Resumen
Según las previsiones, el sur de Europa se verá afectado de manera significativa por un cambio en las condiciones climáticas y, por lo tanto, los sistemas agrícolas andaluces pueden verse seriamente afectados. Así, el incremento de temperaturas y la disminución de las precipitaciones serán los efectos más visibles y podrían tener un efecto negativo sobre el cultivo del trigo. El impacto previsible sería la reducción de las cosechas causada por la disminución de la transpiración del cultivo asociada al descenso de las precipitaciones y por los daños generados por olas de calor durante las fases de floración y llenado del grano. A pesar de estos impactos potenciales, el trigo, comparado con otros cultivos, no es especialmente vulnerable al cambio climático debido a su gran adaptación a ambientes semiáridos. Este cultivo cuenta con un número limitado pero muy efectivo de medidas de adaptación, como el adelanto en la fecha de siembra, el empleo de estrategias de riego de apoyo o el manejo eficiente del suelo.