SALUDO DEL PRESIDENTE

Manuel Chaves González, Presidente de la Junta de Andalucía

Confianza y fortaleza

Fotografía de Manuel Chaves

Andalucía vive un momento en el que la satisfacción por el camino recorrido, simbolizado en el punto de partida del 28-F, y la determinación de seguir avanzando, materializada en el nuevo Estatuto de Autonomía, dan forma a sus aspiraciones y retos.

En los últimos años la comunidad andaluza ha experimentado una importante transformación hasta configurarse en una sociedad con las mismas características esenciales que definen a los territorios más avanzados de nuestro entorno, en formación, capacidad emprendedora y bienestar social, y con los mismos valores en cuanto al trabajo, la creación de riqueza y la necesidad de su redistribución. Andalucía lleva ya trece años creciendo y creando empleo por encima de la media de España y Europa, lo que ha posibilitado que los andaluces contemos hoy con una renta media equivalente al 82% de la de la Unión Europea y con unas prestaciones sociales, hasta tal punto afianzadas, que el nuevo Estatuto las recoge como derechos exigibles ante los tribunales.

Andalucía avanza cada día más en crecimiento económico y en justicia social. Los andaluces estamos mejor preparados para el futuro, para aprovechar los vientos favorables y para hacer frente a coyunturas adversas. La estabilidad política, el diálogo social y el apoyo al tejido productivo configuran en Andalucía un modelo propio de progreso que hace compatible el ímpetu emprendedor, la cohesión social, y, lo que no es menos importante, el desarrollo sostenible. No sólo hemos acortado distancias con España y Europa; también hemos acumulado un capital de confianza y de autoestima que no por intangible deja de hacer notar sus efectos.

Son muchos los retos que aún quedan por abordar, las necesidades y dificultades propias de un mundo globalizado que con el esfuerzo de todos sabremos afrontar. Pero en Andalucía existe una clara determinación de ganar el futuro y esa confianza y fortaleza tienen raíces profundas, que al final siempre llevan a una misma fecha. Hay caminos sin vuelta atrás, y el 28 de febrero de 1980 el pueblo andaluz decidió trazarse el suyo.