lo largo de todo el periodo, y no sólo de la experimentada en el año objeto de análisis, hemos elaborado el índice de calentamiento anual, que resulta de la media aritmética entre la anomalía térmica del año y el incremento térmico acumulado desde el inicio del periodo. En nuestras estaciones este incremento acumulado a lo largo del siglo XX ha sido por término medio de +1,5°, lo que determina que el índice de calentamiento se sitúe en valores próximos a +1° en las tres estaciones analizadas: +0,98 en Córdoba, +1,19 en Jerez y +1,46 en Granada.
El fenómeno se sitúa en la línea de la preocupación internacional por el posible calentamiento del planeta como consecuencia de las emisiones hacia la atmósfera de cantidades crecientes de gases de efecto invernadero, y refuerza el interés de nuestra participación en los foros que intentan aportar alguna solución a este problema.
Figura 1: Anomalías térmicas e índices de calentamiento
Tampoco en las precipitaciones las tendencias recientes en Andalucía contradicen los hechos constatados a nivel mundial, si bien éstos son más irregulares que los manifestados por las temperaturas. Los datos instrumentales relativos al siglo pasado muestran un aumento de la precipitación de 0,5% a 1% por década para las latitudes medias y altas del hemisferio Norte, pero una disminución de un 0,3% por década en las latitudes subtropicales. La Península Ibérica refleja bien esta situación y muestra un ligero aumento en sus observatorios septentrionales, pero una disminución en los meridionales, entre los cuales se encuentran los ubicados en Andalucía. Los índices de sequía en las cuencas vertientes de la región ya muestran este descenso pluviométrico con claridad, al integrar todas las grandes secuencias secas a partir de los años setenta y especialmente en los años ochenta y noventa.
Estas tendencias reflejan la evolución del clima desde el pasado hasta la actualidad y en ningún caso pueden servir para adelantar el futuro. Para este fin se cuenta con los modelos de simulación del sistema climático mundial, los cuales, situándose en diferentes posibles escenarios de futuro, adelantan el comportamiento climático esperable para cada uno de los escenarios.
La valoración adecuada de estas previsiones exige dos consideraciones previas. En primer lugar, la concerniente a las fuentes de incertidumbre existentes en ellas. Estas incertidumbres se derivan del conocimiento aún no perfecto del funcionamiento del sistema climático en toda su complejidad, pero se derivan, sobre todo, de la dificultad inherente a la previsión de la evolución de los comportamientos de la sociedad en el futuro, de los cuales depende en último término la emisión de GEI y el cambio climático derivado. Ello determina que las previsiones del clima del futuro no sean nunca tajantes, sino que ofrecen un abanico de posibilidades que está ligada, en el fondo, a las múltiples formas en que la actividad humana puede evolucionar. La importancia de un cambio tecnológico conducente a una mayor eficiencia en el uso de la energía, o de un cambio en las pautas demográficas conducente a un control de la explosión demográfica, pueden ser algunas muestras de este tipo de evoluciones sociales con particular incidencia en el cambio climático.
Además, conviene tener presente que las previsiones de futuro ofrecidas por los modelos de simulación del sistema son muy sólidas y consistentes para la escala planetaria, pero más inciertas a medida que se reduce el ámbito espacial de la previsión. Ello supone que no se dispone en la actualidad de previsiones muy fidedignas a escala regional ni local, debiendo limitarnos a aceptar las salidas de los modelos para grandes conjuntos espaciales, tales como la cuenca del Mediterráneo o el sur de Europa, que serían los ámbitos en los que se inscribe nuestra región.
Aceptando estas premisas, podemos asumir como aplicables a Andalucía las previsiones realizadas para el sur de Europa, las cuales pueden sintetizarse en los siguientes hechos. En cuanto a las temperaturas, se prevé para Europa un calentamiento que oscila entre 0,1° y 0,4° por década (dependiendo de los escenarios considerados), siendo este calentamiento máximo en el sur y el nordeste (España, Grecia e Italia, así como Finlandia y el este de Rusia). El calentamiento sería más homogéneo durante el invierno, pero en el verano dibujaría un acusado gradiente norte-sur, de forma tal que en el sur de Europa se situaría en 0,2°-0,6° por dácada. Las precipitaciones también muestran esta disimetría entre el norte y el sur, señalando un aumento en el norte de un 1% a un 2% por década y un ligero descenso en el sur, que no supera el 1% por década. Es destacable también el gran contraste existente entre el invierno y el verano en las pautas de cambio pluviométrico. La mayoría del territorio europeo aumentará sus precipitaciones en el invierno, pero en el verano surgirá un fuerte gradiente norte-sur, con un incremento superior a un 2% por década en el primero, frente a un descenso que rebasará el -5% en el segundo. La disminución de las precipitaciones precisamente durante la estación estival, que es la que registra mayor demanda evaporativa del aire, implicaría una reducción sustancial del contenido de humedad del suelo y constituiría una seria amenaza para el estado de los recursos hídricos, lo cual ya se recoge en numerosas investigaciones y en documentos oficiales relacionados con este tema.
No es fácil valorar el impacto que estos cambios puedan tener sobre Andalucía ni los procesos de adaptación a que ésta deberá someterse, si bien cabe esperar que el aprendizaje realizado por la región en este sentido en virtud de la gran variabilidad natural que el clima presenta constituya un aliado eficaz.
It doesn't seem possible to analyze the climate of a region without considering the possibility of predictable future changes. The evidences of climate change as a consequence of human intervention on the system are nowadays such categorical and the scientific unanimity such big that, initial doubts are progressively disappearing.
