2.3.- Los tipos de inmunidad.

Dependiendo de qué tipos de mecanismos desencadenan y consiguen la memoria inmunológica se habla de inmunidad natural y artificial.

 

 

    Tradicionalmente, dependiendo de si es el organismo el que sintetiza sus propios anticuerpos o bien los recibe de otro, se habla también de inmunidad activa o pasiva, respectivamente.

 

 

        a) Inmunidad natural activa. Obtenida por los propios mecanismos del individuo, tal  como se ha descrito anteriormente, cuando de forma ocasional penetra un germen en su organismo.

 

 

 

        b) Inmunidad natural pasiva. Se da cuando los anticuerpos son recibidos en estado embrionario a través de la placenta. Se ha comprobado también que, en la mayoría de los mamíferos, la primera leche materna, llamada calostro, es rica en inmunoglobulinas que actúan hasta que el bebé va desarrollando sus mecanismos inmunológicos.

 

 

      c) Inmunidad artificial activa. Es la vacunación. Consiste en la introducción de gérmenes muertos o atenuados, incapaces de desarrollar la enfermedad, pero que son portadores de los antígenos específicos que desencadenas la respuesta inmune, confiriendo la memoria inmunológica al organismo. Es un método preventivo.

      d) Inmunidad artificial pasiva. Es la sueroterapia. Consiste en inyectar al individuo que sufre una infección los anticuerpos específicos del germen causante sin que haya que esperar la respuesta de inmunidad el indivíduo. Los anticuerpos se logran vacunando con dicho germen a un animal, para que este ponga en marcha su respuesta inmune. En su sangre estarán posteriormente las globulinas específicas. Tras la extracción de la sangre del animal, se aislan y purifican los anticuerpos que van a ser inyectados en la persona infectada. hasta ahora el animal de laboratorio empleado en la obtención de suero y anticuerpos ha sido el caballo, debido a su gran volumen sanguineo. La acción del suero es terapeútica, es decir, curativa.