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Plan
de recuperación del enebro costero
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La
Consejería de Medio Ambiente ha
iniciado un plan cuatrienal de recuperación
del enebro costero (Juniperus oxicedrus
sbsp. Macrocarpa), arbusto en peligro
de extinción que se localiza en
una franja litoral de 225 kilómetros
entre el núcleo de El Rompido (Paraje
Natural Marismas del Río Piedras
y Flecha del Rompido) y Tarifa,
sobre todo en el Parque
Nacional de Doñana, Parque
Natural de la Breña y Marismas
del Barbate y, por último,
en las dunas y acantilados ubicados entre
Chiclana
de la Frontera y Conil
de la Frontera.
Este
plan, iniciado el año pasado
y que cuenta con la colaboración
del Departamento de Biología
Vegetal y Ecología de la Universidad
de Sevilla, no sólo tiene
como fin el garantizar la protección
de las poblaciones actuales de esta
especie -se calcula que existen 24.200
ejemplares en Andalucía-, sino
que también pretende favorecer
el crecimiento de nuevos núcleos
en su área potencial de distribución.
En
cuanto a las medidas de recuperación,
ya se han comenzado los tratamientos
selvícolas (clareos y podas de
pinar), la creación de accesos
y cortafuegos, la limpieza manual del
matorral para la expansión de
los enebros, el vallado en las áreas
con presencia de enebros jóvenes
o de pequeño tamaño para
controlar la depredación de la
cabaña ganadera y la prevención
de incendios forestales.
Entre
lo que aún está previsto
por realizar, destaca una actividad
basada en la eliminación de la
hierba del cuchillo (Carpobrotus
edulis), una especie foránea
que ha invadido algunos sistemas dunares
y que compite con el enebro costero.
Dentro del programa se incluye también
la recolonización de antiguos
emplazamientos de la especie con el
objetivo de buscar la continuidad en
sus áreas y evitar su progresivo
aislamiento genético.
Además,
se limitarán los accesos de vehículos
y personas en las franjas inmediatas
a la línea de costa que así
lo requieran, acción que será
complementada con campañas informativas
sobre la necesidad de preservar el enebro
costero ante sus principales amenazas:
la progresiva urbanización del
litoral, la presión del ganado
en montes no acotados, el aislamiento
genético, los incendios forestales,
las talas y las podas.
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Continúan
los acuerdos entre la Consejería
de Medio Ambiente y distintas asociaciones
para la recuperación del lince
ibérico
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Seis
sociedades de cazadores y propietarios
de fincas del entorno de Doñana
y cuatro asociaciones de distinta índole
colaborarán con la Consejería
de Medio Ambiente en el desarrollo del
proyecto Life
'Recuperación de las poblaciones
del lince ibérico en Andalucía'.
Los
acuerdos suscritos comprenden una serie
de medidas destinadas a la mejora de
los hábitats de esta especie
en peligro de extinción, entre
las que destacan la construcción
de refugios de cría para el lince,
la instalación de comederos,
bebederos y nidales, así como
actuaciones para la repoblación
del conejo y la perdiz, siembras o señalización
de zonas de reserva. El convenio también
incluye la conexión de las poblaciones
aisladas y la reducción de la
mortalidad de esta especie en peligro
de extinción.
Compromiso
de los cazadores
En
un primer encuentro, se acordó
con las sociedades de cazadores que
éstas deberán permitir
el acceso a sus fincas del personal
de la Consejería de Medio Ambiente
para que pueda llevar a cabo las medidas
adoptadas y no incrementar la presión
cinegética sobre las especies
de caza menor, presas habituales y necesarias
para el lince.
Las
seis sociedades que han suscrito estos
acuerdos (Bonares, Hinojos, Lucena del
Puerto, Moguer, Dehesa de Gato y Hato
Ratón) se suman a las otras 62
sociedades y propietarios de fincas
que colaborarán con la Administración
andaluza en los programas de conservación
del lince ibérico. Además,
con la firma de estos convenios que
afectan a 40.700 hectáreas de
terrenos privados, son ya 116.155 las
hectáreas en las que la Junta
de Andalucía va a llevar a cabo
actuaciones destinadas a la recuperación
del lince ibérico.
En
total, la Consejería de Medio
Ambiente ha acordado con 68 sociedades
de cazadores y propietarios de fincas
colaborar en el desarrollo de programas
de conservación del lince ibérico.
De esta manera, la Administración
autonómica llevará a cabo
en un total de 116.155 hectáreas
actuaciones destinadas a la recuperación
en Andalucía de esta especie
en peligro de extinción. Estas
medidas consisten básicamente
en la construcción de refugios
de cría para el lince, la instalación
de comederos y bebederos, señalización
de zonas de reserva, desbroces, así
como actuaciones para la repoblación
del conejo y la perdiz.
