Gestión cinegética de AMAYA en Sierra de los Filabres

Con las primeras lluvias tras el verano, la Sierra de los Filabres se llena del inconfundible sonido de la berrea del ciervo, uno de los espectáculos naturales más llamativos de la fauna ibérica.

Este fenómeno se produce cuando las ciervas entran en celo y los machos comienzan a marcar su territorio a través de sus característicos berridos y combates. Durante este tiempo, los ciervos se someten a un gran esfuerzo físico, perdiendo peso y energías en su lucha por transmitir sus genes a la próxima generación.

La Sierra de los Filabres, gestionada por Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente a través de Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía dentro del Plan de Gestión Integral (PGI), cuenta con una población estimada de entre 1.500 y 2.000 ciervos, distribuidos en una superficie de 37.000 hectáreas de monte público que abarca 25 municipios.

El equipo de gestión cinegética de AMAYA, formado por personal técnico y guardas de caza, realiza un papel esencial en la conservación y aprovechamiento ordenado de esta especie. Entre sus tareas destacan:

• Seguimiento y censos de fauna cinegética y no cinegética.
• Mejora de hábitats y control sanitario de poblaciones.
• Vigilancia frente al furtivismo.
• Organización de cacerías y recechos en los cotos públicos gestionados por la Agencia.

Durante la berrea, además de garantizar el control de la especie y la seguridad en la sierra, los guardas de caza de AMAYA acompañan a los cazadores que han obtenido permiso en subasta o sorteo público, actuando como guías especializados. Su conocimiento del terreno asegura que la actividad cinegética se desarrolle de forma ordenada, legal y sostenible.

Cada temporada cinegética, cerca de 600 cazadores pasan por la Sierra de los Filabres, lo que supone una intensa labor de gestión y coordinación por parte de AMAYA, siempre con el objetivo de compatibilizar el disfrute de la naturaleza, la actividad cinegética y la conservación del medio ambiente.