Estas tres lagunas forman parte del conjunto de humedales localizados en plena campiña cordobesa donde abundan los cultivos de olivar y viñedos y que constituyen auténticos oasis de biodiversidad albergando una importante variedad de avifauna acuática. La importancia de estos lagunas como lugar de invernada, nidificación y en los pasos migratorios, condujo a su declaración como Humedal de Importancia Internacional (RAMSAR).
La laguna de Zóñar, en el término municipal de Aguilar de la Frontera (Córdoba) puede considerarse como el único lago de Andalucía, ya que con sus 16 metros de profundidad máxima, tiene una distribución vertical de temperatura, oxigenación y nutrientes. Además, sus aguas son permanentes al tener recarga procedente del acuífero. Es el lugar idóneo para avistar, entre otras especies, la malvasía cabeciblanca, somormujos lavancos, porrones europeos, patos cucharas o el vuelo del aguilucho lagunero sobre la lámina de agua o la vegetación palustre circundante. En las proximidades de la laguna se halla el Centro de Visitantes Laguna de Zóñar, en el que podrá informarse no sólo de este sino del resto de humedales del sur de la provincia de Córdoba. Además, tiene la posibilidad de recorrer hasta tres senderos en las inmediaciones de la laguna.
La laguna del Rincón, también en el término municipal de Aguilar de la Frontera (Córdoba), destaca por sus espectaculares y cercanos avistamientos de malvasías cabeciblancas, patos colorados, fochas comunes, zampullines comunes y cuellinegros, entre otras muchas especies de aves acuáticas, gracias a la proximidad del observatorio de uso público disponible. La laguna Amarga, en el término municipal de Lucena (Córdoba) suele albergar varias parejas reproductoras de focha moruna, una especie incluida en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, siendo esta laguna uno de los escasos puntos de reproducción en Andalucía. Debe su nombre al amargor que le confieren las calizas y dolomías a las aguas subterráneas que recargan este humedal, aparte de las precipitaciones recibidas. Estas dos lagunas, Rincón y Amarga, son también de aguas permanentes y cuentan en su periferia con otras lagunas estacionales como la de Santiago y Dulce, respectivamente.