En
un segundo encuentro, los otros convenios
-firmados con la Asociación de
Propietarios Rurales Productores de
Caza y Conservadores del Medio Natural
de Andalucía, la Asociación
Empresarial de Criadores y Titurales
de Cotos de Caza de Andalucía,
la Federación Anzaluza de Caza
y Ecologistas en Acción- contemplaron
la realización de cursos de formación
y actividades de concienciación
sobre la actividad cinegética
e información sobre métodos
prohibidos de control de depredadores.
Además,
un total de 17.000 ciudadanos y colectivos
han suscrito el Pacto
Andaluz por el Lince Ibérico,
impulsado por la Junta de Andalucía
y con el que se pretende implicar a
toda la sociedad en la supervivencia
de esta especie y contar con la colaboración
de las distintas administraciones, instituciones,
entidades sociales y ciudadanía
en general.
El
lince ibérico es una especie en
peligro de extinción -el último
censo hablaba de unos 200 linces, la mayoría
en las Sierras
de Andújar y en la comarca
de Doñana-,
que el pasado mes de marzo fue protagonista
de una reunión de expertos internacionales
que trataron su situación. De entre
las conclusiones extraídas por
los miembros del Comité Internacional
para la Conservación del Lince
Ibérico -junto con miembros del
Ministerio
de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía-,
destaca la necesidad de aplicar un plan
de cría contra su extinción.
Para hacer más efectiva esta medida,
se complementa con otras actuaciones como
la repoblación de conejos -una
especie que supone el 90 por ciento de
la alimentación del felino- y la
adaptación de sus hábitat.
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Más
de cien ejemplares de tortuga mora se
reintroducirán al medio natural
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La
Consejería de Medio Ambiente ha
recogido más de cien ejemplares
de tortuga mora (Testudo graeca),
donados por vecinos de Pulpí
al ayuntamiento, para su reintroducción
en el medio natural.
La
idea era trasladarlos primero al Centro
de Recuperación de Especies Amenazadas
de Las Almohallas, en Vélez-Blanco,
para que, una vez analizado su estado
físico, sean devueltos al entorno.
La
tortuga mora, protegida por la legislación
española desde 1973 y catalogada
como de interés especial, se
distribuye en el Parque
Nacional de Doñana y en el
sureste de las provincias de Almería
y Murcia,
especialmente en las zonas costeras
en las que dominan especies vegetales
como el tomillo, el esparto o la escobilla.
Además, se ha encontrado también
una pequeña población
de esta especie en la isla de Mallorca,
donde coexiste con la denominada tortuga
mediterránea (Testudo hermani).
en
las últimas décadas se ha
producido un descenso de las poblaciones
existentes en libertad en todo su ámbito
de distribución provocado, entre
otras causas, por el tráfico y
el comercio ilegal, el desarrollo de urbanizaciones
o los incendios forestales.
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La
Consejería de Medio Ambiente acondicionará
las vías pecuarias del entorno
de Granada
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La
Consejería de Medio Ambiente
realizará actuaciones de acondicionamiento
en las vías pecuarias del área
de aglomeración urbana de Granada,
tras los convenios suscritos con los
ayuntamientos granadinos de Güejar
Sierra, dentro del Parque
Nacional y Natural de Sierra Nevada;
Granada
y Cenes
de la Vega, pertenecientes al Parque
Periurbano Dehesa del Generalife;
Beas
de Granada, del Parque
Natural Sierra de Huétor;
y Escúzar,
Ventas
de Huelma, Santa
Fe, La
Malahá, Alhendín
y Armilla.
Las
obras comprenden trabajos de deslinde,
señalización, colocación
de mojones, restauración forestal
y mantenimiento de la vegetación,
que servirán para adaptar estos
caminos tradicionales al uso y servicio
públicos.
La
provincia de Granada dispone de un total
de 2.617 kilómetros de vías
pecuarias, de los cuales, 70 están
ya deslindados y 595 están en
tramitándose para su recuperación.
Una de las principales áreas
de trabajo es la comarca de la Vega,
donde desde 2001 se coordinan los criterios
establecidos en el Plan de Recuperación
de la Vías Pecuarias con las
directrices que marca el Plan de Ordenación
del Territorio de la Aglomeración
Urbana de la capital.
Dos
fases, dos años
Las
iniciativas para la aglomeración
urbana de Granada tienen dos fases.
En la primera se llegará al deslinde
de 160 kilómetros de estos caminos
tradicionales en 2004. Las vías
beneficiadas discurren por las localidades
de Cájar,
Dílar,
Monachil,
Maracena
y La
Zubia, pertenecientes al Parque
Nacional y Natural Sierra Nevada.
