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La ascensión al Alto del Bujo es un recorrido tradicional que puede dividirse en dos tramos claramente diferenciados. Por una parte, la primera parte permite al usuario adentrarse en el paisaje de la dehesa cuyos aprovechamientos tradicionales (ganadería, leñas, pastos, etc.) son fácilmente apreciables a poco que nos adentramos en su recorrido.
Estos primeros tramos siguen un perfil en ligero ascenso, con el sendero siempre flanqueado por antiguos muros de piedra que van delimitando parcelas en las que el encinar adehesado domina el paisaje. Se trata de montes altos y densos con una fracción de cabida cubierta en torno al 80% y una estructura regular o semiregular con un arbolado que se distribuye en no más de tres clases de edad.
El camino asciende por la umbría de la Sierra del Buho y medida que se avanza en su recorrido y se eleva la cota del terreno, el encinar se ve acompañado de elementos más exigentes como alcornoques, madroños o cornicabras. El estado del firme varía de unos tramos a otros, pasando de unas zonas hormigonadas en las cercanías del pueblo a otras en los que se mantienen los empedrados tradicionales que se intercalan con otros en los que la erosión por efecto del agua y del tránsito rodado ha provocado su deterioro.
Tras sobrepasar varios elementos constructivos propios de los aprovechamientos ganaderos del contorno (apriscos, abrevaderos, etc), al cabo de unos 2 kilómetros y medio se alcanza el Collado de la Herradura. A partir de este punto nos adentramos en el segundo tramo al que se aludíamos inicialmente ya que el sendero toma la vertiente sur de la sierra, abiertamente expuesta y con ello se pone de manifiesto un notable en el cambio de modelo de vegetación que ahora es dominada por especies mucho más frugales y resistentes.
Las dehesas son remplazadas por cultivos de olivar y la vegetación forestal se reduce al piso arbustivo y de matorral: coscoja, lentisco, jara blanca, jaguarzo, tomillo y romero, colonizan unos suelos muchos más pobres, someros y pedregosos.
En esta zona el sendero transita sobre una pista consolidada, apta para el tráfico rodado que rodea el cerro del Alto del Bujo, donde podemos observar el puesto de vigilancia contra incendios forestales. Al otro lado del camino se abre una panorámica espectacular del valle de la Rivera de Montemayor que se extiende al pie de la sierra.
El sendero continúa paralelo al camino y nos lleva hasta un pequeño merendero con fuentes, mesas y barbacoas. A pocos metros de allí nos encontramos con el mirador del Alto del Bujo, punto final del recorrido.
Por Arroyomolinos de León pasa la carretera A-434, entre Santa Olalla de Cala, junto la a la autovía de la Ruta de la Plata, y Segura de León, estando también comunicada por la A-5300 (Cumbres de Enmedio - Arroyomolinos de León). Una vez situados en Arroyomolinos de León, el punto de inicio lo encontramos en la continuación del camino del campo de fútbol municipal, a unos 300 metros de éste y poco antes de llegar al paso del Arroyo de las Huerta.
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No molestes ni des comida a los animales. Alterarías negativamente su conducta.
Consulta la previsión meteorológica antes de iniciar tu actividad.
Lleva agua, protección solar, ropa y calzado adecuados.
Lleva un móvil con suficiente batería en caso de emergencia (112), pero recuerda que no siempre hay cobertura.
Por tu seguridad y la del entorno, no te salgas del camino señalizado ni tomes atajos.
Extrema la precaución en condiciones adversas y ante la presencia ocasional de animales o vehículos a motor.
Sigue las recomendaciones y cumple la normativa en todo momento
Respeta las instalaciones puestas a tu disposición. Su mantenimiento lo pagamos todos.
Colabora para evitar incendios. No arrojes cigarrillos o cualquier otro objeto que produzca combustión.
La basura no vuelve sola. Llévala contigo hasta el contenedor más próximo. Reduce, reutiliza, recicla.
Evita salir solo. Si lo haces, comunica recorrido y hora de regreso a otras personas.
El ruido es otra forma de contaminación. En silencio disfrutarás más de tu experiencia.
Convive respetuosamente con la gente del lugar y demás usuarios. Respeta los bienes y propiedades privadas.
Facilita el uso a personas con necesidades especiales.
Consumiendo productos locales y contando con empresas de la zona contribuirás al desarrollo rural.
Practica un turismo responsable y comprometido con el entorno. ¡Sé un verdadero ecoturista!
Nunca abandones a tu mascota en la naturaleza. Pondría en peligro la flora y la fauna del lugar.
Desplázate de una manera sostenible: transporte público, bicicleta, a pie, vehículo eléctrico o compartido… Aparca en los lugares habilitados
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