TRAMO 8

Loma del Lastonar

Fuente del Espino (Bérchules - Válor)

 

 

ACCESOS AL SENDERO SULAYR:

DESDE BÉRCHULES. Siguiendo la carretera A-4130 que une Bérchules con Juviles, a 2,7 Km de Bérchules, en un alto  llamado la Cruz de Juviles, comienza una larga pista de tierra que finaliza en la carretera del Puerto de la Ragua y alcanza el recorrido del Sendero Sulayr en el paraje de Hoya Herrera (a 5 Km de la Cruz de Juviles). Desde este punto, a 1.800 m de altura, accedemos al recorrido del Sendero Sulayr que transcurre por caminos forestales, con extraordinarias vistas.

También se puede acceder al recorrido de Sulayr a través de numerosas pistas y caminos que alcanzan esta ruta, como por ejemplo enlazar el GR-7 con las pistas que transcurren por cortafuegos acceden a la pista perimetral de la sierra.

DESDE MECINA BOMBARÓN. A la entrada del pueblo, en dirección a Bérchules, parte una pista que se adentra en el casco urbano de la Plaza Vieja, y luego asciende a la sierra hasta  enlazar, a unos 10 Km, con la pista principal. El recorrido del Sendero Sulayr transcurre por encima de los 2.000 m de altura en la Loma del Lastonar, surcada por la impresionante acequia de Mecina. Desde este punto tenemos la opción de incorporarnos al Sendero Sulayr, bien en dirección oeste, en el tramo Lastonar–Trevélez, que discurre gran parte por pista forestal, o hacia levante, en el tramo Lastonar-Fuente del Espino, casi siempre por vereda, a través de lomas y barrancos, en un agreste paisaje de amplias panorámicas.

Existen empresas que facilitan tanto el acceso al sendero como la pernocta, organizando itinerarios por el Sulayr a nuestra medida. El hecho de que existan gran número de pistas agrícolas, ganaderas y forestales, facilitan el acceso a vehículos de apoyo que nos pueden dejar o recoger en  muchos puntos del recorrido del Sendero Sulayr.

INICIO TRAMO 8/ • LOMA DEL LASTONAR

Iniciamos este quebrado tramo del Sendero Sulayr abandonando la pista forestal para ascender por vereda, entre los claros del pinar, hasta alcanzar en unos minutos el Pecho del Lastonar, donde encontramos la enorme Acequia Mecina (1). Esta importante conducción de agua, donde se alían el ingenio con el esfuerzo para trasvasar agua de una cuenca a otra, es una típica acequia de “careo”, que a diferencia de la acequia de riego, esta dirige el agua a zonas de filtración para rellenar acuíferos. De forma que durante la larga sequía estival no falta el preciado líquido en los pueblos y su entorno agrícola, gracias a que se cargan los veneros unos meses antes.

Cruzamos la acequia por un puente y seguimos a la izquierda la dirección de la loma, ascendiendo un poco para luego llanear. Estamos en la divisoria de los municipios de Bérchules y Alpujarra de la Sierra, que engloba este último a los pueblos de Mecina Bombarón, Yegen y Golco. Es también divisoria de aguas, ya que las del Río Grande de los Bérchules van a parar al Guadalfeo y las del Río Mecina a las del Río Adra, ambas en el Mediterráneo.

Esta Loma del Lastonar es también el Camino de la Sierra, que loma arriba sigue un recorrido tradicional que une las dos vertientes de la Sierra por el Collado del Puerto, a 2.600 m de altitud, uniendo los pueblos de la Alpujarra con los del Marquesado y la Hoya de Guadix.

El sendero Sulayr deja la loma y el carril – cortafuegos para adentrarse en el pinar a media ladera, en la vertiente del Río Mecina. Enseguida continuamos ascendiendo por el trazado de una antigua acequia que discurre entre el pinar, para llegar a un cortafuegos, desde donde vemos en lo hondo unos depósitos de agua para la lucha contra incendios. Seguimos por la acequia abandonada hasta enlazar con el carril del aprisco de Mecina, por el que vamos a continuar hacia arriba durante 4,7 Km, llaneando casi todo el trayecto en torno a la cota de 2.100 m de altitud. Por este carril atravesamos un primer arroyo en el Barranco del Riachuelo y más adelante nos sorprende el Barranco de las Chorreras (2), con cascadas impresionantes durante el deshielo. Un poco después de cruzar este arroyo llegamos al final del carril donde se encuentra el Aprisco de Mecina (3), un paraje de atractivas vistas.

