Edificio situado en la calle Rocafuerte en el popular barrio de San Roque, eje de las actuaciones de recuperación de uso residencial como estrategia para rehabilitar los centros históricos por parte de la cooperación de esta Consejería.
Tipológicamente es una casa unión de otras dos, dando un conjunto estructurado por seis patios y el séptimo uno más residual. Después de estudios del edificio en sus aspectos históricos, tipológicos, geométricos, constructivos, patológicos y sociológicos, se llega a conocer que este “conventillo” (casa de inquilinato), había llegado a tener una ocupación de 300 personas comerciantes ambulantes casi todos, siendo su estado ruinoso cuando esta cooperación junto con el Municipio de Quito se decide a actuar en 1991.
Desde Andalucía se proyecta su rehabilitación por Román Ruiz Esteban y Emilio Yanes con el apoyo en Quito del estudio de Jorge Carvajal, para disponer al final de 2 locales y 39 viviendas para personas de escasos recursos económicos y enraizados en la zona, que personalizan una recuperación de tipologías tradicionales de implantación, disfrutando de la calidad de vida de una construcción técnicamente actualizada en todos los elementos.