El consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto, ha defendido la importancia que tiene para los ayuntamientos la colaboración del resto de administraciones a través del Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA) que les permite ejecutar obras para la "mejora continua" de las infraestructuras y servicios públicos. Es por ello un instrumento clave para fijar la población al territorio y afrontar así el principal reto demográfico en Andalucía, el equilibrio entre municipios de interior y la costa y las grandes aglomeraciones urbanas.

Nieto ha realizado una visita técnica, junto al alcalde de la localidad, Jorge Jiménez, y la delegada territorial, Raquel López, a algunos de los proyectos del PFEA en La Rambla (Córdoba), como la ampliación del acerado y el sistema de iluminación en la calle Silera, que conecta las plazas ¡de la localidad y de la Cadena, donde se encuentra el Arco de la Villa.

Así, ha alabado el trabajo que desarrollan municipios como la Rambla, aprovechando todos los recursos financieros a los que pueden acceder para garantizar unos servicios públicos de calidad y generar oportunidades. "Cuando hay un proyecto de municipio que se pone en común con la ciudadanía y los emprendedores, se garantiza el crecimiento de las zonas rurales", ha defendido tras apuntar al municipio como "un modelo a exportar".

Un ejemplo de crecimiento demográfico

En este sentido, ha destacado que La Rambla no solo ha mantenido su población frente a la pérdida que han sufrido otros municipios de interior sino que en los últimos años ha crecido y "eso se debe a una buena gestión municipal que genera oportunidades de empleo". "La Rambla destaca por su capacidad de emprendimiento", ha subrayado Nieto. Así, se ha referido a su tradición alfarera, el turismo en torno a su Semana Santa o la importante industria existente de "empresas que surten de cajas de cartón a toda Andalucía".

El consejero ha incidido en que la Estrategia frente al desafío demográfico apuesta por dar a conocer las oportunidades de los municipios andaluces para atraer nuevos habitantes y lograr así un reparto más equilibrado de la población, evitando que el interior de Andalucía se vacíe mientras se saturan zonas como la Costa del Sol o el Valle del Guadalquivir.