También discurren por los municipios
de Albolote,
Alhendín, Armilla, Atarfe,
Beas de Granada, Chauchina,
Chimeneas,
Churriana
de la Vega, Cijuela,
Las
Gabias, Granada, Huétor
Vega, Láchar,
La Malahá, Ogíjares,
Peligros,
Pinos
Puente, Pinos
Genil, Santa Fe, Vegas
del Genil y Víznar.
En
la segunda fase, que finalizará
en 2005, se añadirán otros
87 kilómetros. Estas vías
afectan a los municipios de Cenes de
la Vega y Granada, incluidos en el Parque
Periurbano Dehesa del Generalife;
Fuente
Vaqueros, Pinos Genil, Güejar
Sierra, Otura,
Gójar,
Armilla y Vegas del Genil.
Del
total de kilómetros de vías
pecuarias existente en la provincia
de Granada, la Consejería de
Medio Ambiente considera prioritario
el deslinde de 1.000 kilómetros,
de manera que en 2010 se hallarán
acondicionados.
Asimismo,
destaca el acondicionamiento de la Ruta
de Los Neveros, que incluye las cañadas
reales del Camino de los Neveros, Cuerda
y Collado de las Sabinillas. Este camino,
de gran interés por ofrecer un
camino para adentrarse en el Parque
Nacional de Sierra Nevada, fue utilizado
entre los siglos XIX y XX para traer
hielo a la capital a lomos de caballerías.
La
Consejería de Medio Ambiente ha
recuperado ya 1.920 kilómetros
de la red regional de vías pecuarias,
que suma 24.015. Atendiendo a sus dimensiones,
las vías pecuarias se denominan
cañadas, cordeles o veredas. Las
primeras tienen una anchura máxima
de 75 metros, mientras que los cordeles
no sobrepasan los 37,5 metros, y las veredas
los 20 metros. Junto a estos caminos se
sitúan los abrevaderos, descansaderos
y majadas, asociados al tránsito
ganadero.
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Iniciado
un plan cuatrienal para la recuperación
de pinsapos
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La
Consejería de Medio Ambiente inicia
este año un plan cuatrienal para
la recuperación del pinsapo, una
especie en peligro de extinción
propia de las serranías de las
provincias de Cádiz
y Málaga,
que en la actualidad ocupa una superficie
de 3.600 hectáreas.
En
los últimos años, la población
de pinsapos ha ido aumentando paulatinamente,
tras superar un momento crítico
a principios de la década de
los setenta del pasado siglo, cuando
sólo se localizaba en 1.000 hectáreas.
Con
este plan, la Junta
de Andalucía pretende proteger
las poblaciones de pinsapares, distribuidas
de forma muy dispersa, y favorecer su
regeneración en sus hábitats
naturales. Asimismo, dispone medidas
para reducir los factores de riesgo
que amenazan al pinsapo: incendios forestales,
presión excesiva del ganado en
montes no acotados, aislamiento genético
y, sobre todo, plagas o enfermedades
favorecidas por una tendencia cambiante
en el clima de los últimos años,
que ha provocado una sequía prolongada,
irregularidad en las precipitaciones
y subidas de temperaturas, debilitando
los núcleos ubicados en los puntos
de menor altitud.
Los
pinsapares están localizados
en los espacios protegidos de la Sierra
de Grazalema, Sierra de las Nieves y
Los Reales de Sierra Bermeja. En concreto,
la especie se distribuye entre los términos
municipales de Benaocaz,
Grazalema
y Zahara
de la Sierra, en la provincia de
Cádiz; y de Casares,
Cortes
de la Frontera, Genalguacil,
El
Burgo, Estepona,
Istán,
Monda,
Ojén,
Parauta,
Ronda,
Tolox
y Yunquera,
en la de Málaga. La planificación
prevista, además de un control
del ganado y del vallado de las masas
reducidas, estará orientada a
favorecer la expansión natural
del pinsapo en su área potencial
de distribución, sobre todo en
las zonas por encima de los mil metros
de altitud con presencia abundante de
ejemplares jóvenes. Sin embargo,
no se descarta que continúe la
repoblación en los enclaves propicios
a su ubicación donde la regeneración
natural es inexistente.
El
plan dispone también permutas
de terrenos por parte de la Junta de
Andalucía para las fincas privadas
que contengan formaciones significativas
de la especie y su posible inclusión
en las áreas protegidas de la
Red de Espacios Naturales Protegidos
de Andalucía (RENPA).
Entre otras actuaciones previstas por
el plan, destacan la creación
de áreas preventivas de defensa
contra incendios forestales, la preservación
de los límites que rodean los
pinsapares, integrados por arbustos
espinosos de gran importancia para este
ecosistema, la mejora de los accesos
y el refuerzo de los puntos de almacenamiento
y reserva de agua.
