Cuando pensamos en un parque urbano, nos imaginamos un sitio donde pasear, jugar, descansar o hacer deporte rodeados de árboles y plantas, un refugio donde olvidarnos por un momento del ajetreo de la ciudad.
El Parque del Alamillo responde, sin duda, a esa idea, pero va un poco más allá. Lejos de aspirar a ser un refugio donde aislarse de la realidad, este parque metropolitano se ha convertido en un lugar de reunión donde poder desarrollar nuestras aficiones e inquietudes, ya sean deportivas, culturales, lúdicas o solidarias.
Por eso, en el parque nos preocupan mucho los árboles, los pájaros y el entorno ambiental, pero también las personas, niños y mayores, que están dispuestas a vivir en contacto con la naturaleza y con otras personas.
Si conoces el Parque del Alamillo ya sabes que aquí siempre hay algo que hacer; si no, date un paseo por nuestra página y luego, visítanos. Nos encantará conocerte.