Cuando llevamos casi 8 Km de recorrido, iniciamos el descenso al Río Mecina,  por el sendero que sale desde el mismo lateral del aprisco. Cruzamos la Acequia Vieja, desde donde observamos abajo parte del itinerario que vamos a seguir, desde el puente hasta el trayecto por la otra vertiente. Esta referencia es importante, ya que que el sendero de bajada al río, a veces se pierde por el trasiego del ganado en la zona. La vereda serpentea atravesando un pinar y perdiendo rápidamente altura, hasta alcanzar enseguida el cauce del Río Mecina (4), donde encontramos arbustos variados como el saúco (Sambucus nigra), rascaviejas (Adenocarpus decorticans), majuelos (Crataegus monogina), etc.

Cruzamos el puente para inmediatamente ascender en zig-zag un breve trecho, para luego llanear por la antigua Acequia del Hornillo, desde donde vemos las hazas de labor abandonadas, con restos de diferentes construcciones.

Continuamos ahora con cuidado pasando una zona cortada. Observamos al fondo la pista perimetral, que es nuestra referencia en este tramo, donde se ve también en ella el Area recreativa de las Chorreras. Nos adentramos en el pinar, en el paraje del Hornillo, donde nos topamos con un carril que seguimos en descenso a la derecha durante 200 m, para dejarlo por la vereda que sube a la izquierda unas fuertes pendientes entre el pinar. Al salir del pinar encontramos restos de un incendio que asoló esta zona de la sierra, con troncos calcinados en el suelo. Pero observamos la rápida recuperación del suelo, donde el piornal y lastonar cubren ahora estas amplias laderas de tal manera, que es fácil perder el sendero. Después de esta larga diagonal por fin alcanzamos la loma de la Cuesta del Diezmadero (5), en el término municipal de Válor.  Hasta este punto hemos recorrido 12 km desde el inicio del tramo. Esta loma culmina en el Alto de San Juan (2.786 m), y tiene un amplio horizonte que abarca desde la Sierra de Gádor hasta las Sierras de la Contraviesa y Lújar, que forman una barrera litoral de la costa mediterránea.

El carril que recorre la loma baja a la pista perimetral, y luego desciende hasta Yegen. En este pueblo vivió en los años veinte el escritor Gerald Brenan, que plasmó en su interesante libro “Al sur de Granada” sus vivencias en esta aldea alpujarreña.

Proseguimos el recorrido del Sulayr desde el mismo punto en que accedimos a la loma, cruzando el carril y en dirección Noreste, descendemos trazando una larga diagonal que nos llevará al carril de la Acequia de Válor, que seguiremos a la izquierda unos 200 m. Cruzamos la acequia y seguimos bajando hasta  la pista perimetral, que tomaremos a la izquierda. La pista  pasa bajo el Cortijo de la Sacristía, y enseguida cruza el puente del Río Válor (6). Un poco más adelante, en la misma pista encontramos una fuente junto a una secuoya, donde podremos abastecernos de agua. A unos 200 m encontramos el cruce de la pista que baja al pueblo de Válor.

Continuamos por la pista perimetral sólo unos metros, para abandonarla por el sendero que asciende a la izquierda atravesando una acequia y un carril paralelo a ella, hasta alcanzar otro carril que nos lleva hacia arriba hasta el Peñón de la Loma (7).

Por este lugar asciende otro camino de la sierra, en este caso el que se dirige desde el pueblo de Válor al Puerto del Lobo, a 2.400 m, para descender a los pueblos de Lanteira y Aldeire, en el Marquesado.

Una vez en lo alto de la loma seguimos el carril en dirección norte unos 600 m con vistas al San Juan, tomando a la derecha el sendero que nos baja por el pinar, en menos de un kilómetro, hasta la pista perimetral, donde finaliza este tramo 8 del Sendero Sulayr. En las inmediaciones se encuentra el cortijo de la Fuente del Espino.

Si planificamos bien las jornadas, los pueblos de Yegen y Válor pueden ser finales de etapa, descendiendo  pistas de tierra, anteriormente citadas, sin olvidar el fuerte desnivel que los separa del recorrido del Sulayr. En estos atractivos pueblos encontraremos hospitalidad y buena comida para reponernos de la dura caminata.

