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Discursos

Intervención del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en la presentación de la iniciativa ‘ESFUERZA'

04/05/2010
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La educación es el puente más importante que une a la sociedad con su futuro.

El único que hace posible la realización de sus mejores ambiciones.

Así fue siempre y así seguirá siendo.

La educación nos hace crecer como personas y como comunidad. Nos enseña el valor del compromiso, promueve el progreso social y crea las condiciones para una convivencia justa y tolerante.

Su carácter emancipador es el germen a partir del cual se desarrollan la libertad y la democracia, porque la educación hace ciudadanía activa y comprometida.

Ése es el poder transformador de la educación. El que la hace ser revolucionaria al garantizar la igualdad de oportunidades.

Las primeras declaraciones de los derechos del ser humano dicen que todos nacemos iguales. No es exactamente cierto: En una democracia, es verdad, todos nacemos con los mismos derechos y obligaciones. Pero las diferencias de origen se convierten muchas veces en desigualdades.

Corresponde a la sociedad organizada, a los poderes públicos, igualar las oportunidades y ese objetivo encuentra en la educación el medio fundamental para hacerlo efectivo.

La educación hace posible que cada persona pueda estar en disposición de utilizar toda su capacidad, su inteligencia y su voluntad de superación.

Tras recibir el premio Nobel, Albert Camus escribió una carta al que había sido su maestro en la escuela primaria. Con ella quiso expresar todo su agradecimiento en un momento tan especial. Y lo dirigió a ese hombre que, tiempo atrás, había tendido su mano al niño pobre que él había sido, para que no abandonara sus estudios. "Sin su enseñanza y su ejemplo -afirmaba Camus- nada de todo esto habría sucedido".
Cuantos nos reunimos hoy aquí compartimos esta convicción. Se trata, pues, de hacerla realidad día a día. De trabajar sin descanso para que tengamos un sistema educativo cada vez más abierto y cada vez mejor.

De este empeño nace esta convocatoria que hoy nos reúne aquí en Sevilla.

A través de la iniciativa ESFUERZA, pretendemos que la sociedad andaluza ponga el foco de atención en la educación.

Entre todos hemos de situarla en el centro, en el origen y en el fin, de todas las actividades con las que un país crece y se hace más próspero.

Nuestra Constitución nació, según nos dice su preámbulo, para hacer de España una democracia avanzada. Configura así un modelo de convivencia que respeta las libertades y derechos fundamentales; que proclama la igualdad de todos y que encomienda a los poderes públicos el compromiso de hacer efectivos unas y otros.

Pues bien: esta voluntad del constituyente sólo se puede hacer realidad manteniendo todos un empeño constante y muy especial en hacer de la educación el arquitecto fundamental del país que ambicionamos.

No podremos avanzar hacia un modelo social y económico sostenible si éste no se basa en el conocimiento. De ello depende no solo una convivencia tolerante y creativa, sino, además, una utilización equitativa y eficiente de nuestros recursos y, con ello, la posibilidad de ser más competitivos y generar empleo de calidad.

Para la UNESCO la principal misión de la educación es "crear la capacidad de prever el futuro". Dotar a la sociedad de unas herramientas que le permitan diseñar un futuro viable para la economía, la ecología y la equidad.

La actual crisis económica nos ha puesto delante de los ojos cómo la subordinación de la economía productiva a la especulativa se vio acompañada de una cultura del egoísmo, de ensalzamiento del individualismo y del éxito fácil, frente a otros valores sólidos como el esfuerzo, el respeto, la convivencia y el uso responsable de la libertad.

Este modelo social ha fracasado. La crisis internacional ha producido una quiebra importante y nos confirma que hemos de invertir el proceso.

Debemos fomentar en las nuevas generaciones un cambio de mirada, que implique una comprensión del mundo y una cultura del trabajo.

Porque son esos valores los únicos que contribuyen al progreso y al desarrollo sostenible.

De ahí la necesidad de incorporar a nuestro modelo social y económico, a los principios de libertad e igualdad de oportunidades, el de la responsabilidad.

***
Desde 1982, año en el que Andalucía recibe las primeras transferencias en materia de Educación, nuestro sistema educativo ha realizado un permanente camino de aprendizaje.

Hemos conseguido muchos e importantes logros en los últimos años. La extensión de la educación gratuita y obligatoria nos ha permitido consolidar un sistema educativo que es uno de los más equitativos en el ámbito europeo.

Y no fue un camino fácil si recordamos el punto de partida. En el umbral de nuestra andadura autonómica, el 15% de la población andaluza mayor de 16 años era analfabeta. Muchos de nuestros conciudadanos se iban de su tierra a buscar oportunidades fuera de ella. Uno de cada cuatro andaluces trataba de encontrar su sustento en la agricultura y muchos niños dejaban las aulas en las épocas de recolección para allegar recursos a sus familias.

