El abastecimiento
de agua de Granada
Organización del abastecimiento en la Granada
renacentista hasta la actualidad
“…El agua de Granada sirve para apagar la sed. Es agua viva
que se une al que la bebe o al que la oye, o al que desea morir en ella. Sufre
una pasión de surtidores para quedar yacente y definitiva en el estanque.”
Federico García Lorca,
Cómo canta una ciudad de noviembre a
noviembre
, 1933.
Este abastecimiento tradicional, desde los ríos Darro,
Genil y Fuente Grande, junto al aprovechamiento de
otros manantiales de menor entidad (mina de Monzón
en San Cristóbal, Fuente Nueva en la antigua plaza de
toros y el pilar del barrio de San Lázaro), se mantiene
hasta finales del siglo XIX.
Tras la conquista, los Reyes Católicos encomiendan
a los llamados “zanaguidles” o acequieros el cuidado
de la red del agua y de las acequias, encomiendas que
recayeron sobre moriscos. Además había cañeros que
deambulaban por las calles arreglando y dando agua,
aljiberos que cuidaban de los aljibes, y pregoneros.
Hubo siempre una gran competencia entre los usos
agrícolas, industriales (sólo la Acequia Gorda tenía 50
molinos) y los urbanos, como lo atestiguan las nume-
rosas disputas entre agricultores, dueños de molinos y
usos urbanos.
Los tramos de agua de cada casa daban lugar a repeti-
ciones de conducciones innecesarias y a un verdadero
laberinto. Las tuberías eran de barro y el alcantari-
llado deficiente, lo que provocaba la contaminación
del agua potable y una humedad por toda la ciudad
hasta que, a finales del siglo XIX, tras la epidemia de
cólera de 1885, se acomete el embovedado del Darro,
la pavimentación, canalización de agua en tuberías de
hierro y reconstrucción de los darros. Hasta 1950 no se
El aljibe, óleo de G.
O. W. Apperley, 1931.
Colección Caja Granada.
Esquema manuscrito de traída de aguas a la ciudad de
Granada, hacia 1620.
Facultad de Teología de Granada.
concluyen las obras de la traída de agua desde los ríos
Genil y Aguas Blancas.
Un definitivo impulso al abastecimiento se da con la
construcción de los embalses de Quéntar (1976), que
regula el río Aguas Blancas, procedente de la sierra de
Tocón, y Canales (1988), que regula el río Genil. La
demanda se garantiza, aún en situaciones de sequía
extrema, con el aprovechamiento de las aguas subte-
rráneas de la Vega de Granada, mediante los sondeos
realizados en 1995 junto a la Ronda Sur, por lo que la
explotación sostenible del acuífero, pasa a formar par-
te fundamental del abastecimiento.
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