El
seguimiento del estado fitosanitario
de los pinsapares, que se realiza a
través de la red de equilibrio
biológico en las masas, está
permitiendo una rápida detección
en la aparición de plagas. Además,
con el plan se coordinará su
control, incluyendo el desarrollo de
líneas de investigación
sobre nuevas estrategias de conservación
del pinsapo, el estudio de técnicas
para su reproducción en vivero,
así como la recolección
de semillas de las distintas masas para
su cuidado en el Banco de Germoplasma
Vegetal.
Finalmente,
en relación con el uso público
recreativo y turístico, el plan
desarrollará campañas de
concienciación y actividades educativas
a cerca de la importancia de conservar
esta especie y su entorno natural, llevándose
a cabo especialmente en los núcleos
urbanos y en los centros escolares del
área de distribución del
pinsapo.
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Estudio,
evaluación y mejora del litoral
gaditano en el entorno de la Bahía
de Cádiz. Conservación de
Mesembryanthemum crystallinum
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El
pasado mes de abril comenzó un
proyecto, incluido en el programa
de Voluntariado Ambiental de la Consejería
de Medio Ambiente, sobre el 'Estudio,
evaluación y mejora del litoral
gaditano en el entorno de la Bahía
de Cádiz. Conservación
de la Mesembryanthemum crystallinum.
Consiste en la realización de una
serie de jornadas y visitas a distintos
ecosistemas de la Bahía de Cádiz
y en el estudio para la conservación
de la Mesembryanthemum crystallinum,
una especie autóctona vital que
controla los procesos de erosión
en la playa Santa María del Mar.
Este
proyecto lo llevará a la práctica
la Asociación Gaditana para la
Defensa y Estudio de la Naturaleza (Agaden)
y tiene como objetivo procurar la conservación
del litoral de la Bahía de Cádiz
y del medio ambiente urbano.
Además
de lo citado hasta ahora, el programa
incluye unas jornadas de formación
para los voluntarios, como las dedicadas
a los aspectos legales y biológicos
relacionados con este entorno natural
gaditano.
Las
jornadas comenzaron el día 8
de abril con una conferencia sobre la
'Influencia de los asentamientos humanos
en el litoral de la Bahía de
Cádiz. Perspectiva de los últimos
50 años'; y continuó el
10 de abril con una ponencia sobre el
'Medio Natural en el litoral de la Bahía
de Cádiz' y un salida, programada
para el día 26, al Mercado Central
de Cádiz y al Río Arillo.
Para
los meses de mayo y junio, según
el programa de Agaden, están
previstas las siguientes actividades:
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10 de mayo: Visita-estudio a la Salina
de La Tapa y a la Laguna
de Medina.
-
11 de mayo: Visita-estudio a la Playa
de La Caleta.
-
17 de mayo: Visita-estudio al Pinar
de La Algaida y Los Toruños.
-
24 de mayo: Visita-estudio a la Punta
del Boquerón.
-
31 de mayo: I Jornada de Conservación
de la Mesembryanthemum crystallinum.
-
1 de junio: II Jornadas de Conservación
de la Mesembryanthemum crystallinum.
-
7 de junio: III Jornadas de Conservación
de la Mesembryanthemum crystallinum.
-
8 de junio: IV Jornadas de Conservación
de la Mesembryanthemum crystallinum.
-
10 de junio: Evaluación, realización
de propuestas y clausura del proyecto.
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El
Corredor Verde del Río Guadiamar,
declarado Paisaje Protegido
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El
Consejo de Gobierno declaró el
pasado 22 de abril el Corredor
Verde del Río Guadiamar,
pasillo ecológico de 2.706 hectáreas
de superficie que conecta Doñana
y Sierra Morena, como Paisaje
Protegido. Este espacio ha sido
recuperado por la Junta
de Andalucía tras la fuerte
contaminación que sufrió
hace cinco años por el vertido
de la mina de Aznalcóllar,
recreando los ecosistemas originarios
de monte mediterráneo, ribera
y marisma fluvial que en gran parte
habían desaparecido ya antes
del accidente minero.
El
nuevo territorio protegido, que hace
el número 130 en la Comunidad
Autónoma, está integrado
en su totalidad por fincas de titularidad
pública repartidas entre los
municipios sevillanos de Aznalcázar,
Benacazón,
Huévar
del Aljarafe, Olivares,
Sanlúcar
la Mayor y Villamanrique
de la Condesa.
El
reconocimiento del Corredor Verde del
Guadiamar como Paisaje Protegido ha
sido posible gracias a la intervención
de la Junta de Andalucía, que
ha invertido más de 165 millones
de euros en regeneración de los
ecosistemas, la restauración
hidrológico-forestal, el uso
público, la adquisición
de tierras y la investigación,
tras el desastre de Aznalcóllar.
Este proyecto, el de mayor envergadura
llevado a cabo en España para
la recuperación de un territorio
contaminado, ha contado con la participación
de 300 científicos y técnicos
de universidades de todo el país,
así como del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas.
