la danza del Fandango de Encinasola ganó el Concurso Nacional de Coros y Danza de 1948?

En un intento de recuperar o recrear el folklore de las distintas regiones y como un medio de propaganda, de cohesión y de exaltación patriótica del Régimen, desde la década de los 40 hasta 1976 , la Sección Femenina (001) patrocinó la celebración de los Concursos Nacionales de Coros y Danzas, siempre considerando la danza una actividad casi exclusivamente femenina. (002)

Para participar en los Concursos había varias pruebas de carácter eliminatorio: provincial, regional, de sector y la gran final en Madrid, y con tres tipos de representantes: Coros, Danzas y Mixto. Los grupos de danza se debían componer entre 4 y 8 parejas siendo muy exhaustivos en las características que puntuaban, especialmente la autenticidad del baile, la exactitud del vestuario y la duración del mismo (4 minutos en la final)

Huelva participó en la final en 1948 con un grupo que interpretó los bailes tradicionales de Encinasola, llevándose el Primer Premio de danza en el VII Certamen Nacional de Coros y Danzas. Entre estas danzas destacan El Fandango de Encinasola y la Danza del Pandero.

El Fandango de Encinasola, data del siglo XVI y tiene como principal característica que se suele bailar en las bodas. Se estructura en la repetición tonal de la primera estrofa y un estribillo que acompasan al baile, formado por cuatro pasos y movimientos. También son característicos los instrumentos que le acompañan, guitarra, acordeón, laúd y castañuelas y las letras especialmente dedicadas a su patrona la Virgen de Flores, en cuya romería (8 días después del Domingo de Resurrección) las mujeres las interpretan ataviadas con el traje local, compuesto de corpiño y delantal de seda negro con encaje rojo y negro, manteleta morada con pasamanería, falda de tabla de frisa o paño con cinta de raso negra, enaguas y pucho, medias de hilo y zapatos de salón.

Otra de las danzas características de la cultura popular de Encinasola es la danza del Pandero, que data del siglo XIII, no estando claro si su origen es árabe o leonés, de donde procedían muchos repobladores de la esta zona de la provincia. Está considerada una danza de origen ritual o funeral al bailarse al morir un niño pequeño, formando un corro y acompañados de un único instrumento, el pandero o adufe cuadrado, que tañían las bailarinas. Aunque actualmente lo bailan solo mujeres, debió ser bailado en parejas.

Estas danzas son una expresión única del patrimonio artístico e inmaterial de la provincia de Huelva, que aun hoy se pueden disfrutar.