This is a SEO version of Huelva maritima y minera 1929 para web animado. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »María Antonia Peña Guerrero
Universidad de Huelva
C
uando en 1909 las aguas onubenses fueron enviadas a un laboratorio de Madrid para su análisis, la respuesta que acompañó al certificado químico no pudo ser más contundente: “Pero ¿todavía vive alguien en Huelva?” Hacía, de hecho, mucho tiem-po ya que las aguas de Huelva, antaño consideradas como “deliciosas” y célebres por su abundancia, transparencia y calidad, se veían aquejadas por la escasez, la turbidez y la insalubridad.
Desde mediados del siglo XIX, el sistema de abaste-cimiento tradicional, procedente de un acueducto subterráneo romano del siglo I d. C., se encontraba ya en franco decaimiento. Aunque remodelada por los pobladores andalusíes en el siglo XI, la compleja
red de galerías de ladrillos, respiraderos, lucernarios y depósitos que, desde el santuario de la Virgen de la Cinta, horadaba las elevaciones del Conquero hasta penetrar en el casco urbano, había sufrido inexorablemente las inclemencias del paso del tiempo, la incuria de los hortelanos que destruían las bocas de respiración y el abandono de unas autoridades municipales carentes de fondos con que acudir al mantenimiento y vigilancia de tan extensa y complicada infraestructura. De hecho, desde prin-cipios del XIX, la obstrucción de los atanores que conducían el agua hasta el vecindario, había conver-tido a la Fuente Vieja —una de las cajas de recep-ción de aguas del acueducto—, en el único punto de aprovisionamiento utilizable.
[ 84 ] A GU A , T E R R I T O R I O Y C I U D A D
) El agua
en la Huelva contemporánea
This is a SEO version of Huelva maritima y minera 1929 para web animado. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »