¿Sabías que más de 100 especies distintas de aves tienen su casa en el Parque del Alamillo? Si te fijas un poco podrás ver mirlos, petirrojos o gorriones, o escuchar cómo cantan ruiseñores o jilgueros. Pero, además, también te puedes encontrar ranas y sapos, topillos, lagartos... No es de extrañar que a todos estos animales les guste vivir en el parque, porque quienes lo diseñaron pusieron mucho cuidado en conseguir que fuera lo más parecido posible al que sería su entorno natural; se plantaron sauces, álamos, encinas... y un montón de árboles y plantas más, que hoy nos permiten disfrutar de una vegetación rica y variada en cualquier época del año.