Los orígenes de la publicidad en España.
Entre las hojas de un protocolo encontramos un papel utilizado para anotar unas escrituras de las que había que hacer copia. Ese papel sin importancia a simple vista, en realidad es un temprano testimonio de la publicidad en España en el siglo XIX. Concretamente se trata de una hoja que se repartía por los hogares para informar sobre la venta de diversos objetos destinados a la mujer. Con el título: "Baratura sin igual de bordados de última novedad" se anotan con su precio una serie de productos que van desde peinadores de señoras a agujas para coser, pasando por corbatas para señoras, tiras bordadas o babaderos y babis para niños.