Entre
los trabajos realizados hasta ahora,
destaca la plantación de 1,7
millones de árboles y arbustos
correspondientes a 11 modelos de vegetación
diferentes, desde el monte mediterráneo
al bosque de ribera, lo que supone una
densidad de 700 ejemplares por hectárea.
Ello ha permitido crear las condiciones
para que se produzca una recolonización
natural de la fauna autóctona
en la zona, que ahora acoge a 111 especies
de aves.
Régimen
de protección
La
franja declarada como paisaje protegido
se prolonga linealmente a lo largo de
40 kilómetros en el entorno del
curso medio del río Guadiamar.
El tramo marismeño de Entremuros,
que también ha sido totalmente
recuperado tras la avalancha de lodos
contaminados que sufrió en 1998,
queda fuera de la delimitación
al encontrarse ya protegido por su pertenencia
al Parque Natural de Doñana.
El
decreto de declaración establece,
como objetivos prioritarios, garantizar
la calidad de las aguas que abastecen
a Doñana y facilitar el desplazamiento
de la fauna silvestre entre esta zona
y Sierra Morena. Asimismo, se incluyen
medidas para hacer compatible la conservación
del paisaje con su disfrute por parte
de los ciudadanos a través de
programas de educación ambiental
y de una amplia dotación de senderos,
centros de visitantes, miradores, áreas
recreativas y otras instalaciones de
uso público.
En
el ámbito de la investigación
científica, la norma propone
continuar el programa que coordina la
Consejería de Medio Ambiente
para controlar el proceso de recuperación
de los ecosistemas y la evolución
de sus indicadores ambientales. De igual
modo, establece cauces para garantizar
la participación de ayuntamientos,
administraciones y organizaciones sociales
en los proyectos que se desarrollen
en el espacio protegido.
Corredor
verde
De
acuerdo con las normas de uso recogidas
en el decreto, el acceso al Corredor
Verde del Guadiamar es libre siempre
que se realice a través de los
lugares señalizados habilitados
para ello. Para la circulación
por su interior se prohíbe la
utilización de vehículos
de motor, con excepciones para servicios
autorizados, vigilancia, personas discapacitadas
y titulares de servidumbres reconocidas.
Con
carácter general, no está
permitido el abandono incontrolado de
residuos y la recolección o captura
de especies de flora y fauna silvestres,
así como cualquier actividad
que altere los elementos paisajísticos
y sus procesos naturales. También
queda prohibida la actividad cinegética,
salvo que la Consejería de Medio
Ambiente la autorice excepcionalmente
para corregir posibles desequilibrios
biológicos.
Finalmente,
respecto a la pesca continental, la norma
condiciona su futura autorización
a la finalización del proceso de
recuperación de la fauna piscícola
que actualmente desarrolla la Consejería
de Medio Ambiente.
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Futuro
Monumento Natural: la Peña de los
Enamorados
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La
Consejería de Medio Ambiente va
a declarar Monumento
Natural la Peña de los Enamorados,
una masa caliza de perfil conocido y enigmático
(se asemeja a un rostro humano) situada
a la falda de la ciudad de Archidona,
aunque en el término municipal
de Antequera.
Presa
de una antigua leyenda, la Peña
de los Enamorados reúne un sinfín
de motivos que avalan su catalogación
como Monumento Natural de Carácter
Geográfico. En ella existen especies
de interés, como el águila
perdicera (Hieraetus fasciatus),
el halcón peregrino (Falco
peregrinus), el búho real
(Bubo bubo) y el cernícalo
común (Falco tinnunculus).
en cuanto a los mamíferos, destacan
la garduña (Martes foina)
y el zorro (Vulpes vulpes). Es
notoria también la presencia
de los ofidios.
La
Consejería de Medio Ambiente
justifica, por tanto, la inclusión
de la Peña de los Enamorados
en el catálogo de espacios naturales
protegidos de Andalucía, por
su interés geológico,
su vegetación, fauna y paisaje,
principalmente. Así, se trata
de una formación caliza del tipo
'monte isla' de edad jurásica
y perteneciente a la zona subbética,
con un relieve escarpado que dificulta
el acceso. La altura máxima la
alcanza el Pico Enamorados, de 880 metros
sobre el nivel del mar.
En
cuanto a su vegetación, su mayor
interés radica en el bosquete abierto
de ejemplares de acebuches (Olea europaea
var. Sylvestris), que cubre la mayor
parte de la vertiente sur; además
de alguna encina aislada y almendros asilvestrados.
