Es un placer estar hoy en Marchena con todos ustedes compartiendo esta jornada festiva. Quiero, en primer lugar, felicitar a todos los que formáis parte de esta gran empresa, directivos y trabajadores, por una década de trabajo bien hecho y de compromiso con la calidad y la innovación. Una apuesta que ha permitido a Procavi situarse en una posición de liderazgo en Europa.

Esta es una empresa que ha sabido aplicar el principio del inconformismo, entendido como la búsqueda de la mejora continua. Y esta es una actitud imprescindible en un momento de crisis en el que necesitamos modelos empresariales como éste, que aporten su iniciativa y su talento para contribuir a generar riqueza y empleo.

Este proyecto ha sido posible también gracias a la implicación durante todos estos años de otras empresas andaluzas, como las que hoy distingue Procavi. Empresas de distribución y logística, como Mercadona y el Grupo Bengoma; firmas suministradoras de maquinaria y energía, como DCM y Marchena Energías Renovables y empresas ganaderas familiares como Agujerera.

Al buen hacer de todas ellas se une la preocupación por la inserción sociolaboral. Un compromiso que es patente en firmas como Nederwork y su apuesta por el empleo como medio de integración de las personas con discapacidad.

Esta es también la cuarta edición de los Premios a la Excelencia Ganadera que promueve Procavi, y que distingue a los  ganaderos por su trabajo, profesionalidad y saber hacer. Elementos clave para fortalecer un tejido empresarial vinculado al mundo rural. Nuestro progreso depende de múltiples factores: nacionales, europeos y globales, pero no menos de nuestra propia capacidad y competencia. En este sentido, Andalucía tiene un gran potencial para el desarrollo de la actividad agrícola y ganadera, y de la industria agroalimentaria.

Es importantísimo que sigamos trabajando para que todo aquello que hacemos en Andalucía esté marcado por la calidad. Calidad en los productos y en los sistemas de producción, que han de ser respetuosos con el medio ambiente. Otro factor clave en la industria alimentaria son los sistemas de trazabilidad, que permiten controlar la actividad y mejorar la información a los consumidores.

Una información que es esencial para conocer la evolución de la demanda y poder dar respuesta a las nuevas necesidades de los clientes. Solo así seremos capaces de competir en un entorno cada día más global, en el que abrir nuevos mercados en el exterior se ha convertido en una exigencia.

La persistencia de la crisis nos confirma que en un momento como el actual es vital apostar por esta economía productiva de la que todos formáis parte. Y también es fundamental poner en marcha medidas de estímulo que nos permitan recuperarnos y salir de esta crisis. Porque si no estimulamos el crecimiento, no crearemos empleo y el consumo seguirá cayendo. Un círculo vicioso que debemos romper.

La prioridad del Gobierno andaluz por el empleo y el apoyo a los sectores productivos se materializa en los presupuestos de 2013. Unas cuentas para afrontar la dureza del presente y seguir preparando el futuro.

Por eso, mantenemos el impulso a la internacionalización de las empresas andaluzas. Los fondos para la planificación y el desarrollo industrial suman más de 425 millones de euros, y los incentivos para el sector agroindustrial crecen el 15%. Unos recursos que inciden en aquellas actividades en las que tenemos experiencia, para mejorar lo que ya sabemos hacer bien.

En las últimas décadas el campo andaluz ha experimentado una profunda transformación que le ha permitido desarrollarse. En este tiempo Andalucía ha avanzado en la igualdad de todos los ciudadanos, vivan donde vivan.

Se han mejorado y extendido los servicios públicos, creándose equilibrios que nunca existieron, y que paradójicamente hacen que los servicios públicos de sanidad o educación, no sólo estén presentes en igual medida que en las áreas urbanas, sino que sean más accesibles que en las ciudades.

Detrás de todo ello se encuentra la igualdad de oportunidades, que es la base de nuestra convivencia. Por eso es importante recordar que Andalucía se construye entre todos. Y Andalucía no se entendería hoy sin su ganadería y su industria agroalimentaria.

Es momento de seguir potenciando la fortaleza de nuestros sectores tradicionales. Por eso os animo a continuar por este camino, que es un camino de futuro y de progreso colectivo.