ESPACIOS NATURALES:
gestión unificada de los parques nacional y natural de Doñana y Sierra Nevada
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Los mariscadores de Doñana finalizan su curso de formación para actuar ante posibles vertidos de hidrocarburos
Sevilla (agosto de 2011). Los 105 mariscadores del entorno de Doñana han recibido ya sus diplomas acreditativos del curso de formación realizado en materia de contaminación litoral por vertidos de hidrocarburos. El curso se ha organizado dentro de un plan de autoprotección redactado por la Junta de Andalucía para hacer frente a posibles accidentes de este tipo en las costas de Doñana, y su objetivo ha sido proporcionar los conocimientos básicos teóricos y prácticos sobre técnicas de limpieza de vertidos de hidrocarburos, organización de la zona de trabajo y medidas de seguridad.

El curso, de ocho horas de duración, fue impartido en junio en el Centro Internacional de Estudios y Convenciones Ecológicas y Medioambientales (CIECEMA) de Almonte. Además de los aspectos teóricos, supuso la realización de prácticas relacionadas con tareas de descontaminación, uso de equipos de protección individual y organización del trabajo.

Esta iniciativa se incluye en los cursos de especialización de operativos en materia de recuperación de hábitats de la Red Natura 2000 afectados por hidrocarburos. Asimismo, se enmarca en la línea de trabajo iniciada en 2008 por la Consejería de Medio Ambiente para proteger el litoral andaluz ante esta amenaza, y cuya principal herramienta son los planes de autoprotección, como el aprobado recientemente por el Consejo de Participación de Doñana.

Actualmente, son 108 los mariscadores autorizados por la Junta de Andalucía para el aprovechamiento de la coquina en el Espacio Natural de Doñana. Aunque esta actividad se realiza dentro del término municipal de Almonte, la procedencia y distribución de estos mariscadores corresponde a las localidades de Almonte (19), Hinojos (2), Pilas (38), Sanlúcar de Barrameda (28), Villamanrique de la Condesa (11) y Carrión de los Céspedes (10), tal y como se recoge en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Nacional de Doñana.

En este sentido, el año pasado se aprobó en el Consejo de Participación de Doñana, el plan sectorial de aprovechamiento de la coquina, un instrumento de desarrollo del PRUG que permite garantizar la conservación del caladero de la costa del parque nacional, a la vez que se posibilita el desarrollo de esta actividad económica.

La Junta de Andalucía impulsa el conocimiento del medio marino de Doñana

Por otra parte, la Consejería de Medio Ambiente, CEPSA y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han firmado un acuerdo para el desarrollo de un estudio vinculado al medio marino del Espacio Natural de Doñana. Este proyecto de investigación, denominado 'Abundancia y distribución de depredadores apicales en el medio marino de Doñana: interacción con actividades humanas y sensibilidad a alteraciones del medio', tiene como objetivo determinar la abundancia y distribución espacio-temporal de aves marinas y cetáceos en la zona marítima de Doñana y el espacio colindante, así como estudiar qué factores bióticos (organismos vivos) y abióticos (luz, temperatura, etc.) explican los patrones encontrados. Se analizarán también las actividades socioeconómicas susceptibles de provocar impactos positivos o negativos en este grupo de depredadores, lo que permitirá conocer con antelación el impacto de la actividad del hombre en la zona.

Esta iniciativa viene a reforzar los trabajos previos que está realizando la Junta de Andalucía para ampliar los límites del Espacio Natural de Doñana, especialmente en el ámbito marino, por el especial interés de sus ecosistemas y hábitats naturales.

El equipo científico del CSIC trabajará en la zona marina del Parque Nacional de Doñana, englobando también el sistema litoral. Inicialmente, la zona de estudio se extenderá desde la Bahía de Cádiz hasta la desembocadura del Guadiana, y se ampliará hasta las 12 millas náuticas a partir de las líneas de base.

Este trabajo de investigación, que se enmarca en el programa anual de Responsabilidad Social de Compañía Española de Petróleos, tendrá una duración de tres años y lo desarrollará el equipo dirigido por los científicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) Manuela G. Forero y Renaud de Stephanis.