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Andalucía
inicia la primera repoblación de
Europa con seta de cardo en el Parque
Natural Sierras Subbéticas
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La
Consejería de Medio Ambiente ha
iniciado en el Parque
Natural Sierras Subbéticas
la primera repoblación de seta
de cardo (Pleurotus eryngil) que
se realiza en Europa, aplicando técnicas
de siembra directa en el campo. Con ello
se pretende establecer pequeñas
parcelas reproductoras de este tipo de
seta, que actuarán como zonas de
dispersión natural y que ayudarán
a paliar los efectos del exceso de recolección
que ha sufrido esta especie.
El
proyecto, en el que participan investigadores
del Banco de cultivo hongos de la Universidad
de Barcelona, consiste en la plantación
de cardos en poblaciones similares a
las naturales, los cuales una vez que
llegan a su madurez biológica
son inoculados con la seta.
La
importancia de la seta de cardo en la
tradición gastronómica
del medio rural, unida al interés
socioeconómico y medioambiental,
revalorizará al monte mediterráneo
andaluz y creará alternativas
de futuro a sus habitantes.
La
Consejería de Medio Ambiente
ha puesto en marcha, además,
una campaña de difusión
con el lema 'No te confundas', para
informar a los ciudadanos de las especies
tóxicas que existen en nuestra
comunidad.
Estas
actuaciones se incluyen en el Plan de
Conservación y Uso Sostenible
de Setas y Trufas en Andalucía
(Plan
Cussta) de la Consejería
de Medio Ambiente, destinado a la conservación
y uso sostenible de estas especies.
Con este programa se pretende descubrir
para la sociedad andaluza un nuevo recurso
natural y socioeconómico en sus
múltiples facetas.
El
Plan Cussta contempla, entre otras actividades,
la elaboración de un inventario
y catálogo de las setas y trufas
existentes en Andalucía, la creación
de diversas instalaciones de uso público,
rutas micológicas, así
como repoblaciones vegetales con plantas
micorrizadas. Una de estas repoblaciones
se realizó en Almería,
con unas mil plantas de jarilla de Almería
(Helianthemun almeriense) inoculadas
con el hongo denominado 'trufa del desierto'.
Más
información.
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Tres
estaciones depuradoras mejorarán
el saneamiento de la cuenca del río
Guadiaro
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La
Consejería de Medio Ambiente
procederá a partir del año
que viene a la construcción de
tres estaciones depuradoras de aguas
residuales que darán servicio
a los municipios malagueños de
Montejaque,
Jimera
de Líbar, Benaoján
y Cortes
de la Frontera, situados en el Parque
Natural Sierra de Grazalema.
El
proyecto incluye la construcción
de una estación depuradora para
Benaoján y Montejaque, que en época
estival reúnen a 3.700 habitantes;
otra para Jimera de Líbar, que
en verano llega hasta los 1.140 habitantes;
y una tercera para abastecer a Cortes
de la Frontera, que abarca también
el Parque
Natural Los Alcornocales, y que alcanza
los 4.200 habitantes en julio y agosto.
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La
Junta de Andalucía declara zona
arqueológica el yacimiento de Cerro
Largo, Cerro del Santuario y Cerro Cepero,
en Baza
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La
Junta
de Andalucía ha declarado Bien
de Interés Cultural, con la categoría
de Zona Arqueológica, el yacimiento
de Cerro Largo, Cerro del Santuario y
Cerro Cepero, ubicado en el municipio
de Baza,
municipio ligado al Parque
Natural Sierra de Baza, donde se conservan
restos de asentamientos de la Edad del
Hierro, la época romana y el periodo
medieval.
El
primero de los tres yacimientos arqueológicos,
Cerro Largo, comenzó a investigarse
en 1995, cuando al ser utilizado como
cantera en la construcción de
la autovía A-92 aparecieron numerosos
materiales arqueológicos y una
escultura de la época ibérica.
Los trabajos realizados hasta ahora
han sacado a la luz una necrópolis
ibérica con sepulturas de cámara
subterránea; otra de época
tardorromana donde se han excavado doce
tumbas; y un asentamiento del periodo
altomedieval hispano-andalusí
que consiste en una alquería
de varias casas de campo con plantas
simples rodeadas por silos.
Por
su parte, en el Cerro del Santuario
se encuentra la necrópolis ibérica
donde en 1971 apareció la famosa
Dama
de Baza, escultura ibérica
del siglo IV a. C. Este recinto, que
comenzó a excavarse en 1968,
ocupa un promontorio de 100 metros de
largo y 40 de ancho, cubierto por 170
tumbas de distinto tipo y muchos ajuares
están fechados entre los siglos
V y III a.C.
Finalmente,
el yacimiento arqueológico de Cerro
Cepero se corresponde con la ubicación
que los investigadores dan a la antigua
ciudad íbera de Basti. De este
asentamiento se conservan estructuras
de grandes bloques pétreos y sillares
intercalados con tramos de piedras más
pequeñas, posiblemente asociados
a la muralla que rodearía la cima.
