Hoy estamos de enhorabuena porque el flamenco ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. El flamenco, hasta hoy, era patrimonio cultural de todos los andaluces, desde hoy es, además, patrimonio de la humanidad.

Han sido miles las personas de los cinco continentes, muy especialmente los andaluces, los que han contribuido al éxito de la candidatura del flamenco. Quiero darles a todos mi más sincero agradecimiento, en nombre propio y en el de todos los andaluces y andaluzas. Este camino ha sido una ilusión y un triunfo compartidos.

Como sabéis, esta segunda candidatura del flamenco a patrimonio cultural de la humanidad ha estado liderada por Andalucía, consensuada por Extremadura y Murcia, y ha contado en todo momento con la colaboración del Gobierno de España.

Quiero agradecer de manera especial la profesionalidad y entrega del equipo técnico de la Consejería de Cultura que a lo largo de los últimos años tan brillantemente ha trabajado esta candidatura, y que ha conseguido que el mundo entero comparta hoy nuestro amor por el flamenco.

El Gobierno andaluz ha luchado por este reconocimiento porque creemos en los grandes valores que emanan del flamenco. La multiculturalidad, la tolerancia, la transmisión generacional, el reconocimiento a la tradición y el respeto a las minorías están expuestos ejemplarmente en las músicas, las letras y las coreografías de este arte nuestro. Enseña nuestras raíces para hacerlas universales.

El flamenco constituye el elemento más internacional de la cultura andaluza. Nos muestra como pueblo y proyecta lo mejor que Andalucía ha sido capaz de dar a los ojos del mundo.

Y no se puede ser patrimonio de la humanidad sin humanidad. El flamenco recoge, en su música, en sus letras y en sus bailes, los grandes sentimientos y emociones del ser humano.

El flamenco es sentimiento y también es conocimiento. La calidad de sus artistas, de sus músicas, ritmos y estéticas es excepcional.

La columna vertebral del arte flamenco son, sin duda, sus artistas. Quiero aprovechar también esta ocasión para reconocer el trabajo y las aportaciones al patrimonio común del flamenco de los artistas andaluces del cante, el toque y el baile, de ayer, hoy y de siempre. Porque el flamenco es una de las más poderosas ventanas culturales de Andalucía y de España al mundo.

El flamenco genera identidad y genera también riqueza. Es un valioso atractivo para el turismo y una fuente incuestionable de actividad económica y empleo.

El flamenco, además, tiene una sólida base social. No hay manifestación cultural que, espontáneamente, se haya provisto de un tejido social propio tan extenso y tan expandido.

En Andalucía el flamenco tiene, por ejemplo, más peñas que ningún club de fútbol. Las peñas, esas sucursales de lo jondo repartidas por las ocho provincias de nuestra comunidad, han sido claves en la consecución de este reconocimiento.

Mi agradecimiento también a los medios de comunicación, cuyo trabajo ha sido fundamental en la búsqueda y consecución de aliados, y en la movilización necesaria para que hoy el flamenco sea, por fin, patrimonio de la humanidad.

El apoyo del Gobierno andaluz al flamenco viene de lejos. Hace más de veinte años que creamos el Centro Andaluz del Flamenco con sede en Jerez. Un centro que hoy es la memoria del flamenco. Sus más de 200.000 archivos lo convierten en el centro documental más importante de este arte.

Y hace cinco años el Gobierno andaluz puso en marcha la Agencia Andaluza del Flamenco, que coordina e impulsa todas las políticas de la administración autonómica en este terreno.

Hemos trabajado y vamos a seguir trabajando por la defensa del flamenco. Desde la conservación, el estudio, la promoción y la difusión de este arte.

Quiero subrayar que hoy no terminamos ningún camino. Consideramos que el reconocimiento de la UNESCO renueva e intensifica nuestro compromiso con el flamenco.

En este sentido, quiero compartir con todos una serie de iniciativas que en los próximos meses va a poner en marcha el Gobierno andaluz para responder a este renovado compromiso con el flamenco.

La creación de un grupo de trabajo para estudiar la inclusión del flamenco en el sistema educativo andaluz. Se trata de una demanda histórica en nuestra comunidad. Pretendemos facilitar que nuestros niños y niñas tengan acceso desde temprana edad al conocimiento del flamenco, y para ello vamos a empezar a estudiar la inclusión del flamenco en el currículo escolar.

Vamos a reforzar nuestra colaboración con el Instituto Cervantes para difundir más aún la cultura del flamenco por el mundo. Como novedad, vamos a crear puntos on line en todos sus centros con conexión a los fondos del Centro Andaluz de Flamenco de Jerez.

Y vamos a crear, de la mano de la Secretaría de Universidades y de las diez universidades públicas andaluzas, una oferta de programas de doctorado y de posgrado que incentive el conocimiento y la investigación del flamenco en la universidad andaluza.

En definitiva, vamos a seguir trabajando, junto a los distintos sectores que conforman la amplía sociología del flamenco, para demostrar a la UNESCO y al mundo la fuerza, la pujanza y la calidad de las creaciones flamencas.

Debemos felicitarnos todos por la consideración de la UNESCO, y que su reconocimiento como patrimonio inmaterial de la humanidad sea una invitación para seguir trabajando por la defensa del flamenco, como hasta ahora e incluso más que ahora.