Las cosas afortunadamente han cambiado y ésa ha sido la gran gesta de un pueblo, el andaluz, que, treinta años atrás, supo cambiar todas las tendencias históricas y asumir el protagonismo de su propio destino.

La educación actual tiene problemas. Es necesario mejorar su calidad y universalizar no solo el acceso a las aulas sino el éxito en ellas. Nuestros jóvenes cuentan con medios para hacerlo. Y sobre todo con un cuerpo de docentes que, en la inmensa mayoría de los casos, une a su competencia la vocación.

Desde el inicio de la autonomía, la evolución del profesorado ha sido significativa: su número se ha multiplicado por dos, a pesar de que el porcentaje de nuestra población en edad escolar respecto al total era hace treinta años muy superior al actual.

Todo ello se ha realizado con un importante esfuerzo inversor. En los últimos 10 años, el presupuesto educativo se ha incrementado un 125%, alcanzando los 8 millones de euros este año.
Tenemos una Ley de Educación aprobada con amplio consenso social y político. Y bajo este marco seguimos trabajando.

Recientemente, el Parlamento ha aprobado el Dictamen sobre la Convergencia Educativa en el que ustedes participaron y que conocen perfectamente.

En él se recoge más de un centenar de medidas para evitar los problemas aún pendientes de solucionar: Tres, en particular: El reducido nivel de la capacidad lectora, el fracaso escolar y el abandono escolar temprano.

El dictamen sobre la convergencia educativa nos quiere decir también que hay que mantener constantemente una mirada crítica sobre la realidad. Hay que saber ver los problemas para poder resolverlos. No cabe la autocomplacencia.

El abandono temprano es la consecuencia última de los problemas educativos que se han manifestado previamente y de los retrasos en el aprendizaje en Educación primaria, y sobre todo en Secundaria.

Hay razones que explican el problema. Razones sociales y económicas. También culturales. Y todas ellas merecen una reflexión que, a veces, nos harán ver el problema fuera de la escuela o, por mejor decir, en el ámbito social y familiar.

Pero también hay otras causas que pueden atenderse en el medio educativo. Así, una de las deficiencias más significativas a corregir es la de los deficitarios niveles de lectura.

Para abordar éstos y otros problemas contamos con el potencial de nuestro sistema educativo y con un mayor compromiso de la sociedad en su conjunto.

Nos planteamos objetivos ambiciosos y necesarios que requieren de un esfuerzo compartido, de la implicación de toda la sociedad: medios de comunicación, ciudadanos, agentes socioeconómicos, organizaciones, educación no formal...

También con el impulso que queremos imprimir a través de la iniciativa ESFUERZA para, entre otras muchas cosas, romper la inercia de esta cadena que nos lleva a perder recursos humanos.

Este impulso nos ha de ayudar a combatir el desencanto y el derrotismo que se vierten en las críticas contra el sistema educativo.

Tenemos que dejar de buscar culpables y asumir una actitud autocrítica y activa.

Porque la educación vale la pena, tenemos que recuperar la confianza:
· En los docentes, artífices de la revolución cotidiana que se opera en las aulas.
· En el poder educador de las familias.
· En la voluntad de aprender de nuestros niños y jóvenes.

La clave de ESFUERZA es la complicidad entre los actores principales del sistema: alumnos, profesores y familias.

Vuelvo a hablar de responsabilidad. La educación no se delega: se comparte.

Es una obligación que nos atañe a todos preparar a los alumnos para actuar en el espacio público como ciudadanos responsables.

La escuela no puede suplir las funciones que corresponden a otros sectores de la sociedad responsables también de la educación. Tampoco las familias pueden abordar solas la educación de sus hijos. Es fundamental el respeto y la valoración de las funciones de cada uno.
ESFUERZA reconoce a los alumnos como el pilar del sistema educativo y de nuestra sociedad. Hay que creer en ellos porque de lo que alcancen a ser dependerá también el futuro de Andalucía. No en vano la mitad de las actuaciones que la integran se dirigen a mejorar sus logros dentro del sistema. Nuestro objetivo es: más alumnos y que lleguen más lejos.

Esta iniciativa plantea como tarea fundamental reforzar el respaldo social del profesorado y el reconocimiento de la autoridad implícita a su labor docente.

Contamos con más profesores y con una formación más sólida para que nuestros alumnos puedan disfrutar de lo mejor de cada área de conocimiento.
Apostamos por un profesorado que reflexiona sobre su propia tarea y sobre el mejor modo de adaptar los sistemas de enseñanza-aprendizaje a las exigencias de un mundo global. De ahí la importancia de la evaluación.

Educadores que saben hacerse respetar por la calidad de sus conocimientos y el trato amable y respetuoso. Y que son referente para sus alumnos por su capacidad de trabajo y entrega.

