Maria Schneider, composición y dirección. Steve Wilson,  saxo alto, saxo soprano, clarinete y flauta, Dave Pietro, saxo alto, saxo soprano, clarinetes, flautas. Rich Perry, saxo tenor. Donny McCaslin, saxo tenor y clarinet bajo. Scott Robinson, saxo barítono, flauta y clarinetes. Greg Gisbert, trompeta. August Haas, trompeta. Mike Rodriguez, trompeta. Frank Greene, trompeta. Keith O’Quinn, trombón. Ryan Keberle, trombón, Marshall Gilkes, trombón. George Flynn, trombón bajo. Ron Oswanski, acordeón. Lage Lund, guitarra. Frank Kimbrough, piano. Jay Anderson, contrabajo. Johnathan Blake, batería.

No hay nombre que eclipse al de María Schneider cuando se habla de composición y dirección de grandes formaciones contemporáneas de jazz. Nadie como ella ha sabido llevar a nuestros días el legado de Duke Elllington, Gil Evans, del que fue ayudante, y Bob Brookmeyer, con quien estudió,  por medio de un lenguaje que mezcla jazz moderno con música clásica y leves toques de World Music para pintar obras inspiradas en paisajes, la naturaleza y la infancia de de su creadora. Autora de un corpus excepcional, Schneider es una compositora en continua evolución que ha desbordado el formato de la big band para crear una orquesta de jazz tachonada de los mejores nombres de la escena neoyorkina. The Thompson Fields es la más reciente adición a ese corpus, un disco que ha recibido todo tipo de elogios  para todos coincidir en su estatus de obra maestra, a la altura de lo mejor del formato en la historia del jazz. La sensibilidad tímbrica de Schneider, la finura de sus detalles, el acabado de sus partituras y una orquesta de amplísimo registro, en una oportunidad única de oír a uno de los creadores cimeros del jazz de nuestros días.

JAM SESSIONS tras el concierto, en el bar del Teatro con Pedro Cortejosa Quartet