Información general
Autoría: David Martínez de Lafuente, Ainhoa Osés
Publica: Fundación ISEAK
Fecha: abril 2025
El Informe ISEAK 2025 revela cómo las condiciones laborales influyen en el bienestar y el desempeño de los trabajadores en el contexto de la transformación tecnológica.
La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica están transformando el mercado laboral, lo que genera importantes interrogantes sobre el futuro del empleo. Estas tecnologías no solo afectan a la cantidad de trabajo disponibles, sino que también redefinen su naturaleza, dignidad y propósito.
El presente estudio reflexiona sobre qué constituye un “buen empleo” en un entorno laboral marcado por la transformación tecnológica. El análisis se centra en examinar qué condiciones laborales valora la población trabajadora, cómo se distribuyen en el mercado laboral y cuáles son sus implicaciones para el bienestar y el desempeño laboral. Desde una perspectiva amplia, supera la visión tradicional del empleo como un mero medio de subsistencia económica. En su lugar, se considera que un empleo es también una fuente de atributos relacionados con la dignidad, el propósito y la autorrealización.
El estudio se fundamenta en el diseño y análisis de una encuesta de gran escala, dirigida a casi 5.000 personas. Se llevaron a cabo una serie de experimentos de elección discreta para estimar la disposición a pagar por un amplio conjunto de condiciones laborales vinculados al valor intrínseco del trabajo, como el trato recibido, la autonomía, o el tipo de tareas. Las condiciones laborales varían sustancialmente entre grupos de trabajadores y juegan un papel importante en el desempeño laboral.
Los resultados revelan que los atributos intrínsecos del trabajo son más importantes que aspectos instrumentales, como la estabilidad laboral y los salarios. Elementos como el sentido de propósito y las relaciones laborales se asocian con un mejor rendimiento laboral, medido a través de mayores niveles de satisfacción, esfuerzo y menor absentismo. El estudio proporciona algunas reflexiones sobre la necesidad de evaluar la calidad del empleo de una manera más amplia y propone recomendaciones para impulsar la cantidad de ‘buenos empleos’ en el mercado laboral.