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El Hospital Reina Sofía acoge un taller para enseñar a niños con dermatitis atópica a cuidarse y evitar el rascado

La actividad resulta de sumo interés para los pequeños y también para sus padres debido a la angustia y estrés que provoca esta patología de la piel

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El Hospital Universitario Reina Sofía ha acogido un taller para enseñar a niños con dermatitis atópica a cuidarse, encontrar fórmulas que disminuyan el picor propio de esta afectación y ayudar a los padres a buscar técnicas antirrascado para que sus hijos centren la atención en otra cosa y descarguen la tensión. El centro cordobés es uno de los primeros hospitales españoles que ha acogido el desarrollo de esta actividad formativa, lúdica y dinámica.

Los niños reciben las indicaciones de las educadoras.

Una quincena de pacientes de entre 7 y 14 años, acompañados por sus progenitores, han asistido al encuentro en el que se han ofrecido pautas sencillas que permiten identificar y solucionar las molestias de la enfermedad. El taller ha sido impartido por educadoras y también ha contado con la participación de la dermatóloga del complejo sanitario cordobés Gloria Garnacho. 

Esta especialista destaca la importancia de este tipo de iniciativas para que los niños 'conozcan cómo es su enfermedad y se impliquen en su tratamiento -con ayuda de los padres-, ya que cuando la afectación es considerable repercute de manera negativa en su calidad de vida y en las relaciones con su entorno'. 

En el taller, los niños han conocido que la hidratación previene y calma los picores, por lo que es necesario aplicar crema varias veces al día y también pueden pulverizarse sobre la zona agua termal mojando con ella un pañuelo o aplicándola directamente sobre la piel. Además, se les indica cómo realizar una higiene eficaz y no agresiva de la piel y reconocer qué ropa pueden llevar para evitar eritemas. En este sentido, se les explica cómo cuidarse ellos mismos para que tengan autonomía.

Trucos

Otro truco para calmar el picor es el frío, por lo que se les invita a utilizar abanicos o bolsas de gel frío, entre otros materiales. El contacto con la piel en sustitución del rascado puede realizarse con aparatos de masaje como rodillos suaves de madera, aplicando la palma de la mano sobre la zona, presionando, palmeando o frotando suavemente con la yema de los dedos en sustitución de las uñas.  

El manejo de los niños con este problema, que persigue reducir los picores y mejorar el estado general de la piel, incluye la aplicación de tratamientos tópicos (productos cosméticos, corticoides y fármacos inhibidores de la calcineurina) y también sistemáticos (corticoides, inmunorreguladores y rayos ultravioleta). La mayoría de los niños con dermatitis atópica se controlan desde Primaria y únicamente los casos graves se atienden en la consulta monográfica de la Unidad de Dermatología Pediátrica del Hospital Reina Sofía. 

La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta básicamente a los niños y se caracteriza por una sequedad cutánea extrema, acompañada de picor, inflamación y brotes, que consiste en la aparición de eczema en zonas más o menos extensas del cuerpo -principalmente en los pliegues de la piel con exudaciones-. En realidad, se trata de una patología benigna que no afecta al desarrollo del niño, si bien el picor puede hacer que se rasque hasta sangrar y tener infecciones cutáneas. En alrededor del 80% de los casos, la enfermedad suele remitir a partir de la adolescencia y pocas veces se prolonga hasta la edad adulta.

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