A partir de unos recursos conocidos y explotados desde antaño, la presencia romana impulsa en el sur de la Península un desarrollo económico que se acompaña de una profunda transformación del territorio, sentando las bases de unos esquemas de organización territorial llamados a perdurar durante siglos.
Descarga capítuloCon un auge que se encuadra entre los siglos X y XII, al-Andalus experimenta un florecimiento económico cuyo foco principal radica en las tierras del sur de la Península gracias a su riqueza agrícola, al vigor de las manufacturas y a su intensa actividad comercial.
Descarga capítuloLa división del sur peninsular desde el siglo XIII al XV entre dominios castellanos y el reino nazarí de Granada se materializa también en una dualidad del ámbito económico, en el que la presencia de un dilatado espacio fronterizo resulta determinante.
Descarga capítuloEntre fines del siglo XV y mediados del XVII el incremento de la producción agropecuaria y de las manufacturas y el auge de la actividad mercantil propician una fase de expansión económica en el conjunto de Andalucía, pese a las dificultades que aquejan a gran parte del reino de Granada.
Descarga capítuloDesde el siglo XVI al XVIII se perfilan las pautas básicas, hasta fechas cercanas, de la actividad agraria en Andalucía en cuanto a cultivos y aprovechamientos, con el protagonismo de los cereales de secano, la relevante presencia de la ganadería, y la viña, el olivar y los regadíos como segmentos más dinámicos y comerciales.
Descarga capítuloLa gran propiedad se afirma como factor determinante del ámbito agrario de Andalucía, aun con matices y contrastes, bajo la posición dominante de los estamentos privilegiados de la nobleza y la Iglesia. Se definen, así mismo, las fórmulas tradicionales de explotación de secanos y regadíos y de los distintos ramos de la producción agraria.
Descarga capítuloEl despliegue territorial de la industria durante el Antiguo Régimen se caracteriza por una distribución difusa entre las ciudades y el mundo rural. Durante el siglo XVIII, Sevilla, Córdoba y las ciudades del interior empiezan a ceder parte de su protagonismo a las ciudades del litoral.
Descarga capítuloLas sucesivas desamortizaciones del siglo XIX afectaron particularmente a Andalucía. Sus consecuencias marcaron profundamente el futuro de las áreas rurales y propiciaron transformaciones urbanas de gran transcendencia.
Descarga capítuloDurante el siglo XIX se reactiva la antigua tradición minera andaluza. Algunas comarcas recuperan ahora o adquieren por primera vez una impronta minera que dejará una marca en su paisaje, en la red de asentamientos y en las ciudades.
Descarga capítuloEl desarrollo industrial andaluz entre 1830 y 1930 sigue las pautas del conjunto del país y pronto se aleja de las regiones vasca y catalana. El impacto urbano de la industria se limita a algunas ciudades y nunca alcanza una dimensión integradora del territorio andaluz.
Descarga capítuloLas pautas de distribución territorial de la industria durante la segunda mitad del siglo XX y hasta los años ochenta están marcadas por iniciativas públicas de incentivación y la pervivencia de algunos sistemas productivos basados, sobre todo, en el sector agroalimentario.
Descarga capítuloEntre los grandes polígonos industriales de los años sesenta y los nuevos espacios productivos del tipo parques tecnológicos, el espacio industrial ha cualificado a territorios y ciudades.
Descarga capítuloDesde las antiquísimas acequias orientales hasta los más recientes embalses construidos en el siglo XX, los ingenios y las obras hidráulicas destinadas al regadío han desempeñado un importante papel en ciertos ámbitos de la geografía andaluza.
Descarga capítuloLos más antiguos regadíos se concentran en las montañas y valles mediterráneos. El siglo XX verá multiplicarse la superficie regada, ahora en el valle del Guadalquivir y el litoral.
Descarga capítuloLa primera fase de industrialización pone en juego nuevas fuentes de energía como el carbón o la hidroelectricidad que toman el relevo a hombres, animales, plantas, viento y agua como motores energéticos.
Descarga capítuloDurante los últimos decenios del siglo XX se consolida la expansión del consumo energético regional, disminuye la producción propia y se acentúa la dependencia de los combustibles fósiles. La electricidad y el petróleo son ahora las energías finales dominantes.
Descarga capítulo