Synthesizing to the maximum the theme, it's nowadays universally accepted that the emision by humans of greenhouse gases (GEI) to the atmosphere will produce a modify in the energy balance of the climatic system motivating a global warm-up. Other changes in climatic variables will derive from it with considerable impacts on the natural system and human activities. That change could be actually generating signs like crescent tendencies in planetary temperatures as the most noticeable phenomenon. The multiple relationships existing in the world's climatic system and the global character attributed to climate change determine that nowhere is released from this threat, and that force us to treat the state of the question in Andalusia.
In that sense, the first noticeable fact is that Andalusian space actually have behaviour patterns similar to those registered for the whole planet. The III Report of the Intergubernamental Panel for the Climate Change (IPCC) evaluates in 0'6° the temperature increase experimented in the planet since the end of the XIX century, registering also this magnitude values in Andalusia (see graphics at the end of the paragraph). The series from Granada, Cordoba and Jerez de la Frontera - representative of the whole Andalusian territory - have been treated in the same way as the worldwide series used by the IPCC for the evaluation of the global warm-up. Consequently, in them possible inhomogeneities deriving from measure errors or data transcription errors have been corrected, and the urban effect has been eliminated. In the new series, resulting from the application of these processes, annual average temperature anomalities have been calculated respect to the averages of the period 1961-1990 and in them appear tendencies similar to those that characterize the worldwide behaviour: a maintained rise of the temperatures in the first half of the century, with its culmination in the forties, a descent from them until the seventies, and a new rise until today, making most recent anomalies reach a value near +0'6°, like it happens at planetary level. In fact, in our stations the thermical anomalies for year 2001 are, in some occasions, over +0'6, reaching the values of +0'58 in Cordoba, +0’86 in Jerez and +0'94 in Granada.
Also, to take in consideration the thermical variations experimented along the period, and not only the experimented in the analyzed year, we have generated the annual warm-up index, which result from the arithmetic average between the annual thermical anomaly and the thermical increase accumulated since the begining of the period. In our stations, this increase accumulated during the XX century has been in average terms +1'5°, determining that the warm-up index is near +1° in the analyzed stations: +0'91 in Cordoba, +0'88 in Jerez and +1'34 in Granada.
The phenomenon is in the line of the international worry about the possible warm-up of the planet as a consequence of the emisions to the atmosphere of crescent quantities of greenhouse gases, and strengthen the interest of our participation in the forums that are actually trying to give a solution to this problem.
Figure 1: Annual Warm-up index
Neither the recent rainfall tendencies in Andalusia contradict the facts registered worldwide, anyway they're more irregular than those registered for the temperatures. Instrumental data relative to the past century show an increase in the rainfall of about 0'5-1% per decade at the medium and high latitudes of the North hemisphere, but a diminish of about 0'3% per decade at the subtropical latitudes. The Iberian peninsula well reflects this situation and shows a light rise in the northern observatories, but a diminish in the southern observatories, among which the Andalusian ones are located. The drought indexes in the pouring basins of the region already show this pluviometric descent with clarity, integrating all the great dry sequences from the sixties and specially in the eighties and nineties.
These tendencies reflect the climate evolution from the past to nowadays and they're never useful to predict the future. For that aim exist the worldwide climatic system simulation models, which, situating in different possible future scenaries, bring forward the predictable climatic behaviour in each scenary.
The addecuate evaluation of these predictions demand two previous considerations. First, concerning to the uncertainty sources present on them. These uncertainties derive from the still not perfect knowledge of the operation of the climatic system in all its complexity, but, over all, from the implicit difficulty in the prediction of the evolution of the social behaviour, on which depend the GEI emissions and the derived climate change. That determine that future climate predictions are never categorical, but they offer different possibilities associated with possible evolutions of human activities. The importance of a technological change implying a more efficient use of the energy, or of a change in demographic guidelines controlling the demographic explosion, are good examples of these type of social evolutions with particular incidence on climate change.
It is also convenient taking into account that future predictions offered by simulation models are quite solid in planet scale, but they get uncertain as the spatial ambit of the prediction is reduced. That means that actually we don't have reliable predicitions at regional or local scale, meaning that we have to accept the models for big spaces, like the Mediterranean basin or South Europe.
Accepting these premises, we can assume as applyable in Andalusia the predictions made for the South of Europe, which can be synthesized in the next facts. About temperatures a warm up between 0'1° and 0'4° per decade is predicted for Europe (depending on the considered scenaries) being this warm-up maximum in the South and in the North-East (Spain, Greece, Italia, Finland and the East of Rusia). The warm-up would be more homogeneus in winter, but in summer it would drive a pronounced gradient from North to South, situating it around 0'2°-0'6° per decade. The rainfalls also show this asymmetry between North and South, having an increase in the North of about 1-2% per decade and a small descent in the South lower than 1% per decade. It is also noticeable the great contrast exisiting between summer and winter in the guidelines of the pluviometric change. The majority of European territory will increase its rainfalls in winter, but in summer a strong North-South gradient will arise, with an increase over 2% per decade in the first one, and a descent in the second one over –5%. The descent of rainfalls precisely in summer, when the bigger evaporative demand takes place, will imply an essential reduction of soil's humidity and will constitute an threat for the state of hydric resources, what is already considered in many investigations and official documents related to this theme.
It isn't easy to evaluate the impact that these changes can have in Andalusia, neither the adaptation processes that it will have to make. Anyway, it's predictable that the learning made by the region in that sense due to the natural variability that the climate present would be an efficient allied.