El imaginero Antonio Perea Sánchez (1911-1998) quizás no destaque en la Semana Santa de Sevilla por su prolífera producción. Se le conoce únicamente por tallar al titular de la Cofradía de Jesús Despojado. Esta imagen pudo salvar la vida del imaginero tras los sucesos que rodearon su biografía.

Destacamos el Expediente del interno Antonio Perea Sánchez, perteneciente al fondo documental de la Prisión Provincial de Sevilla. En este expediente se describe la segunda detención por delito común, no obstante se trata de un expediente incompleto, falta la primera detención de la que ha quedado constancia en documentos encontrados en expedientes de otros internos. Para comprender los acontecimientos que llevaron a Antonio Perea a esculpir la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado en las instalaciones de la cárcel debemos retrotraernos a su pasado.

Perea comienza su actividad profesional en la Fábrica de Artilleria. El 10 de agosto de 1936 es detenido tras ser acusado de participar en las barricadas de San Marcos. Es trasladado a la Prisión Provincial, en concreto al cine Jauregui, cárcel habilitada dependiente de La Ranilla. En su declaración niega los hechos denunciados. Los vecinos informan de sus antecedentes sociales, acusándolo de sujeto peligroso y marxista. Durante ese periodo Perea Sánchez realiza trabajos forzados en el Sector Sur de la antigua Exposición Ibero-Americana del 29 pero al no presentarse a trabajar en la Fábrica de Artillería durante los primeros días del alzamiento militar, es despedido por incumplimiento del Bando de Guerra. A finales de mayo es detenido por la Auditoría Militar siendo trasladado a la Prisión Provincial en junio de 1937. En este periodo talla en las dependencias de la cárcel la imagen de Jesús Despojado, precisamente por la relación con el futuro hermano mayor de la Hermandad, José Laborde Foyo, y la influencia de su hijo, José Laborde González, uno de los principales responsables de la fundación de la Corporación.

A finales de septiembre es condenado a 14 años por el delito de Auxilio a la Rebelión Militar. Entre los presos sentenciados en el mismo Consejo de Guerra, se encontraba Juan de Dios Creagh, empleado de correos que en agosto de 1932 telegrafió a la capital madrileña propiciando el fracaso del golpe militar del General Sanjurjo contra la República. Creagh fue apresado y condenado a la pena capital. Dicho personaje, según testimonios orales, es considerado el modelo que siguió Perea para tallar la imagen de Jesús Despojado.

En 1941 es puesto en libertad al conmutarle la pena, comenzando a trabajar para la Industria subsidiaria aeronáutica abriendo un taller de fabricación de piezas. Desgraciadamente en 1953 es nuevamente detenido con la totalidad de los empleados por una cuestión personal de uno de sus trabajadores. Finalmente en 1979, en plena Transición, solicita la amnistía y la antigüedad a efecto de su jubilación.