La Gruta de las Maravillas. Un  tesoro que abre camino al turismo en Huelva

La Gruta de las Maravillas, en Aracena, es uno de los mayores tesoros naturales y turísticos de la provincia de Huelva, y una de las primeras cuevas turísticas de España, pionera en su acondicionamiento específico para ser visitada.

Se tenían noticias de la Gruta desde mediados del siglo XIX y, aunque no se conoce a ciencia cierta las circunstancias de su descubrimiento, es probable que estuviera relacionada con una explotación minera en consonancia de la fiebre minera que se desarrollaba en el norte de la provincia. Sin embargo, la tradición da como descubridor accidental al Tío Blas, un pastor, que buscando una de sus ovejas, halló una cavidad en el interior del llamado Cerro del Castillo, alrededor del cual se desarrolla el casco urbano de Aracena, con largas galerías, bellas formas geológicas y lagos cristalinos, formados a lo largo de más de 500 millones de años por la acción del agua en las piedras calizas.

Sin embargo, quienes vieron el potencial turístico que tenía la cueva fueron el Marqués de Aracena, D. Javier Sánchez-Dalp, aportando fondos económicos dentro de su papel como mecenas de Aracena, y el Alcalde de la época, D. Juan del Cid, impulsando el proceso de acondicionamiento. Cabe destacar especialmente la iluminación de las galerías, realizada por el ingeniero Francisco d´Almeida Carvalhaes, director de la Compañía de electricidad Santa Teresa, que se completó con una campaña promovida por la “Liga para el fomento de los intereses morales y materiales de Aracena y su Distrito” para mostrar la belleza de la Gruta de las Maravillas y tomar la iniciativa en el desarrollo de las infraestructuras, como hospedajes, carreteras etc, necesarias para el desarrollo del turismo de la zona.

A partir de 1933 D. Francisco Javier Sánchez-Dalp y Juan del Cid López, sus patrocinadores, donaron por escritura pública todos sus derechos al Ayuntamiento que se hará cargo de su gestión y de mantener un difícil equilibrio entre su preservación y conservación con los beneficios del turismo.

En septiembre de 1914 se iniciaron las visitas de manera oficial, dando el espaldarazo turístico definitivo SS.MM. los Reyes de España, Alfonso XII y Victoria Eugenia, cuando, en 1915, hicieron un recorrido por la gruta, invitado por el Marqués de Aracena y alojándose en la finca San Miguel, volviendo a repetir la visita en 1929.

El espacio visitable, que inicialmente era aproximadamente la mitad del actual, fue aumentando de forma progresiva conforme se iba explorando el entorno. Así, entre 1926 y 1987 se descubrieron nuevas salas y galerías, hasta 2.130 metros pero solo 1.200 metros visitables, aumentado con el centenario de la gruta en 2014 con dos nuevas zonas (La Palmatoria y Los Banquetes), en un recorrido circular de 12 salas distribuidas en dos de sus tres niveles, que empieza y termina en el acceso de la C/ Pozo de la Nieve, en pleno centro de Aracena, diseñado por el arquitecto regionalista D. Aníbal González en 1923.

El acondicionamiento del recorrido fue un proceso que continuó desde los años 20, especialmente con galerías excavadas en la roca que permitieron la conexión entre distintas salas y niveles, las escaleras en las propias coladas, los pasamanos, primero de hierro y actualmente de acero, la iluminación subacuática de los lagos, el sistema de iluminación diseñado en 1947 por la Empresa Técnica Buigas, y posteriormente,  añadiendo luces de emergencia y cambiando progresivamente la iluminación por luz fría, así como sensores que monitorizan el estado de la gruta.

Además del interés turístico, la gruta tiene un evidente interés científico, por eso distintos grupos han realizado trabajos de exploración, como el nuevo levantamiento topográfico por el Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga, o el Departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada, con trabajos de investigación para su conservación. Todo ello para que el recorrido sea más respetuoso con las estalactitas, estalagmitas, coladas etc.

También su interés es cultural, ya que ese espacio tan majestuoso, ha sido propicio para actividades de todo tipo: Conciertos (El sonido del Agua), Congresos (V Congreso Español sobre Cuevas Turísticas), programas de radio y televisión, así como rodajes de películas (Viaje al centro de la Tierra, Tarzán y las Minas del Rey Salomón, Yerma) incluidas grandes superproducciones (Titanes).

Todas estas actividades le han proporcionado numerosos reconocimientos: Premio a la Excelencia en el Mundo Subterraneo Alfonso XII, Premio de Andalucía de Medio Ambiente, por su gestión sostenible de la gruta, o la Medalla de oro de la Provincia de Huelva

Las visitas a la gruta fueron creciendo exponencialmente a los largo de los años: 33.000 visitantes a finales de los años 50 y con un máximo de casi 170.000 a principio de los años 90. Los picos más altos de visitas se producen entre los meses de julio y agosto, coincidiendo con el periodo estival y de mayor reclamo turístico.

Este aumento en el número de visitas ha propiciado que para preservar este patrimonio tan frágil se hayan impuesto varias restricciones: un número máximo de 1000 personas por día, siempre con guía, un tiempo limitado a 45´ o 50´, la prohibición en el uso de cámaras, videos etc, y por supuesto el no tocar ninguna de sus formas, ni salirse del recorrido, para evitar el cambio brusco de sus condiciones de temperatura y humedad (16 a 19º y 98% de humedad) que afecten a las bellas formaciones karsticas, además de la paralización de las extracciones de agua en las inmediaciones del Cerro del Castillo,

Esta emblemática cueva es uno de los atractivos turísticos más importantes de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y ha servido de punta de lanza en el desarrollo turístico de la zona (Castillo de Aracena, Peña de Arias Montano en Alájar, turismo gastronómico asociado a la industria del cerdo, el espacio natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche) y ha permitido el incremento de su popularidad a lo largo de su historia convirtiéndose en uno de los lugares más visitados de la provincia de Huelva.