Un clima de convivencia y un ambiente idóneo para enseñar y aprender que mejora con el respaldo que ESFUERZA da al nuevo Reglamento de Organización de los Centros.

Somos la primera comunidad autónoma que adapta la realidad cotidiana de los centros al marco legal.

El reglamento consolida un modelo organizativo y pedagógico más autónomo y abierto a las necesidades de la comunidad educativa y del entorno.

Lo hacemos con horarios escolares racionales y compatibles con los horarios laborales de las familias.

La incorporación de la educación infantil al sistema educativo es un gran paso adelante. Permite dar respuesta a las necesidades asistenciales e iniciar la intervención pedagógica en edades tempranas.

El grueso de medidas más importantes de ESFUERZA atiende a los grandes retos planteados para mejorar los logros de los alumnos andaluces: frenar el fracaso, estimular la permanencia en el sistema y mejorar la competencia lectora esencial para el aprendizaje.

Los centros educativos tienen que asegurar el apoyo a los alumnos con más dificultades.

ESFUERZA tiene previstas actividades de refuerzo, la disminución de la ratio y desdoble de grupos con problemáticas socioeducativas o dificultades para promocionar. Una educación más personalizada nos ayudará a combatir el fracaso escolar.

La lectura es el instrumento esencial para que los alumnos aprendan a pensar, aprendan a entender; aprendan a aprender. Aprendan que el aprendizaje no termina nunca. Porque son la inteligencia, la capacidad de comprensión y la voluntad las que llevan al alumno a potenciar lo mejor de sí mismo y a superarse día a día.

Promover la lectura, ejercitar la memoria e inculcar el hábito del estudio, entre otros, son fines ineludibles del ámbito escolar.

La palabra es la herramienta esencial de la inteligencia. Es la clave que permite la comunicación y el entendimiento humano.

En los últimos años hemos hecho un esfuerzo importante por modernizar las infraestructuras educativas, así como los recursos materiales, especialmente en lo que se refiere a las nuevas tecnologías de la información.

El programa Escuela TIC 2.0 ha permitido acondicionar aulas digitales y la distribución de ordenadores a alumnos de 5º y 6º de Primaria. Facilitamos el acceso a la información y el disfrute de ella en igualdad de condiciones.

No ha habido nunca tantas generaciones de niños y jóvenes con tantas posibilidades de acceso al conocimiento en todos los campos. Tantos en disposición de beneficiarse de los flujos de información y las posibilidades de interacción que brindan las nuevas tecnologías.
Una nueva herramienta que hay que llenar de contenidos adecuados para que contribuya al fomento de una ciudadanía activa.

Otras actuaciones, como la gratuidad de los libros de texto o el transporte escolar gratuito, nos han permitido ampliar los derechos educativos de los estudiantes.

Otras, como la Beca 6.000 evita que la falta de recursos económicos lleve a los alumnos a abandonar sus estudios postobligatorios.

Mayor educación, mayor capacidad y mayor rendimiento son las claves de la economía sostenible, a las que ESFUERZA dedica especial atención.

De esta manera, se contempla la flexibilidad de estudios para abrir el sistema a los desempleados y conectarlo con el mundo de la empresa. Pero también para reincorporar a los que han abandonado los estudios y permitirles conseguir un título o mejorar su cualificación.

Vamos a aprobar el II Plan Andaluz de Formación Profesional que contemplará el desarrollo de los centros integrados, así como los procedimientos para la evaluación y acreditación de competencias profesionales.

Apostamos por ciclos formativos relacionados con la nueva economía y la progresiva incorporación de los institutos de Educación Secundaria a la red de centros colaboradores de formación para el empleo.
El conocimiento es una de las inversiones más productivas, ya que los recursos que destinamos a su financiación son devueltos y multiplicados a la sociedad.

Creemos que buena parte de nuestros esfuerzos han de dirigirse a estimular la capacidad investigadora y el emprendimiento del alumnado. Asimismo, es necesario apostar por el bilingüismo y la movilidad de los alumnos para mejorar las salidas profesionales y modernizar nuestro tejido productivo.

Como dije al principio, compartimos una convicción: En gran medida, alcanzar un futuro de libertad, igualdad de oportunidades y responsabilidad social depende de la educación.
Confío plenamente en la responsabilidad de los andaluces para tomar parte en esta comprometida tarea que es la formación de la personalidad y la conciencia ciudadana de nuestros jóvenes, desde los principios de mérito y capacidad.

Cada alumno, cada alumna, es un proyecto único.

El reto está en contribuir a que lleguen a ser personas maduras, responsables de su propia historia, capaces de escoger y discernir. Que sean capaces de dirigir una mirada interesada hacia el mundo, que tengan fortaleza de pensamiento, sentido crítico y la firmeza que da la voluntad.

Algo que sólo podremos conseguir con el esfuerzo de todos.