Quiero, en primer lugar, agradecer a El Correo de Andalucía su invitación a este acto, donde se clausuran las actividades con las que el decano de la prensa andaluza ha conmemorado 110 años de vida el día que cumple 111. Un punto y seguido en la larga historia de un periódico, al que, además de su habitual lectura, nos une a todos un entrañable afecto.

Somos una generación que hemos tenido la oportunidad de vivir en dos siglos, en dos milenios, lo que no es otra cosa que una coincidencia o, si prefieren ustedes, una curiosidad. No es, sin embargo, fruto de lo casual que El Correo de Andalucía haya publicado noticias en tres siglos. Su permanencia, su larga vida, es un logro que merece ser destacado y que, sin duda, hemos de valorar como merece.

Enhorabuena al periódico y mi enhorabuena también a todos los galardonados. He de decir que elegir ha debido de ser complicadísimo, porque todos los que están lo merecen, pero es verdad que sevillanos hay para dar y tomar que merezcan ese homenaje que habéis querido hacer.

Quisiera hacer extensiva a la sociedad andaluza la felicitación. Los premiados esta noche son, sin duda, el más claro ejemplo de una sociedad civil, que se ha esforzado por conseguir algo tan sencillo, pero tan importante, como el trabajo bien hecho. Una nómina de personas, de instituciones, que componen un retrato de los muchos que se podrían hacer de la Andalucía del último siglo, pero que, sin duda, proyectan una idea bastante aproximada de lo que somos y de lo que queremos ser.

Cuando la sociedad realiza un reconocimiento que premia el esfuerzo y la excelencia, está señalando además también un camino a todos los ciudadanos. Esto es lo que hace esta noche El Correo de Andalucía al reconocer la valía de tantos y tan significativos andaluces y andaluzas; lo que me permite, a la vez, reconocer a este periódico que, allá por la década de los años 70 del pasado siglo, fue uno de los contados medios informativos que señaló con sus editoriales y columnas el camino hacia la libertad.

Los medios de comunicación han experimentado en Andalucía una expansión notable en los últimos años, la llegada de grandes grupos nacionales de comunicación a la prensa andaluza ha contribuido, sin duda, a diversificar la oferta y a elevar el nivel de calidad de los mismos medios. Y ha sido así no sólo porque ha mejorado la profesionalidad y se han incorporado tecnologías de vanguardia, sino también porque se ha estimulado fuertemente la competencia, y se han favorecido además procesos de expansión de empresas andaluzas que tal vez no habrían dado este paso adelante sin el acicate de una competencia altamente profesionalizada. Quienes han salido ganando han sido los lectores, los ciudadanos que hoy tienen más y mejor información donde elegir.

Información, prensa y conocimiento.

Los medios de comunicación han de tener un compromiso no sólo con la veracidad, sino también con los valores que hacen sociedad, es decir, con todos los que dan cohesión, tolerancia, respeto y conocimiento a la ciudadanía.

Un editor ha de tener ese impulso emprendedor pero también un alma ilustrada que poner al servicio de la convivencia.

Pienso, sinceramente, que España y Andalucía tienen en general, con toda las excepciones que ustedes quieran, buenos editores y buenos periodistas, y así lo comprobamos con los sucesivos editores, periodistas y demás profesionales que han pasado por El Correo de Andalucía a lo largo de su centenaria historia.

No siempre han acertado, naturalmente. Además, dados los condicionamientos por los que ha tenido que atravesar en su historia, no siempre lo han podido hacer con entera libertad de expresión.

Pero sin el trabajo de todos ellos, sin su sacrificio y su talento, El Correo de Andalucía no sería lo que siempre ha sido, lo que es y lo que, sin duda, va a seguir siendo: una parte de la obra interminable que es siempre un periódico, y estos 110 años de noticias, un trozo importantísimo de nuestra historia común.

Ben Bradley, director durante muchos años del Washington Post, dijo que el fundamento del periodismo es buscar la verdad y contarla, una filosofía que coincide plenamente con el lema fundacional de este periódico: "Ni un solo trabajo, ni una sola línea, ni una letra de la nueva publicación deje de encaminarse a la defensa de la verdad y de la justicia. Antes de faltar a esta promesa que El Correo muera".

Por ello, desde la celebración de éstas once décadas de trayectoria, le deseo un largo futuro a El Correo de Andalucía y a todos cuantos hacen del día a día de este periódico una forma de vida. Pueden ser 110 años más, y le decía a Francisco Román: que lo vivan, aunque esto signifique poner en riesgo nuestro sistema de protección social.