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Carrusel de imágenes con fin decorativo de diversos edificios romanos: Reconstrucción 3D del teatro de Códoba, teatro de Carteia y teatro de Itálica.

Romano
El Teatro y los Espectáculos


La tradicional interpretación y caracterización dada a diferentes aspectos de los edificios teatrales romanos, tales como su morfología, ubicación topográfica o localización urbanística, ha tenido mucho que ver con el peso que en los estudios han tenido las aproximaciones filológicas. A partir de ellos se subrayaba su carácter de espacios destinados a las representaciones teatrales, conocidas a partir de los textos y las referencias en las fuentes escritas de la época.

Una de las consecuencias de ello ha sido la pretendida continuidad funcional del teatro desde su consolidación tipológica en el mundo griego hasta, prácticamente sin solución de continuidad, nuestros días. Hoy sabemos que ni los grandes clásicos griegos ni las célebres obras romanas republicanas de los siglos III y II a.C. llegaron nunca a representarse en los teatros imperiales. Con un mejor conocimiento tanto de los propios textos dramáticos como de las propias estructuras teatrales conservadas, estamos en condiciones de individualizar los géneros que más predicamento tuvieron entre los romanos y cuáles de ellos habrían sido los representados en los teatros pétreos de época imperial: mimo, pantomimo e, incluso, más adelante, espectáculos ligeros de dudoso gusto.

De esta forma, el origen del género teatral en Roma se hace coincidir tradicionalmente con la figura del griego Livio Andrónico, a comienzos del siglo III a.C. No obstante, además del peso de la herencia griega, en él se observa una estrecha vinculación con las prácticas de los histriones estruscos, de los que pudo tomar el gusto por el tono satírico y la crítica social, dando lugar todo ello a característicos subgéneros típicamente romanos. Durante la república florecieron, por tanto, la fabula praetextanota 1, tragedia de argumento patriótico romano; la fabula togata, comedia de tema romano; y la fabula palliata, comedia de argumento griego nota 2. Buena parte de estas piezas fueron representadas sobre escenarios móviles levantados para la ocasión, siendo todavía complejo precisar en qué medida habrían participado, desde el punto de vista estructural, en la definición de los posteriores teatros pétreos imperialesFig.1 - MÁSCARA. MÁSCARA teatral en mármol. Museos Vaticanos, Roma..

Fig.1 - MÁSCARA.( MÁSCARA teatral en mármol. Museos Vaticanos, Roma.)



(Fig.2 - Aditus Terracina. Acceso cubierto a aditus maximus del teatro de Terracina en Italia)



Ya desde el siglo II a.C. se conocerá la fabula atellana, una suerte de comedia bufa de trama sencilla con personajes estereotipados fácilmente reconocibles por el público por medio de su vestimenta, atributos y máscaras . Si bien se siguió cultivando hasta los primeros siglos de la etapa imperial, poco a poco fue sustituida por el mimo, género cómico estrella del momento, junto al pantomimo, de trasunto trágico. De hecho, el mimo era breve -unos veinte minutos-, ágil, alternaba recitación con canto, danzas, piezas instrumentales e, incluso, frecuentemente finalizaba con un desnudo. En esta línea, al parecer, en los espectáculos teatrales imperiales habría tenido cabida de forma creciente la improvisación, incorporando además elementos de tipo obsceno y morboso. El pantomimo, a su vez, no hablaba, se basaba enteramente en la gestualidad, si bien se acompañaba de un coro que cantaba el texto, generalmente de tema trágico. Como el mimo, se caracterizaba por brevedad y velocidad en el desarrollo. De los textos, lamentablemente, apenas han quedado testimonios.

El nuevo formato de estas piezas no viene sino a corroborar el giro dado por el teatro en época imperial. Es más que probable que quedaran limitadas a completar nota 3 espectáculos y celebraciones más complejos, de acusado contenido político y/o religioso. De hecho, los diferentes géneros en Roma, desde antiguo, estarán vinculados a las ceremonias de carácter religioso como los diferentes ludi públicos, destacando, los ludi saeculares, de los que se ha conservado por extenso su protocolo nota 4. Del mismo modo, la genérica denominación de ludi scaenici nota 5 ha sido tradicionalmente asimilada a representaciones teatrales, si bien es muy posible que incluyera numerosas manifestaciones de carácter tanto lúdico como político-religioso, de límites muy difusosFig.2 - ADITUS TERRACINA. Acceso cubierto a aditus maximus del teatro de Terracina (Italia)..

