Brecha Digita
El actual modelo social de la Información y la Comunicación ofrece vías de participación social más democráticas y horizontales que lo conocido hasta la fecha pero también refleja y reproduce nuevos tipos de exclusión e importantes desequilibrios tanto en relación con las TIC en general como con Internet en particular.
De forma genérica, la brecha digital se refiere a la distancia socioeconómica desigual que existe entre quienes tienen acceso a las TIC y, por tanto, sacan provecho de ellas, y quienes se encuentran en una situación de desventaja frente a las mismas.
La brecha digital puede existir entre diferentes agentes: personas; instituciones u organizaciones; regiones o países…
Entre las personas, existen una serie de factores que condicionan la posición favorable o desfavorables ante las TIC: nivel socioeconómico, capital educativo o cultural, lugar de residencia-urbano-rural-, conocimientos y habilidades tecnológicas, edad, costumbres y hábitos culturales, contenidos disponibles en lengua propia… y, entre todos ellos, el género es un factor transversal y sobre el que centramos la atención en este Módulo.
Brecha Digital de Género - BDG
La persistencia de las condiciones estructurales que motivan la desigualdad entre mujeres y hombres hacen que el género sea uno de los factores que mayor incidencia tienen en la brecha digital.
Se puede hablar de diferentes tipos de BDG:
En el acceso: la primera BDG (infraestructura, equipamientos, dispositivos, internet).
Hace referencia a la acción de acercarse o disponer de algo (ordenadores, conexión…). La desigualdad en el acceso a las TIC impide la incorporación y participación de las mujeres en la Sociedad de la Información (SI) en igualdad de condiciones que los hombres.
Sin embargo, el simple acceso a la tecnología no ofrece beneficios inmediatos, por ello se habla también de la siguiente brecha:
En el uso: la segunda BDG (habilidades tecnológicas, intensidad en el uso).
Marca el grado de incorporación efectiva a las TIC y tiene que ver con la intensidad y las pautas de uso con que las mujeres y los hombres se adentran en el mundo TIC (con regularidad o de forma ocasional, tipo de tareas realizadas según contenidos y complejidad/tecnicidad). Los conocimientos adquiridos y las habilidades para utilizarlas con un suficiente nivel de competencia marcan las diferencias en esta segunda brecha. Esta brecha puede dar lugar a su vez al agravamiento de desigualdades económicas y sociales.
En los tipos de uso: la tercera BDG
Esta es una brecha que se relaciona con el uso de los servicios o aplicaciones TIC más avanzados (chats, escuchar radio, ver televisión, colgar contenidos propios en una web, acceder a determinados servicios …), y el acceso a Internet mediante dispositivos móviles (ordenador portátil, tablet, teléfono móvil). Es decir, esta brecha habla de las diferencias de género en los beneficios generales que las TIC proporcionan para satisfacer una necesidad o para realizar ciertas actividades en el terreno de la comunicación o el ocio. En algunos casos, los datos apuntan a la disminución de la brecha y en otros perviven ciertas desigualdades.
Los estudios tienden a constatar “la existencia y superposición de estas múltiples brechas digitales de género que refuerzan su influencia negativa sobre la incorporación efectiva de las mujeres a la Sociedad de la Información y la igualdad de género. No obstante lo cual, parece existir una tendencia a que las diferencias de género disminuyan conforme se va incrementando la proporción de personas que accede y hace uso de las TIC” (2011: La brecha digital de género en España: Análisis multinivel”).
Pero mientras suceden estos hechos con respecto a estas tres brechas anteriores, aún persiste la brecha relacionada con la creación tecnológica:
En la creación: una brecha permanente
La participación desigual de mujeres y hombres en la configuración y desarrollo de todo el entramado TIC (creación de hardware, diseño de programas, gestión de redes, consultoría informática…) es una brecha que se mantiene desde el origen de las TIC, aunque cada vez se están implementando más acciones para reducirla, incluso desde las empresas del sector. La presencia de mujeres en este ámbito es aún menor que la de los hombres debido fundamentalmente a la influencia que el rol y los estereotipos de género tienen en relación con la tecnología. Un ejemplo paradigmático de esta brecha es la segregación por sexo de los itinerarios formativos y del mercado de trabajo.

FUENTE: Estructura de las Universidades Públicas Andaluzas. Curso 2011-2012.
http://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Estructura%20universitaria%202011-2012.pdf
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El conocimiento de la brecha digital permite a las Administraciones Públicas la orientación de sus políticas para reducirla y fomentar, al mismo tiempo, la igualdad entre las personas. A lo largo del Módulo te iremos ofreciendo algunas referencias directas de estas iniciativas. |