FIN TRAMO 8/ • FUENTE DEL ESPINO

ACCESO A VÁLOR. Desde la pista perimetral, una vez pasado el Cortijo de la Sacristía y el Río Valor, desciende una pista de tierra que a lo largo de 12,6 Km nos lleva al pueblo de Válor, pasando por  la fábrica de quesos “los Cortijuelos”. •

Aprisco de Mecina y refugio de pastores. Foto cedida por Esperanza Jiménez

Cádiar. Archivo Patronato Provincial de Turismo de Granada

Acequia de Mecina

 

BÉRCHULES. El topónimo de Bérchules significa “vergeles”, y así se nos muestran los bancales cercanos al pueblo donde todavía queda gente que cultiva esta sacrificada tierra. El pueblo está recostado en una de las laderas de la sierra más fértiles de la Alpujarra, donde no falta el agua, que se desparrama por las numerosas acequias que existen. Hay muchos parajes de interés en el municipio y estupendos alojamientos que nos invitan a quedarnos y conocer su geografía y su gente hospitalaria. El pueblo de Bérchules se llena de gente y fiesta todos los años para celebrar el fin de año ¡en pleno verano! El Origen de esta singular fiesta, es una avería que dejó al pueblo sin luz en la Nochevieja de 1994. Esta es la excusa para divertirse un día en el mes de agosto. A un tiro de piedra de Bérchules se encuentra Alcútar, un anejo que presume de tener una iglesia mudéjar de gran valor.

Dentro de su atractivo entorno natural que tiene Bérchules o los Bérchules hay que destacar la zona del Horcajo, o Junta de los Ríos, donde se unen el Río Chico y el Río Grande y que son el germen del principal río de la Alpujarra, el Guadalfeo. En este sendero balizado, el PR-A28, podemos admirar los Tajos del Reyecillo, donde según las crónicas se escondía Abén Aboo, el último rey morisco. Su muerte puso fin a la Guerra de las Alpujarras.

Otro sendero de interés es el Sendero GR-7, que recorre los pueblos de la Alpujarra teniendo en Bérchules una de sus etapas más bellas

Bérchules, Alcútar y Cádiar desde la Sierra de la Contraviesa

VÁLOR. Este pueblo fue cuna del más notorio alpujarreño de todos los tiempos: Fernando de Córdoba y Válor, el cual nació en 1520 y era miembro de una destacada familia morisca convertida al cristianismo tras la conquista de Granada en 1492. Abjuró del cristianismo para recuperar la religión islámica y luchar contra la represión de la fe y las costumbres musulmanas que sufría su pueblo desde que los Reyes Católicos tomaron Granada, también por el permanente incumplimiento de las Capitulaciones de Granada. En 1.568 lideró la rebelión morisca de Las Alpujarras, haciéndose llamar Aben Humeya, siendo  coronado como Rey de las Alpujarras. Esta rebelión duró tres años y se extendió por gran parte del Reino de Granada, la cual fue violentamente reprimida por Felipe II.

Antes de que finalizara la contienda, Aben Humeya fue traicionado y asesinado por su primo Abén Aboo.

Ser la patria de Aben Humeya tenía que reflejarse de alguna forma en el folklore popular. Así en el día del Cristo de la Yedra, Patrón de Válor, se celebra la Fiesta de Moros y Cristianos, una de las más famosas y conocidas de toda España. Merece la pena acudir en Septiembre a esta festividad, llena de pólvora y colorido. Y de paso probar las perdices en escabeche, su exquisito queso o los soplillos moriscos.

Válor cuenta con un interesante casco urbano y unos impresionantes parajes naturales. Interesante también es su iglesia del siglo XVI, con un valioso artesonado. Pero de sus atractivos turísticos es sin duda la Fuente Agria el de mayor reclamo. Se trata de un nacimiento de aguas minero-medicinales, ferruginosas y carbonatadas que tienen fama de milagrosas, ubicada en el paraje conocido como Cuesta Viñas.

Próximas al pueblo y dependientes de su Ayuntamiento, dos pequeñas y preciosas aldeas merecen la visita de los viajeros: Nechite, cuyo nombre es sinónimo de alegría, y Mecina Alfahar, que conserva en sus proximidades los restos de uno de los más grandes castillos medievales de la comarca.

Válor. Archivo Ayuntamiento de Válor

OTROS LUGARES DE INTERÉS //////////

ALPUJARRA DE LA SIERRA. Limitando con la vertiente izquierda del Río Grande se encuentra ubicada Alpujarra de la Sierra. Este municipio engloba los pueblos de Mecina Bombarón, Yegen, Golco y Montenegro.