No obstante, en época imperial consta que también se cultivaron otros géneros, incluso los de tradición directa griega, si bien todo parece indicar que reducidos a círculos minoritarios de carácter culto y más bien exclusivo, siendo un buen ejemplo de ello las tragedias escritas por Séneca. No existe ni siquiera evidencia de que hubieran llegado a ser presentadas en edificios teatrales, aunque hay autores nota 6 que sugieren para ello los teatros cubiertos menores, tradicionalmente reconocidos como odeia.

(Fig.3 - Escena del teatro romano de Ostia)



Por tanto, si bien no se pretende negar la función del teatro como lugar de representaciones escénicas de diferente temática y calidad, se presenta aquí como un espacio polivalente al servicio de la vida política tanto municipal como de la emanada del poder central y, lo que es más importante, como nexo entre ambas. El edificio teatral se convierte así en un foro multifuncional que asume tanto homenajes póstumosnota 7, como reuniones de ciudadanos, asambleas político-electorales, manumisiones, indultos y abolición de leyes. Es citado como contio (asamblea deliberativa) o comitium (asamblea electoral), del mismo modo que en él se llevan a cabo celebraciones extraordinarias con las más diversas motivaciones: inauguratio de un nuevo edificio de culto, el fin de una etapa de desdicha, el cese de los efectos de una catástrofe natural. Con el Imperio a ellos se unirán aquellos vinculados al Emperador y su Casa, con una claro valor para la exaltación dinástica y la adhesión a la ideología imperial (e.g. ciudades de Hispellum o Gythion).

Todo parece indicar, por tanto, que el teatro romano como género decae prácticamente coincidiendo con la construcción estable de teatros y su difusión a las provincias, momento en el que también se observa la reforma de numerosos teatros griegos y orientales que presentan claros hiatus con las fases griegas o helenísticas precedentesFig.3 - TEATRO OSTIA. Escena del teatro romano de Ostia. Tras ella, el conocido como Foro de las Corporaciones, cuatripórtico abierto con templo central. .

En esta línea, la temprana construcción de teatros en Hispania -y en general en las provincias occidentales- no debe ser, por tanto, relacionada con la rápida difusión del teatro como género. No respondió a una demanda ni de la población autóctona ni de las minorías itálicas, sino que vino impuesto como un medio de control sociopolítico, al margen de sus necesidades de diversión y espectáculos que, probablemente, tan sólo en muy escasa medida se darían en el teatro y que, además, contarían muy probablemente con antecedentes prerromanos previos.

Nota 1:Con el nombre de fabula se conoce a la composición teatral romana, ya fuera de carácter trágico o cómico.
Nota 2:En ella destacaron célebres autores como Plauto, a fines del siglo III a.C., comienzos del II a.C. y Terencio, ya en la primera mitad del siglo II a.C.
Nota 3:De hecho, aparecen identificados como embolia (intermedios) y exodia (finales).
Nota 4:Recogido en CIL VI 32323, correspondiente a los augusteos celebrados en 17 a.C. Constan, además, los previos de 207 a.C. y los severianos, posteriores, de 204 d.C.
Nota 5:Frente al término ludus, que podría traducirse por festival, se encuentra el de spectaculum (pl. spectacula) que equivale, más estrictamente, a puesta en escena. No obstante, también en este último caso incluiría todos aquellos eventos que se llevaban a cabo sobre el escenario, lo que, a nuestra opinión, no tendría porqué limitarse a representaciones dramáticas al uso.
Nota 6:Izenour, G.C. (1992): Roofed Theaters of Classical Antiquity, Londres.
Nota 7:Entre los ejemplos más conocidos está sin duda el dado a Germánico -sobrino de Tiberio, muerto de forma prematura en 19 d.C.- en el teatro en forma de un sitial, tal y como aparece reflejado en las Tabulae Siarensis y Hebana


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