El nuevo Plan de Salud Mental prioriza los trastornos en la infancia y en los sectores más vulnerables
El III Plan Integral de Salud Mental de Andalucía (PISMA), 2016-2020, priorizará los trastornos en la infancia y en los sectores más vulnerables. El consejero de Salud, Aquilino Alonso, ha informado al Consejo de Gobierno sobre esta nueva estrategia puesta en marcha por su departamento para mejorar la accesibilidad a la atención. A partir de ahora los menores de 18 años podrán acudir a las unidades de salud mental más cercanas a su domicilio, tras una primera valoración de su pediatra.
De este modo los servicios de Pediatría de Atención Primaria desarrollarán un papel fundamental en la detección precoz, el tratamiento y la recuperación de las personas con problemas de salud mental. El plan también plantea que se adapten los espacios para menores y adolescentes en las unidades específicas y en hospitalización para garantizar la confidencialidad.
El III PISMA, que da continuidad a la estrategia desarrollada desde 2008, presta especial atención a la infancia y a la adolescencia dado que a los 14 años ya han surgido la mitad de los problemas de salud mental que aparecerán a lo largo de la vida. Así, la estrategia introduce la educación emocional en los centros educativos, con el objetivo de mejorar las competencias, los roles igualitarios y las herramientas para el manejo diario. De este modo, Salud colaborará con la Consejería de Educación en programas como ‘Creciendo en Salud’ en Infantil y Primaria y ‘Forma Joven en el Ámbito Educativo’ en Secundaria. En estos casos se incidirá además en la prevención del acoso escolar, el ciberacoso y el ‘sexting’, las drogodependencias y otras situaciones de riesgo.
La nueva estrategia también mejora la detección de situaciones de abuso, desprotección y abandono de menores, garantizando una rápida intervención en hijos de personas con trastorno mental grave, víctimas de negligencias, menores con discapacidad, población infantil en situación de pobreza y adolescentes internados en centros de infractores.
Por otro lado, el plan prevé reducir en un 10% el consumo de ansiolíticos y antidepresivos en la población andaluza. Actualmente, el 25% de las personas que acuden a las consultas de Medicina de Familia lo hacen por cuadros de ansiedad y depresión. En este sentido se reforzarán y extenderán a la población masculina los Grupos Socioeducativos de Atención Primaria en Salud (GRUSE) en funcionamiento desde 2011 en 292 centros e inicialmente diseñados para las mujeres.
Asimismo, las medidas diseñadas prestan especial atención a las personas con enfermedades crónicas, discapacidad, estrés laboral y trastornos de adicciones, conducta alimentaria y de la personalidad, así como a las que se encuentran en situación de riesgo, como víctimas de violencia de género, inmigrantes, mayores y sin hogar.
La estrategia incluye también la creación de un plan regional de investigación en salud mental que incorpore proyectos de carácter multicéntrico y líneas epidemiológicas, priorizando las enfermedades en la infancia y adolescencia, la prevención del suicidio, los resultados sobre la recuperación en personas con trastorno grave, intervenciones con nuevas tecnologías y el uso de herramientas psicólógicas.
Red de salud mental
Andalucía cuenta con la red de atención a la salud mental más extensa y diversificada de todo el Sistema Nacional de Salud. Actualmente funcionan en la comunidad 78 Unidades de Salud Mental Comunitaria; 14 Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil, con 252 plazas de día; 20 Unidades de Hospitalización, con 542 camas; 16 Hospitales de Día, con 365 plazas; nueve Unidades de Rehabilitación, con 300 plazas, y 15 Comunidades Terapéuticas de Salud Mental con 254 camas.
Alrededor de 250.000 andaluces son atendidos cada año en las Unidades de Salud Mental Comunitaria, que sirven de apoyo a los profesionales de los centros de atención primaria, prestan servicio ambulatorio y domiciliario y, si es necesario, coordinan la derivación de casos a las unidades hospitalarias de Salud Mental Infanto-Juvenil y a las de Rehabilitación u Hospitalización, así como a los hospitales de día y a las comunidades terapéuticas.
El anterior plan integral desarrollado desde 2008 centró sus esfuerzos en la gestión clínica y en el desarrollo y cualificación profesional. Dentro del primero de estos ámbitos, destacó la actualización del Proceso Asistencial Integrado que aborda los problemas más comunes (ansiedad y depresión). Gracias a este dispositivo se han incrementado las intervenciones psicosociales en Atención Primaria. El 98,6% de los pacientes captados en la red asistencial y el 96,9% de los que presentan trastorno mental grave disponen actualmente de su correspondiente plan individualizado de tratamiento.