Río Grande de Bérchules
(Bérchules) • PR-A28
BÉRCHULES. Es uno de los pueblos más bellos y serranos de la Alpujarra Alta, recostado en la vertiente derecha del Río Grande de Bérchules, a 1.320 m de altura, entre fértiles bancales que remontan escalonados hasta lo alto de la Sierra. El topónimo de Bérchules significa “vergeles”, según un cronista del siglo XIX, que así nos describe el pueblo: “...tiene una situación pintoresca, el aire puro y fresco que se respira, la vegetación florida que se ve por todas partes, los arroyos, las cascadas, la variedad de árboles, todo ofrece un conjunto sorprendente más fácil de admirarse que de describirse, y que no en vano mereció de los árabes el nombre de Bergeles, corrompido hoy en Bérchules...”
Merece la pena recorrer sus fuentes y lavaderos, sus calles y plazas, que se escalonan también como los bancales. Asomarse al río o bajar al pueblo de Alcútar, a un tiro de piedra de Bérchules, que cuenta con una iglesia mudéjar de gran valor.
Numerosos y variados itinerarios pueden realizarse desde el pueblo, a Mecina, a Cádiar, a Juviles, pero ninguno tan atractivo como este que describimos a continuación, que conduce al Horcajo o Junta de los Ríos, donde se unen el Río Chico y el Río Grande, y que son el embrión del principal río de la Alpujarra, el Guadalfeo. Desde aquí podremos admirar los Tajos del Reyecillo, donde según las crónicas se escondía Abén Aboo, el último rey morisco. Su muerte puso fin a la Guerra de las Alpujarras.
El pueblo de Bérchules se llena de gente y fiesta todos los años para celebrar el fin de año, ¡en pleno verano! Una avería que dejó al pueblo sin luz en Nochevieja es la excusa para divertirse un día en el mes de agosto. Otra fiesta muy popular es la de San Marcos, donde participan los lugareños con su ganado, y tras la procesión se bendicen enormes rosquillas que se reparten a todos los congregados.
Vista de Bérchules desde el recorrido. Foto cedida por José M. Castilla
Vista del sendero en el Horcajo, con la Fábrica de los Moros. Foto Andrés Caballero
El Río Grande y vereda de ascenso a Bérchules. Foto cedida por Andrés Caballero
INICIO SENDERO 13/ • BÉRCHULES
Atravesamos a todo lo largo el pueblo de Bérchules y por la calle García salimos a un lavadero y una fuente, en la que podemos aprovisionarnos de agua. Iniciamos el recorrido por una vereda entre huertos abancalados de frutales, hortalizas y algunos nogales y castaños. Una pista, de reciente construcción, nos obliga a ir por ella unos minutos, para de nuevo retomar la senda. Obviamos las veredas que suben a la izquierda, siendo nuestra referencia la Acequia Nueva que discurre debajo nuestra y con la que confluiremos más adelante.
A lo largo de este ameno y fácil trayecto inicial, admiramos la otra vertiente escarpada del barranco, conocida tradicionalmente como los Tajos del Reyecillo, donde tuvo lugar, en una de sus numerosas y ocultas cuevas colgadas del abismo, el asesinato del último rey de Andalucía, como así se proclamó Aben Aboo, después de matar él a su primo Abén Humeya en Laujar. No deja de ser curioso, que este recóndito paraje, fuera escenario de una traición y muerte, que puso punto y final a la rebelión morisca y a la sangrienta Guerra de las Alpujarras, que de 1568 a 1571, centró la atención del país con el envío de tropas al mando de don Juan de Austria. En este abrupto paisaje resistieron agónicamente los rebeldes y sus familias.
A una hora de camino desde el pueblo, llegamos a la Junta de los Ríos (1), donde los ríos Chico y Grande se unen estruendosos. Cruzamos el puente sobre el Río Chico y en el Horcajo podemos contemplar las ruinas de una construcción de origen musulmán, conocida como “Fábrica de los Moros”, alimentada por una antigua acequia.
Este atractivo paraje de la Junta de los Ríos es el final de recorrido del sendero local del Ayuntamiento de Bérchules. Nuestro itinerario continúa ascendiendo por la vereda empedrada que se andentra en el Valle del Río Grande. El sendero atraviesa bancales abandonados y algún cortijo ruinoso.
A una media hora aproximadamente desde el Horcajo, comienza el regreso por la otra vertiente del barranco. Antes de bajar al río, intentaremos localizar la vereda que luego seguiremos al otro lado, pues en el cauce es dificil tener una referencia con el caudal variable que lleva. Bajamos al Río Grande (2). por una senda empinada y cruzamos el río con cuidado En época de lluvias y en el deshielo puede resultar complicado de atravesar.
Nada más cruzar el río, retomamos el sendero que sigue el cauce, ahora en dirección sur, en el Paraje de la Umbría. El itinerario continúa más adelante ascendiendo entre el pinar por una marcada vereda que se construyó para la repoblación forestal. Subimos durante algo más de una hora remontando los Tajos del Reyecillo, con puntales rocosos impresionantes. Alcanzamos el punto más alto del recorrido (1.765 m) y seguimos ahora por una pista forestal que llanea unos trescientos metros, en el límite del pinar, para tomar luego a la derecha un carril de fuerte bajada hasta alcanzar otra pista. Siguiendo esta, bajamos hasta el Cortijo de Cortés (3) donde hay una pequeña ermita. Desde aquí conectamos con el sendero de Gran Recorrido (GR-7) que une Mecina Bombarón con Bérchules, con el que compartimos el camino hasta el final del itinerario. Bajamos la fuerte pendiente caminando entre una variada vegetación (cantueso, mejorana, dedalera, etc.), pasando por una era junto a un saliente rocoso, un extraordinario mirador natural del valle, que bien merece una parada. Cruzamos el Río Grande de los Béchules por un puente, límite del Parque Nacional, y subimos una corta pero dura pendiente entre fresnos, castaños, nogales y saúcos hasta alcanzar el pueblo de Bérchules.
FIN SENDERO 13/ • BÉRCHULES
El Cortijo de Cortés con su pequeña ermita. Foto cedida por Andrés Caballero
Bancales, sobre la Acequia Nueva, frente a los Tajos del Reyecillo. Foto Andrés Caballero
EQUIPAMIENTOS DE USO PÚBLICO //////////
SENDERO GR-7 • SENDERO SULAYR GR-240 • ÁREA RECREATIVA DE BÉRCHULES • RUTA CICLOTURISTA TRANSNEVADA.
OTROS LUGARES DE INTERÉS //////////
CÁDIAR. Este municipio está formado por los pueblos de Cádiar, Narila y Yátor. Está enclavado entre la majestuosa Sierra Nevada y la Contraviesa, a orillas del Río Guadalfeo. Merece la pena adentrarse en la población y descubrir el tipismo de su Barrio Bajo, un conjunto arquitectónico del más puro estilo alpujarreño.
Tal y como dijo el escritor Gerald Brenan, Cádiar es el punto central de la Alpujarra granadina, “su ombligo”. Según palabras del escritor británico, es ésta “una próspera y alegre” población que sin duda constituye el punto ideal para cuantos viajeros necesiten reponer energías de todo tipo. Además de tener la única estación de servicio en muchos kilómetros a la redonda, cuenta también con excelentes restaurantes donde satisfacer el apetito y una bodega, Barranco Oscuro, donde se elaboran algunos de los tintos y blancos de calidad de la provincia.
Además de estos atractivos, Cádiar tiene en sus proximidades uno de los alojamientos turísticos más interesantes de la provincia de Granada. Se trata de la Alquería de Moyrama, llamada así por su diseño al estilo de las tradicionales alquerías andalusíes y en homenaje a la esposa de Boabdil.
Dotada de una surtida biblioteca, bodega tradicional y varias secciones museísticas, que reúnen algunas de las piezas etnológicas y arqueológicas más interesantes de la comarca.
Por el término municipal de Cádiar atraviesa el sendero de gran recorrido GR-7, que une Grecia con la parte más occidental de Andalucía.
LA ALPUJARRA, PAISAJE CULTURAL. La Alpujarra es un ejemplo excepcional de paisaje modelado por el hombre durante siglos. Ello ha sido posible gracias a la extensa y compleja red de acequias, la agricultura aterrazada, la peculiar trama urbana y la arquitectura tradicional de sus pueblos, unido a una orografía surcada de ramblas, ríos y barrancos. A ello se añade un patrimonio inmaterial de gran riqueza expresado en la tradición oral, los usos agrícolas o la gestión social del agua. Este conjunto de valores naturales y culturales ha motivado el inicio del camino para la inclusión de la Alpujarra en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Esta iniciativa cuenta con el apoyo unánime de ciudadanos e instituciones, que trabajan con ilusión para que esta hermosa tierra tenga este prestigioso reconocimiento.
Cómo llegar/
Por la autovía A-44 que enlaza Granada con la Costa Tropical, tomamos el desvío de Lanjarón-Las Alpujarras por la carretera A-348, que es la espina dorsal de la Alpujarra, y atraviesa los pueblos de Órgiva, Torvizcón y Cádiar. Después de este último pueblo, encontramos un cruce donde hay que tomar la (A-4127), y luego la (A-4130) que nos lleva hasta el pueblo de Bérchules, inicio del itinerario.