Las especies de flora que recrean este paisaje en el Parque del Alamillo son aquellas adaptadas para sobrevivir en un clima seco. El proceso de adaptación permite a la mayoría de estas especies evitar al máximo la pérdida del agua que de una u otra manera llega a sus raíces. En ese paisaje abundan árboles como las encinas, los acebuches y los algarrobos. También las especies leñosas y espinosas, como la zarzaparrilla, el olivo o el lentisco. Encontraremos plantas aromáticas como el tomillo o el romero. Pero en el parque pueden encontrarse y observarse otras especies vegetales propias del paisaje de la dehesa y del bosque mediterráneo, como las jaras, los madroños, alcornoques, piruetéanos y olivillas.