El puente
Lorena AvelarAl final, la vida es todo lo agradable que se lo permitas. Pero hay que domar a la bestia a fuerza de versos. La crónica debe seguir. El propósito testamentario también. Por esta voluntad es por la que existe la literatura. Ella lo sabe bien:
no quiero morir,
quiero vivir para contar mi muerte.
El hambre crea. Por eso escribe Lorena. Bien y mucho. El año que es abundante de poesía, suele serlo de hambre, nos recuerda Cervantes. Si alguna vez la poesía fue un objeto de lujo, para Lorena es un artículo de primera necesidad. De poesía se alimenta.
En cada uno de los versos de El puente hay una mujer puesta en pie. Está viva. Declama. Nos hace mejores. El mundo no vuelve a ser el mismo cuando le agregamos un poema de Lorena Avelar. Escúchenla. Ámenla.
Francisco Domene
Lorena Avelar (México, D.F. 1969) es poeta, periodista y cronista. La atmósfera de su creación se inserta en una suerte de realismo que no desconoce la magia. Se distingue porque está aferrada a realidades intensas. Su obra, variada y fecunda, va desde la pasión de Demonios y pecados (1999), la ternura y sensibilidad en El niño de ojos grandes (2002), la dualidad del esplendor y la sencillez de sus libros El camino (2006), Las voces (2008) y Lejos de casa (2011). Su poesía tiene el efecto de la fuerza natural que hace revivir el destino y los sueños de un continente. Pertenece a la Sociedad General de Escritores de México SOGEM. Su visión intimista empuja a la melancolía, a la pérdida y al arrebato con una dosis exacta. Quien busque una respuesta de quién fue o estuvo tras de las palabras, hallará en la autora lo más privado del ser. Ha sido guionista, periodista y tallerista de poesía en diferentes Ferias Nacionales e Internacionales del libro. Durante más de una década escribió la columna semanal “Pasos de diamantina” en El Sol de México y para diferentes publicaciones en México y España rompiendo fronteras. Actualmente colabora como articulista especial en Arte y Cultura en la plataforma digital Blasting News.