YEGEN. El paisaje de Yegen es muy contrastado. En la interminable sucesión de lomas que bajan de las cumbres, la que ocupa esta tranquila aldea es de las más sugerentes. Aquí se dan cita las deslizantes launas, como una prolongación de los terrados, las margas rojizas, las blanquecinas dolomías, las oscuras pizarras…, todo un compendio cromático y geológico con el fondo de Gádor y el horizonte marino.

Visitar este municipio brinda la oportunidad de conocer la típica arquitectura alpujarreña. De calles empinadas, los tinaos y azoteas de sus casas sirven de salidas a otras, formando la estructura escalonada. Su situación hace de este muniicpio el lugar ideal para entrar en contacto con la naturaleza, bien practicando el senderismo o siguiendo las rutas a caballo o en bicicleta.  Todo ello debido a que Yegen es una maravillosa combinación de altas cumbres cercanas al mar con un paisaje convulso, donde la aridez extrema convive con vergeles, auténticos oasis bíblicos.

A pesar de las transformaciones de las últimas décadas, el pueblo mantiene un encanto particular, por la luminosidad, el cromatismo de la tierra, sus bancales de olivos y almendros, y su majestuoso silencio.

Pedro Antonio de Alarcón visitó esta comarca a finales del siglo XIX, y así describió al pueblo: “Yegen está sumamente elevado en las andamiadas de la Sierra; pero tan defendido de los vientos del Norte, y tan a merced del Sol y del ambiente de África, que en él encontramos, entre brillantes chorros de nieve derretida que bajan de las vecinas cumbres, granados en flor, opulentos olivos y hasta naranjos llenos de fruto.”

Yegen goza de fama universal tras haber sido inmortalizada por el inglés Gerald Brenan en las páginas de su libro Al sur de Granada. El escritor hispanista explica así su atracción por el lugar donde a principios de los años 20 del siglo XX decidió fijar su residencia: “El lugar tenía algo que me resultaba atractivo. Era una aldea pobre, elevada sobre el mar, con un panorama inmenso a su frente. Sus casas grises en forma cúbica, con un mellado estilo Le Corbusier, en rápido descenso por la ladera de la colina y pegadas una a otra, con sus techos de greda planos y sus pequeñas chimeneas humeantes, sugerían algo construido por insectos”.

Cuenta con una amplia oferta de casas rurales. Todavía está abierta al público la pensión donde se hospedó Don Geraldo, como se conoce a Brenan en Yegen, antes de alquilar la casa que sería su hogar durante catorce años y que hoy es uno de los atractivos de la población.

MECINA BOMBARÓN. Después de dejar a un lado el desvío al barrio de Golco, entramos en Mecina Bombarón, situado en un atractivo paraje en las faldas de Sierra Nevada a 1.230 m. de altitud.    Perteneciente a la antigua Tahá de Juviles, de aquí es nativo el caudillo morisco Aben Aboo, que fue proclamado rey de los andaluces.

El atractivo entorno natural del pueblo nos anima a caminar por sus calles y caminos, siguiendo el trazado de alguna acequia bajo la sombra de castaños centenarios. El agua en Mecina se desparrama por todos lados, en albercas, fuentes y acequias, lavaderos y molinos.

En el pueblo podemos visitar una exposición de fotografías de temas alpujarreños, realizada por Rafael Vilchez, cronista de prensa de la Alpujarra.

En el barranco del Río Mecina existe un puente de origen Romano, donde pasaba el antiguo camino real que unía  Almería con Granada, en un paraje muy pintoresco.

Celebra fiestas Mecina en las Fiestas Patronales del Arcángel San Miguel y la Virgen de los Remedios. La Fiesta de la Castaña es otra celebración de interés cuando el otoño dora los castaños.

 

 

PERFIL DEL RECORRIDO

Cómo llegar/

Por la autovía A-44 que enlaza Granada con la Costa Tropical, tomamos el desvío de Lanjarón-las Alpujarras por la carretera A-348 que es la espina dorsal de la Alpujarra, que atraviesa los pueblos de Órgiva, Torvizcón y Cádiar. Después de este último pueblo encontramos un cruce donde hay que tomar la (A-4127), y luego la (A-4130) que nos lleva en una u otra dirección a los pueblos de Bérchules y Mecina Bombarón. Desde cualquiera de estos dos bellos pueblos alpujarreños se puede acceder al sendero Sulayr GR-240, bien a pie o a través de pistas forestales.

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