También han aparecido abundantes
muestras de cerámicas ibérica
y romana. Los materiales arqueológicos
encontrados abarcan desde el periodo bastetano
más antiguo (siglo V a.C.) hasta
la época visigoda. La declaración
como Bien de Interés Cultural establece
un entorno de protección de 318
hectáreas y engloba en un único
espacio los tres cerros que conforman
la zona arqueológica.
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Éxito
en la reintroducción del halcón
peregrino en el Parque Natural Sierra
de Aracena y Picos de Aroche
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Ocho
ejemplares de halcón peregrino
han sido reintroducidos con éxito
en el Parque
Natural Sierra de Aracena y Picos de
Aroche, con el objetivo de crear
una población reproductora de
la especie en esta comarca, según
un proyecto promovido por la Consejería
de Medio Ambiente.
Las
observaciones realizadas en las localidades
onubenses de Zufre
y Santa
Olalla del Cala han permitido comprobar
la integración total de los halcones
en el medio natural, cazando y viviendo
según el comportamiento habitual
de su especie. Con la llegada el pasado
año de estos ocho ejemplares,
procedentes de la cría en cautividad,
se inició el programa de reintroducción
mediante la técnica de cría
campestre. Ante esto, se prevé
que próximamente lleguen otros
ocho ejemplares, que heredarán
las jaulas utilizadas anteriormente.
Esta
técnica de cría campestre
está considerada como una de
los más eficaces para determinadas
poblaciones reproductoras de aves. Este
método consiste en criar pollos
en estado de semilibertad, colocándolos
en nidos que simulan los naturales y
proporcionando la comida de manera artificial.
En Andalucía se está utilizando
esta técnica actualmente para
la reintroducción del águila
imperial y del águila pescadora
en la comarca gaditana de La Janda y
en el embalse de Barbate,
respectivamente.
Técnica
de cría campestre
Con
treinta días de vida se colocaron
los cinco primeros halcones en mayo
de 2002 en las cajas-nido ubicadas en
la torre de la Iglesia de La Concepción
de Zufre. Los halcones se alimentaron
por medio de un mecanismo que hace imposible
ver a las personas que les facilitan
el alimento. A los quince días
todos los ejemplares vuelan constantemente
alrededor de la iglesia y del pueblo,
alejándose cada vez más
y acudiendo puntualmente a sus comidas
en las cajas.
Aquel
mismo mes se hizo lo mismo con otras
tres crías en la Iglesia del
Castillo de Santa Olalla del Cala. A
lo largo del mes de junio, los halcones
de Zufre perfeccionaron sus métodos
de caza y en julio el comportamiento
de los ocho ejemplares era de casi total
independencia alimentaria. Al retirar
las cajas-nido a finales de julio se
observó un comportamiento pocas
veces constatado al encontrar tres ejemplares
de gorrión chillón enterrados
en la grava de la caja. Esto indica
un comportamiento de previsión,
de falta de necesidad en la caza, de
absoluta abundancia de presas y de gran
facilidad en la predación, un
comportamiento semejante al de ciertos
mamíferos carnívoros en
momentos de abundancia.
Pasados
tres meses, se comprobaron vuelos a
distancias superiores a 50 kilómetros,
con movimientos dispersivos de las hembras
hacia el Valle del Guadalquivir y las
proximidades de la ciudad de Sevilla.
Casi un año más tarde,
en marzo de 2003, se comprobó
la presencia de dos de los halcones
reintroducidos en la Iglesia de Zufre
y actividades de caza en el embalse
de la misma localidad. El éxito
total del proyecto de reintroducción
se producirá si una vez alcanzada
la madurez sexual, en 2004, se crean
parejas estables reproductoras a partir
de los ejemplares reintroducidos.
A
todo esto hay que añadir la importante
labor de educación ambiental desarrollada
por los técnicos del Parque Natural
con escolares y sociedades de cazadores
sobre la necesidad de la conservación
de aves rapaces; además del compromiso
adquirido por los ayuntamientos implicados,
ya que los halcones ejercen un control
natural sobre las poblaciones de la paloma
bravía, que ocasiona importantes
deterioros en el patrimonio monumental,
o sobre el abejaruco, que provoca pérdidas
a los apicultores de la comarca.
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Jornadas
sobre "La Restauración del
Río Guadiamar después del
vertido minero de Aznalcóllar"
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Cuando
se cumplen cinco años del vertido
de las minas de Aznalcóllar,
la Consejería de Medio Ambiente
programó durante los días
21 a 23 de abril la celebración
de las jornadas sobre 'La Restauración
del Río Guadiamar después
del vertido minero de Aznalcóllar',
articuladas alrededor de varias áreas
o sesiones temáticas en las que,
tras la exposición de las ponencias,
se abrió un proceso de discusión
entre los miembros de la mesa y los
asistentes. También se pretendió
aprovechar el marco de estas Jornadas
para la presentación de la publicación
de los Resultados del Programa
de Investigación del Corredor
Verde.
