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Consejo de Gobierno

La prevención de la dependencia, principal eje del I Plan estratégico para mayores de Andalucía

El Consejo de Gobierno aprueba un programa que ordenará las políticas públicas en este ámbito, con 164,5 millones de inversión

El Consejo de Gobierno ha aprobado el I Plan estratégico integral para personas mayores en Andalucía 2020-2023, elaborado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, que tiene como una de sus líneas principales la prevención de la dependencia. Asimismo, cuenta con una inversión prevista de 164,5 millones de euros y con la implicación de todas las consejerías de la Junta de Andalucía.

El actual Gobierno andaluz comenzó a trabajar desde el inicio de la legislatura en la redacción de este programa, el primero que se elabora en Andalucía pese a que ya estaba establecido en la Ley de atención y protección de las personas mayores de 1999, hace 20 años, a través de un proceso basado en un modelo de gobernanza con participación de todos los agentes implicados.

Este documento ordenará el conjunto de las políticas públicas destinadas a promover el bienestar de los mayores desde una perspectiva integral, preventiva y sostenible en el ámbito sanitario, de servicios sociales, cultural, deportivo, de ocio, urbanístico y asociativo. En concreto, abordará materias fundamentales, además de la prevención de la dependencia, como el envejecimiento activo y la red de centros de participación activa o la atención a las situaciones de mayor vulnerabilidad en este colectivo, como son la soledad no deseada o el maltrato.

Hasta 30 medidas se concretan en cinco líneas estratégicas: prevención de la dependencia, atención a la dependencia, atención a personas mayores con especial vulnerabilidad, fomento del buen trato y lucha contra la soledad no deseada.

En ellas se hace referencia a la implementación de programas para incrementar la práctica de ejercicio físico, agilizar la prestación de los servicios sociales, mejorar la atención al colectivo LGTBI, reducir el porcentaje de personas mayores que sufren soledad no deseada, mejorar la empleabilidad de los mayores de 55 años, reducir el riesgo de pobreza o implantar un nuevo modelo de atención centrado en las personas.

Para ello, se han tenido en cuenta los problemas que enfrentan los mayores en la actualidad, como la invisibilidad de las personas LGTBI, en exclusión social o inmigrantes retornados; la baja práctica de ejercicio físico y el alto nivel de sobrepeso y obesidad; las mujeres como principales afectadas por el maltrato; las personas de entre 55 y 64 años que sufren una tasa de paro superior al 20% que lastra su cotización en los últimos años, o el rol de persona cuidadora que recae sobre las mujeres en el 85% de los casos.

El plan estratégico define claramente algunos de los retos inaplazables que tiene la población mayor andaluza, como el retraso del deterioro físico y mental, conseguir que las personas mayores con enfermedades crónicas dispongan de cuidados de larga duración y permanezcan así el mayor tiempo en sus casas, transmitir una imagen positiva de ellas y mejorar su calidad de vida.

Envejecimiento demográfico

Asimismo, el programa pretende ser el documento de referencia que oriente las políticas que la Junta de Andalucía desarrolle en el ámbito de este colectivo en los próximos años y plantea respuestas al reto que supone el envejecimiento demográfico que vive la sociedad andaluza, al igual que ocurre en el resto de las sociedades occidentales.

Así, el plan se encuadra en los planteamientos de la Organización Mundial de la Salud respecto al informe de seguimiento de la II Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento. Por otra parte, incorpora las orientaciones recogidas en la Declaración del Consejo de Europa (2012) del Año Europeo del Envejecimiento Activo y de la Solidaridad Intergeneracional y tiene en cuenta la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, con especial énfasis en el Objetivo 10, que se ocupa de garantizar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades.

Desde el punto de vista metodológico, ha contado con la colaboración del Grupo de evaluación de políticas públicas del Instituto Andaluz de Administración Pública y del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Asimismo, para el proceso de seguimiento y evaluación, se creará una estructura conformada por un comité directivo de seguimiento, una oficina técnica y un grupo de trabajo dentro del Consejo Andaluz de Mayores.