Junta de Andalucía
Junta de Andalucía  

Manuel Chaves González

Presidente de la Junta de Andalucía

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El 28-f, símbolo de una ambición compartida

Un año más, y cuando se cumple el segundo aniversario del nuevo Estatuto de Autonomía, Andalucía recuerda la fecha histórica que definitivamente marcó la línea divisoria entre un pasado de marginación y un futuro de confianza y progreso. El derecho a la autonomía con el máximo nivel de competencias, acorde con el papel real de nuestra comunidad en el conjunto de la Nación, fijó además una pauta de cohesión territorial y social que se ha revelado fundamental en el afianzamiento de la democracia española.

Hace ya casi tres décadas que los andaluces trazaron esa línea, en medio de no pocas incomprensiones y dificultades. Y junto con ella, trazaron también el cauce para unas transformaciones sociales, económicas y culturales sin precedentes que en aquel tiempo aún costaba trabajo imaginar. El capital de confianza acumulado desde entonces se ha traducido en una determinación, en un esfuerzo y en una ambición compartida por toda la sociedad y sin la cual no puede entenderse la modernización de Andalucía.

Por más que ahora atravesemos las mismas dificultades económicas que se viven en nuestro entorno de países desarrollados, este impulso simbolizado en el 28-f no se ha detenido: el desarrollo del nuevo Estatuto en esta legislatura contribuirá a que Andalucía salga fortalecida con más financiación estatal, más derechos sociales para los ciudadanos y más competencias, empezando por las recientemente asumidas de la cuenca del Guadalquivir. Todo ello afianzando el recuperado protagonismo que le corresponde en España y el reconocido liderazgo en las políticas de igualdad, concertación social y apoyo a los emprendedores.

La ambición que los andaluces hicieron patente en el referéndum de 1980, mantenida durante tres décadas de esfuerzo, confianza y fe en el futuro, se proyecta ahora en nuevos desafíos que podemos asumir gracias al valioso capital de una población joven, preparada y segura de sus posibilidades. Y estos retos, diametralmente opuestos a los de entonces, son ya los mismos que los de cualquier sociedad avanzada de nuestro entorno.