A
lo largo de los tres días se
trataron los siguientes temas:
-
La remediación de la contaminación
generada por el vertido de las minas
de Aznalcóllar
sobre el medio físico.
- Metodologías y técnicas
específicas aplicadas para abordar
la evaluación y remediación
de la contaminación.
- Control, seguimiento y gestión
del impacto del vertido minero en los
seres vivos y la población.
- La restauración ecológica
río Guadiamar en el contexto
de las cuencas vertientes.
- Integración y participación
social en la restauración del
Guadiamar.
El
accidente minero ocurrido en abril de
1998 en las minas de Aznalcóllar,
propiedad de la empresa Boliden Apirsa,
supuso una catástrofe ecológica
y socioeconómica sin precedentes,
cubriendo de lodos y aguas ácidas
un tramo fluvial de 62 Km de longitud
y una superficie de 4.634 has desde
la mina hasta el límite con el
Parque
Nacional de Doñana.
La
alarma social provocada por el vertido
y la posibilidad de que una zona protegida
tan emblemática como Doñana
pudiera quedar contaminada por metales
pesados a largo plazo, hizo que la administración
del Estado, y en especial la Junta
de Andalucía, no escatimaran
medios para corregir las consecuencias
del desastre. Como así se ha
reconocido por un gran número
de organismos e instituciones internacionales,
la acción pública ha sido
ejemplar a escala mundial, constituyendo
el proyecto de restauración ambiental
más importante que se han emprendido
hasta ahora para resolver un problema
de estas dimensiones y características.
Aprovechando
esta oportunidad de intervención
y una vez que se determina la retirada
definitiva del uso agrícola de
las tierras afectadas, se apuesta por
un proyecto de restauración más
ambicioso y a más largo plazo,
denominado el Proyecto del Corredor
Verde del Guadiamar, que se dirige a
promover la recuperación de los
ecosistemas afectados más allá
de la situación en que se encontraban
antes del vertido.
El
Plan de Acción de este ambicioso
proyecto, la Estrategia
del Corredor Verde del Guadiamar,
contempla tres principios fundamentales:
la gestión integral de la cuenca,
el soporte científico de las
actuaciones y la implicación
de la sociedad para que el proyecto
alcanzara un amplio respaldo social.
Para poder afrontar el problema del
vertido minero de Aznalcóllar
con criterios científico-técnicos,
la Consejería de Medio Ambiente
organizó un Seminario Internacional
sobre Corredores Ecológicos y
Restauración de Ríos y
Riberas en junio de 1999, cuyas conclusiones
fueron incorporadas a este Plan de Acción.
De
forma paralela, como resultado de la
decisión que se tomó desde
el principio de implicar a la comunidad
científica en la aportación
de soluciones, las actuaciones de restauración
que se han emprendido en el Guadiamar
se han apoyado en el desarrollo de un
programa de investigación específico
(PICOVER), que representa uno de los
programas de investigación multidisciplinar
más importantes que se han puesto
en marcha en nuestro país para
abordar un problema ambiental de estas
características.
Gracias
a esta intervención eficaz, decidida,
y continuada en el tiempo, con el apoyo
suministrado por el conocimiento científico,
el proyecto de restauración emprendido
ha permitido reducir las graves consecuencias
que se auguraban a largo plazo para
la zona y que el Guadiamar se identifique
como el ámbito donde después
de una grave catástrofe se ha
sabido reaccionar llevando a cabo un
proyecto de restauración ecológica
y de reactivación territorial
avanzado y novedoso.
La
intensa actividad científica
desarrollada durante estos cuatro años
en el marco del PICOVER ha convertido
la cuenca del Guadiamar en uno de los
espacios más investigados de
nuestro país, sobre el que se
ha generado una enorme información
en tan corto plazo de tiempo. Por otra
parte, este espacio se ha convertido
en un gran laboratorio natural donde
se han llevado a cabo experiencias de
restauración ecológica
en un esfuerzo sin precedentes.
El
objetivo que se ha pretendido, por tanto,
con estas Jornadas es poner de manifiesto
todo este flujo de información
que se ha generado y difundir las diversas
experiencias de restauración que
se han llevado a cabo en este período
de tiempo. No cabe duda que, en este sentido,
el desastre de Aznalcóllar ha marcado
un hito especial en el panorama de los
accidentes mineros y cuya experiencia
debe servir de modelo de referencia para
otros proyectos de restauración
en cuencas similares o de cara a la corrección
de otros episodios de contaminación
de similar envergadura. En última
instancia, se pretende aprovechar la experiencia
desarrollada en el Guadiamar como modelo
de restauración y gestión
extrapolable a otras cuencas similares
de nuestra región y del ámbito
mediterráneo.
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